_
_
_
_
_

“Seguiré fumando en la playa. Me dan igual las multas”

Barcelona sancionará con 30 euros a las personas que fumen en la arena

Dos informadores conversan de la nueva prohibición de fumar con bañistas, en la playa del Bogatell, Catalunya (España).
Dos informadores conversan de la nueva prohibición de fumar con bañistas, en la playa del Bogatell, Catalunya (España).David Zorrakino (Europa Press)

“Me dan igual las multas, yo seguiré fumando. Traeré mi cenicero como siempre y así no me pueden decir que contamino”, explica una joven que, a pesar de saber que no se puede fumar, lo continúa haciendo. A partir de este lunes, queda prohibido fumar en la arena de todas las playas de Barcelona. Se trata de una medida que ya se aprobó el viernes pasado en el pleno, y que ha indignado a muchos fumadores como esta bañista, que no ha querido identificarse. El gobierno de Ada Colau ha contratado a una decena de informadores ambientales, que se encargaran de vigilar las playas e informar de esta nueva normativa. Sin embargo, ellos no podrán multar a nadie. Si alguien hace caso omiso de las instrucciones, los informadores llamarán a la Guardia Urbana y serán ellos quienes sancionarán con 30 euros a los infractores.

Uno de los motivos que respaldan esta medida es el impacto del tabaco en la salud, tanto de fumadores como de fumadores pasivos. Es decir, aquellas personas que, a pesar de no fumar, están rodeadas de personas que sí lo hacen. “El tabaquismo es la primera causa de mortalidad evitable en España, y los fumadores pasivos también tienen riesgo a padecer enfermedades oncológicas, cardiológicas y respiratorias”, ha informado Gemma Tarafa, concejala de Salud del Ayuntamiento de Barcelona. Teniendo todo esto en cuenta, hay quien sí que ve con buenos ojos la prohibición. “A mí me parece estupendo. La gente es muy incívica, y no tengo por qué tragarme el humo del tabaco de otros”, explica Sergio, que estaba en la Playa de Bogatell cuando se ha enterado de la noticia.

El cuidado del medio ambiente ha sido otra razón de peso para el gobierno catalán. El año pasado, Barcelona puso en marcha una prueba piloto en la que prohibió fumar en cuatro playas. “Gracias a esto se redujo la presencia de colillas hasta un 50%”, según ha afirmado Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica. Dónde sí se podrá continuar fumando es en la zona de paseo y en los chiringuitos, que se han adherido a la normativa de las terrazas de los restaurantes.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_