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Los aspirantes a relevar a Borràs explotan la campaña para lanzar la carrera por la sucesión

Josep Rull y Jaume Giró mantienen una agenda hiperactiva y peinan el territorio para sumar complicidades

Josep Rull y Jaume Giro
Josep Rull, segundo por la izquierda, junto al alcaldable Xavier Trias, en un acto de campaña.EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)
Marc Rovira

Junts per Catalunya afronta con inquietud las elecciones municipales de este domingo. El partido trata de agarrarse a las urnas como un clavo ardiendo para no seguir perdiendo cuota de poder, toda vez que transita en un segundo plano desde que hace medio año decidió irse de la Generalitat y dejar a Esquerra mandando en solitario. “Dentro del partido hay quien sigue muy enfadado por aquello”, comenta una fuente cercana al mando de la formación. “Hemos quedado desdibujados”, pone de relieve un miembro de la ejecutiva del partido. La marca neoconvergente ha restado relevancia, y la condena judicial de su presidenta, Laura Borràs, acentúa la erosión. En ese desfiladero transitan los aspirantes a ser la nueva imagen del partido, Josep Rull y Jaume Giró. Ambos aprovechan la campaña electoral para sumar adeptos, en una carrera de fondo con zancadas desiguales que se mira, desde la sombra, Jordi Turull.

A la espera de que la Junta Electoral Central (JEC) certifique el cese formal de Laura Borràs como diputada y presidenta del Parlament, el relevo se cuece a fuego lento en Junts. Nadie quiere aparentar tener prisa por nombrar una nueva jefa de la Cámara catalana, pero Anna Erra, alcaldesa saliente de Vic (Barcelona), hace días que va acumulando papeletas. Más espinoso resulta el debate interno sobre cómo desplazar a Borràs de la dirección de Junts. Atornillada a su cargo de presidenta, defiende que su condena judicial a 4 años y medio de cárcel, más otros 13 de inhabilitación, por fraccionar contratos públicos, no tiene por qué suponer un punto y aparte en sus funciones dentro del partido.

Borràs se prodiga en público para dar apoyo a alcaldables de Junts. “Va allá donde se lo piden, y si no va a más lugares es porque la agenda no da más de sí”, dicen desde su entorno. Este miércoles estuvo en Arenys de Munt y en Vilanova i la Geltrú, tras pasar el martes por las comarcas de Lleida y acabar en Mollet del Vallès. En Lleida estuvo este miércoles Jaume Giró. El exconsejero de Economía está muy activo, pero evita cruzarse con Borràs. Giró tampoco suele coincidir con Josep Rull. Por ejemplo, este miércoles pasó por Tarragona, donde Rull se había dejado ver el martes.

El alcaldable de Junts por Barcelona, Xavier Trias, junto a Jaume Giró y Victòria Alsina.
El alcaldable de Junts por Barcelona, Xavier Trias, junto a Jaume Giró y Victòria Alsina.

Varias voces del partido coinciden a la hora de señalar a Rull y a Giró como los mejor situados para ser el nuevo rostro de Junts, la persona que ejerza de líder del postborrasismo y que afronte con ciertas garantías una futura candidatura a la Generalitat. Por lo pronto, ambos han optado por la estrategia de recorrer puñados de kilómetros para familiarizarse con las bases de Junts. Un afán por la proximidad que recuerda a la táctica que perfeccionó Jordi Pujol en sus días de president, cuando gustaba exhibir su conocimiento detallado de los pueblos y de sus gentes.

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Giró y Rull, cada uno por su lado, han intensificado su gira durante la campaña, pero desde planteamientos divergentes. Rull, que fue condenado por su participación en la organización del referéndum del 2017, salpica sus mítines con alusiones al 1-O y evoca su paso por la cárcel, incluso con referencias a las charlas sobre la independencia que tenía con algunos funcionarios de la prisión de Estremera (Madrid). Giró, por su parte, explota su reputación de gestor solvente y concentra sus discursos en hablar de reactivación económica, de contención en el gasto y de mecanismos para contener la inflación. En algunas de sus intervenciones, como en Banyoles y Lleida, Giró ha aparecido acompañado de Artur Mas. “En momentos de incertidumbre hay que tener en cuenta valores como la credibilidad y el rigor”, se les ha escuchado afirmar.

Dentro de Junts hay sectores que recelan del tono pragmático de Giró. “Para decir lo que dice, ya está Esquerra”, apunta una voz cercana a la dirección. Más discreto se mantiene Jordi Turull. El secretario general de Junts tiene la prioridad de suturar los arañazos que ha sufrido Junts de un tiempo a esta parte y de evitar que las diferentes sensibilidades que hay dentro de la formación desencadene una mayor fragmentación. El desenlace que tengan las municipales tendrá un impacto en la hoja de ruta de Junts y el resultado se usará como barómetro para medir qué argumentarios prefieren los votantes. Xavier Trias es la apuesta de Junts para reconquistar Barcelona, el objetivo más preciado para el 28 de mayo, y ha adoptado una estrategia electoral que se aparta de las directrices fijadas por la dirección de la formación. Trias presume de tener “manos libres” para pactar con quien quiera, y su proceder anárquico ha levantado recelos entre aquellos que repudian cualquier pacto con los partidos no independentistas. Este miércoles, Carles Puigdemont quiso enjuagar las dudas sobre el independentismo del candidato por Barcelona, presentando a Trias como un alcaldable capaz de hacer que Barcelona “asuma su rol de capital del país” y abandone “la deriva de sucursal”.

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