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Torrons Vicens vuelve por Navidad: reabre la tienda de la Rambla que el Ayuntamiento de Barcelona precintó en octubre

El regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, sentenció que un local de alimentación no iba a abrirse “nunca más” en la calle porque no lo permitía el Plan de Usos de la Rambla. Ahora la empresa ha podido abrir gracias a que una licencia se ha quedado vacante

Torrons Vicens
Fachada del local de Torrons Vicens reabierto en La Rambla a la altura de la Calle Santa Ana en Barcelona este viernes.
Rodrigo Marinas

Tres meses después, el director de Torrons Vicens, Ángel Velasco, ha cumplido su promesa. Este viernes ha reinaugurado el local que la Guardia Urbana de Barcelona le precintó en octubre por haber abierto sin licencia. Tras haber tapado el escaparate con cartones, el local en la Rambla a la altura de calle de Santa Anna ha reabierto a las 15.00 horas por todo lo alto con más de diez dependientes ofreciendo muestras gratuitas del dulce, acompañados de decoración puesta a punto para la campaña de navidad.

El concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, que en octubre sentenció que un local como este “no podrá estar nunca más en La Rambla”, ha matizado ahora a EL PAÍS que le da “la bienvenida a la legalidad” tras la “impunidad flagrante” cometida en verano. “Han hecho lo que tenían que haber hecho desde el principio”, ha indicado Rabassa, que conocía el sistema por el que Turrons Vicens le ha ganado el pulso al Ayuntamiento: la normativa urbanística de la Rambla permite un número máximo de locales dedicados a actividades concretas, como alojamientos turísticos o alimentación.

Si un local se da de baja y queda vacante su licencia, puede traspasarla a otro negocio. En este caso, se trataba de una heladería. Según Fermín Villar, presidente de la asociación Amics de la Rambla, el Plan de la Rambla contempla apenas cien licencias para tiendas de alimentación. La norma urbanística de la Rambla, aprobada en 2014, limita la implantación de nuevos comercios alimentarios y las viviendas de uso turístico.

Queda otro asunto pendiente en esta operación de reapertura: las obras que realizaron en el local en verano sin permiso del Ayuntamiento. Mientras Velasco argumentó que realizaron trabajos menores como pintura e iluminación, el Consistorio denunció que habían unido dos locales separados, uno de 56 metros cuadrados y otro de 131. Fuentes municipales indicaron tras la alteración del catastro que este tendría que volver a dividirse “seguramente”. El distrito indica que los servicios jurídicos están trabajando en la petición para legalizar estas obras. Al margen de si esta operación estaba realmente permitida o no, desconocen si se le impondrá una sanción administrativa a la empresa por haber juntado esos dos locales sin la autorización municipal.

El local, de 187 metros cuadrados, se convierte en la tienda número 12 de Torrons Vicens en la capital catalana. La empresa es una de las principales de su sector y facturó el año pasado 49 millones de euros. La marca de turrones tiene más de cinco comercios repartidos por el barrio Gòtic.

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