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Golpe a la facción española del grupo supremacista y neonazi Combat 18

Los Mossos y la Policía Nacional detienen a una quincena de presuntos miembros de la organización racista y xenófoba, con epicentro en Cataluña

Rebeca Carranco

La policía atacó este martes la fundación en España de una sección de Combat 18, un grupúsculo neonazi que defiende el supremacismo blanco, y la violencia contra los migrantes, personas de minorías étnicas, de izquierdas o vinculadas al movimiento LGTBI. “Lo más parecido al Ku Klux Klan”, explica el politólogo y sociólogo Xavier Torrens. Los Mossos y la Policía Nacional detuvieron a 16 personas (13 hombres y 3 mujeres) en una operación con epicentro en Cataluña, y ramificaciones en Madrid, Málaga, Lugo y Toledo. La organización, nacida en el Reino Unido a principios de los 90, está considerada un grupo terrorista en Canadá, y es anticonstitucional en Alemania, donde se sospecha que tuvo alguna relación con el neonazi que asesinó de un disparo en la cabeza al político Walter Lübcke en 2019.

Los servicios de información han investigado durante más de un año la actividad de la organización, considerada el brazo armado de Blood & Honour (sangre y honor), que fue definitivamente ilegalizada por el Tribunal Supremo en 2011 en España. La mayoría de sus integrantes fueron juzgados y condenados por la Audiencia Provincial de Madrid en el año 2010 por asociación ilegal y tenencia ilícita de armas. Antes, en 2004, participaron en las elecciones generales españolas como candidatos del partido político Movimiento Social Revolucionario. En diciembre de 2021, a través de un reducido grupo de Telegram bautizado como Blood & Honour Hispania, se anunció la fundación de Combat 18 -que debe el 1 y el 8 al lugar que ocupan en el alfabeto la A y la H de Adolf Hitler- con el objetivo de “reconstruir” la organización disuelta por el alto tribunal.

Los Mossos y la Policía han monitorizado las “múltiples reuniones organizativas” del grupo, la “captación continuada de militancia” y el “merchandising” para financiar la actividad de la organización. Los investigadores aseguran que han intentado abastecerse de armas de fuego y planificar “acciones violentas contra personas y bienes”, además de practicar el “proselitismo de ultraderecha” a través de discursos de odio racistas, antisemitas, contra los colectivos LGTBI, tanto en las redes sociales como a través de mensajería instantánea y en persona.

En algunos de los grupos de Telegram se ha hecho difusión incluso de encuestas, en las que se pregunta a los suscriptores si están dispuestos a “a dar la vida” por su “tierra”. También se han compartido discursos de Adolf Hitler y fotografías de personas armadas, rodeadas de simbología nazi. Su logo es una calavera que deriva de la usada por la tercera división Panzer de las Waffen-SS. La investigación, tutelada por el juzgado de instrucción 3 de Manresa, ha revelado también las relaciones de los integrantes con miembros de la organización de otros países de Europa y de Sudamérica.

“Aquí han disfrutado de una tranquilidad inexplicable”, lamenta Esteban Ibarra, de Movimiento contra la Intolerancia, sobre personas vinculadas a Combat España, una de las nomenclaturas con las que se conoce desde hace años a Combat 18 en la península, y también de Blood & Honour, que asegura que han sido activos a pesar de la sentencia del Supremo, en la que Movimiento contra la Intolerancia se personó como acusación popular. Ibarra vincula también a algunos de sus integrantes con los grupos ultras de fútbol y su actividad violenta.

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Los investigadores de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Nacional, a través de una nota de prensa conjunta, aseguran que la intención de Combat 18 era pasar a la acción en España. Pretende “establecer un régimen nacionalsocialista, desestabilizar el normal funcionamiento de las instituciones políticas, sociales o económicas, y/o alterar gravemente la paz pública para preservar la supremacía de la raza blanca”, indican.

“Combat 18 no son ultranacionalistas de un país u otro, sino que son ultranacionalistas de la nación blanca. Son en cierto modo internacionalistas, porque van mas allá de España, Francia, Gran Bretañaa, Canadá y Alemania. Van mas allá de cualquiera de estos países porque consideran que no importan las fronteras, importa la nación blanca”, explica el profesor Torrens, codirector del máster en políticas públicas: Seguridad Global y Prevención del Extremismo Violento, de la Universidad de Barcelona (UB). “Si a esa concepción le añadimos el uso habitual de las redes sociales, permite consolidar la percepción de la nación blanca”, añade.

Torrens destaca que la operación policial llevada a cabo este martes supone un “primer paso” para equiparar España “a parámetros alemanes o canadienses”, en referencia a la persecución de este tipo de ideologías, no únicamente a los individuos que cometen actos violentos. “Hay una larga investigación, no para detener a uno o dos o tres personas, sino para investigar a toda la organización”, subraya, lo que a su juicio ayuda a prevenir los extremismos violentos. Los investigadores dan por “descabezada la rama española” de Combat 18 y “el proyecto neonazi que pretendía desplegar” en España.

Los detenidos por la policía tienen entre 30 y 45 años, según informaron este martes a través de una nota de prensa. Del total de lo 16 arrestados, 11 se llevaron a cabo en Cataluña (dos en Barcelona, dos en Lloret de Mar, dos en El Prat, dos en Mollerussa, dos en Sentmenat y uno en Sant Boi de Llobregat). Los otros cinco fueron detenidos en el resto de España (dos en Málaga, uno en Lugo, uno en Arganda del Rey, y uno en Ventas de San Julián). La operación sigue abierta y no se descartan nuevos arrestos.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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