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La eléctrica pública de la Generalitat prevé licitar 600 instalaciones fotovoltaicas en tejados públicos en dos años

El gobierno catalán aprueba dotar con 58,9 millones a la entidad L’Energètica para la instalación de placas solares hasta 2024

Josep Catà Figuls
Placas fotovoltaicas en los edificios de Mercabarna.
Placas fotovoltaicas en los edificios de Mercabarna.MERCABARNA (MERCABARNA)

L’Energètica, la compañía energética pública que el gobierno catalán presentó en octubre, tiene ya un calendario y un presupuesto para una de sus tareas principales. El Govern ha aprobado este martes en el Consell Executiu dotar a esta entidad con 58,9 millones (19 este año, y 39,89 en 2024) para que invierta en la instalación de placas fotovoltaicas en los tejados de edificios de la propia Generalitat. El primer paso que la Generalitat ha dado ha sido la cesión a L’Energètica de las 120 instalaciones que ya existen (en institutos, centros de atención primaria y comisarías de Mossos, sobre todo) y ahora el objetivo es en 2024 esta cifra ascienda hasta 600 instalaciones, con el compromiso de que estén al menos licitadas. Esto es un 40% de los tejados de edificios propios de la Generalitat que están disponibles para esta albergar placas solares.

Aunque la entidad quiere incidir en el mercado energético catalán y para ello ha ideado varias estrategias, el objetivo principal de L’Energètica es reducir la factura de la luz de los edificios de la Generalitat mediante el autoconsumo gracias a las placas solares instaladas en los propios tejados. Gracias a estas instalaciones, y gracias a la energía que L’Energètica compre en el mercado para luego venderla más barata a las instituciones (ahorrando el margen de comercialización), la entidad calcula que el MW/hora se pueda entregar a entre 60 y 90 euros, cuando actualmente se está pagando el doble. Para conseguir este objetivo, la entidad trabaja con dos proyecciones sobre la capacidad total que pueden tener. La primera es la de los tejados que están disponibles: el censo de edificios propios de la Generalitat (mayoritariamente centros educativos y de salud) ofrece un total de 1.452 tejados, de los que 120 ya tienen placas fotovoltaicas (77 de autoconsumo, y el resto para generación y venta de energía). En 2024, la previsión es que un total de 600 tendrán placas solares o al menos su instalación estará licitada.

La otra proyección es la potencia instalada: actualmente, los 120 tejados con placas ofrecen una potencia de 17,6 MW. Las licitaciones hasta 2024 ampliarán esta potencia hasta los 77 MW, y el objetivo es llegar al año 2030 con una potencia instalada de entre 200 y 250 MW, un volumen que ya cubriría por completo todo el consumo que generan estos edificios de la Generalitat. El potencial teórico es mayor (hasta 329 MW) pero los responsables de L’Energètica detallan que no se podrá llegar a este ideal porque en algunos casos no será posible instalar todas las placas.

La inversión de 58,9 millones de euros para instalar las placas se hará a través de la entidad Infraestructures de Catalunya. Los 19 millones que se usarán este año para este objetivo salen del presupuesto total de L’Energètica para este año (de 25 millones), que tiene otros costes como el de personal, ya que está en procesos de selección para cubrir las 30 plazas previstas.

Los responsables de L’Energètica explican que la energía obtenida y comercializada por esta entidad no solo servirá para rebajar la factura de los edificios públicos, sino que cada instalación blindará un porcentaje de la energía para destinarla a aliviar la factura de los consumidores vulnerables que estén en un radio de dos kilómetros del edificio. Estos consumidores vulnerables tienen el bono social (que actualmente cubre el 80% de la factura, es decir, unos 50 euros de la factura media, que se sitúa en los 60 euros) y además tendrían un descuento de unos dos euros gracias a la energía barata que les vendería L’Energètica.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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