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Los comunes descartan replicar en la Diputación de Barcelona el pacto del Ayuntamiento con PSC y PP

El acuerdo entre PSC y Junts permanece encallado y Tot per Terrasa, el partido del exsocialista Jordi Ballart, puede decantar la balanza en segunda vuelta

Jordi Ballart, en una imagen de archivo.
Jordi Ballart, en una imagen de archivo.Cristóbal Castro

Este viernes vence el plazo para que los partidos comuniquen a la Junta Electoral la lista de concejales que serán diputados provinciales en la Diputación de Barcelona. Las lista de elegidos ofrecerá alguna pista sobre cuál puede ser la foto final del Ejecutivo pero el pleno de constitución no será sino hasta después del 10 de julio y, por tanto, podría coincidir con la campaña electoral. A la espera de que Junts decida el lunes si revalida o no el pacto con los socialistas, ayer fueron los comunes los que rechazaron repetir la operación hecha con el PSC y el PP en el Ayuntamiento de Barcelona y que desbancó a Xavier Trias de la alcaldía. En segunda vuelta, al no ser necesaria la mayoría absoluta, el único escaño obtenido por Tot per Terrassa sería clave para asegurar el Gobierno.

La decisión de los comunes llegó ayer por boca de la la cabeza de lista de Sumar-En Comú Podem por Barcelona para las elecciones generales, Aina Vidal. Su formación política, aseguró durante un acto en Sabadell (Barcelona), no está en las negociaciones para formar gobierno en la Diputación. “Nuestros votos servirán para hacer gobiernos progresistas y de izquierdas. Nosotras no estamos en estas negociaciones ahora mismo”, ha afirmado. En la capital catalana, el socialista Jaume Collboni recibió tanto los votos de PP como de los comunes aunque no entraron en el Ejecutivo. Barcelona en Comú justificó entonces que con ese voto blindaba el legado de Ada Colau de Trias. En el ente provincial, sin embargo, ese argumento no aplica.

En la Diputación no opera la salvaguarda de la lista más votada y, si en la primera vuelta no hay una mayoría absoluta de 26 votos (de 51), en la segunda votación basta con la mayoría simple para elegir al presidente. Los socialistas fueron los más votados, con 17 escaños. Le siguen Junts (12), ERC (11), los comunes tienen cinco, el PP obtuvo cuatro y tanto Vox como TxT tienen una silla. Sin los comunes, el apoyo independentista es necesario para que los socialistas no pueden repetir la presidencia. Replicar el acuerdo del Ayuntamiento de la capital catalana ofrece una cómoda mayoría de 26 votos, aparentemente ya descartada.

El PSC y Junts habían manifestado en campaña su intención de repetir la coalición. Pero tanto el anuncio del 23-J como el bloqueo a Trias terminaron por hacer volar por los aires esa fórmula. Ambos suman 29 escaños, una suma segura como también lo es para salir en primera vuelta la de socialistas y republicanos (28). Esta segunda posibilidad no tiene mucho futuro: el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado en múltiples ocasiones que no hará ningún acuerdo que dé al PSC la presidencia del ente. Los republicanos sí han pactado con los de Illa en las Diputaciones de Lleida y Tarragona pero conservan allí la silla de presidente.

El foco sobre Tot por Terrassa (TxT), el partido fundado por el exsocialista Jordi Ballart (que repite como alcalde de la tercera ciudad de Cataluña), lo puso ayer el PSC. Para intentar presionar a Junts, los socialistas revelaron que mantienen conversaciones con el exmiembro de filas. Su apoyo para conformar una mayoría absoluta es irrelevante pero en el caso de una simple tiene la llave. En primer lugar, por si se optara por el pacto en clave indepedentista. ERC, Junts y el partido vallesano vencerían con 24 escaños a la unión PSC y Comunes (22). Las única línea roja de cualquier acuerdo, explican en el entorno de Ballart, es la participación de PP y Vox y más que incursionar en el poder supramunicipal, la idea de la formación es garantizar mejoras para Terrassa informa Ivanna Vallespín.

Ballart, que el pasado sábado volvió a alzar la vara de alcalde, triunfó en las pasadas elecciones ganando un regidor y más porcentaje de voto comparado con 2019. El desplome de ERC (5 a 2 escaños) obligó a sumar Junts para poder repetir el Ejecutivo anterior. A priori, sería natural que esa coalición que gobierna en Terrassa se traspasara a la Diputación. Sin embargo, esta opción no fue ni de lejos la primera que se puso sobre la mesa y solo toma fuerza ante el bloqueo interno de Junts. Sin embargo, el entusiasmo sobre esa suma no ha sido muy notorio. “Si alguien negocia con TxT es de la dirección del partido, no de Barcelona”, explican desde el grupo municipal de Junts.

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Pero el alcalde de Terrassa no es independentista y no es claro que se sienta cómodo en un Ejecutivo provincial que quiera remarcar esa reivindicación. En su día, criticó la renuncia al derecho a decidir del PSC y rompió el carnet y dejó la alcaldía como respuesta a la aplicación del 155. Sin embargo, el malestar con el partido que lo vio nacer políticamente y al que derrotó en 2019 en uno de sus feudos venía de largo, por puntos como, por ejemplo, la remunicipalización del agua. A principios de este año, Illa y Ballart chocaron después de el alcalde denunciara mensajes homófobos y el líder socialista le calificara de esconder su falta de proyecto con personalismo.

Los socialistas creen que, de convencer a TxT, sería posible convencer a los comunes de repensarse la mayoría progresista (sumarían 23 escaños). Es, efectivamente, la misma cifra que suman los independentistas más los de Ballart. Aquí, sin embargo, el PSC tiene las de ganar: la norma se decanta a su favor por ser la fuerza más votada.

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