_
_
_
_
_

Jordi Amat reverencia la figura de Gabriel Ferrater en el acto de la Diada del Ayuntamiento de Barcelona

“Recordar a Ferrater nos enseña sobre la vida”, manifiesta la alcaldesa Ada Colau, ante el autor de la biografía del poeta que se suicidó en 1972

Discurso de Jordi Amat con motivo de l’Onze de Setembre, en el Ayuntamiento de Barcelona. Foto: Ajuntament de Barcelona
Discurso de Jordi Amat con motivo de l’Onze de Setembre, en el Ayuntamiento de Barcelona. Foto: Ajuntament de Barcelona
Marc Rovira

Jordi Amat confiesa ser un “mal lector de poesía”. La supuesta flaqueza no le ha impedido completar un pulcro repaso a los versos de Gabriel Ferrater, a quien el propio Amat describe como un “poeta radical”. Aquel hombre que avanzó sin reservas sus planes de futuro, “me mataré antes de cumplir los 50″, celebraría este año un siglo de vida. Pero, sin faltar a su palabra, Ferrater, nacido en Reus, se suicidó hace 50 años en Sant Cugat del Vallès. Jordi Amat, doctor en Filología Hispánica, novelista, columnista y coordinador del suplemento Quadern de EL PAÍS, fue el encargado este jueves de pronunciar la conferencia con motivo de la celebración de la Diada de Cataluña en el Ayuntamiento de Barcelona.

Bajo el título La radicalidad de Gabriel Ferrater: una nueva moral, un rincón de certidumbre, Amat desglosó en el Saló de Cent las virtudes literarias de quien fue poeta, traductor, crítico y lingüista. La biografía, como género literario, forma parte de las líneas de investigación del trabajo de Amat, estudioso de la cultura en Cataluña y España desde finales de la Guerra Civil y hasta el presente. Este año, Jordi Amat ha publicado “Vèncer la por. Vida de Gabriel Ferrater”.

El trabajo sucede a su exitosa novela “El fill del xofer”, y busca ser un relato de no ficción que reconstruye la vida y obra del poeta de Reus, más allá de su trágico epílogo, perpetrado a base de pastillas, alcohol y una bolsa de plástico. “Jordi Amat ilumina los ángulos muertos” y “usa los personajes para explicar nuestra sociedad”, destacó al inicio del acto el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Jordi Martí. “Recordar a Ferrater nos enseña sobre la vida”, manifestó la alcaldesa Ada Colau.

Gabriel Ferrater “no pertenecía al sistema literario”, afirma Amat. “No dispuso de cátedra ni de ninguna tribuna, pero las muestras de su inteligencia fulgurante se han podido recuperar”, explicó el biógrafo ante su audiencia en el Saló de Cent. Amat se ha empapado de Ferrater. Cartas personales, telegramas enviados a la que fuese su mujer —la periodista americana Jill Jarrell—, archivos inéditos o artículos o entrevistas que no se habían podido leer hasta ahora. Sin poder reprimir, y probablemente sin quererlo, la admiración que le despierta el poeta, Amat le reconoce a Ferrater una envidiable “libertad intelectual” y pocos reparos para imprimir a su obra una “conciencia alternativa y liberadora”. Lector implacable, “el más inteligente que haya conocido en mi vida”, según dijo Jaime Gil de Biedma en 1984, Ferrater hizo de sus versos objeto de devoción, similar a la que él pudo sentir por Ausiàs March o por Josep Carner.

Amat señala que la obra de Ferrater ayuda a comprender que “la vida merece la pena vivirla, pese a la falta de certidumbres”, y no duda en describir el poema “Cambra de la tardor” como una “pieza de orfebrería”. “Hace falta leer a Ferrater”, terció el escritor en el Saló de Cent.


Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_