Ferran Bel, portavoz del PDeCAT: “En el Congreso sobran vetos y faltan acuerdos”

Tras la expulsión del PDeCAT del Govern, los herederos de Convergència buscan su voz propia en el Congreso y en el Parlament. En las Cortes, el subgrupo de Junts per Catalunya se ha dividido en dos y el diputado Ferran Bel (1965) es el portavoz de los cuatro integrantes de la bancada que no se han unido al partido de Carles Puigdemont. Bel sabe que, con la actual aritmética, sus votos pueden ser claves para los Presupuestos. No descarta participar en un gran pacto con Ciudadanos, si se respeta, por ejemplo, la mesa de diálogo. Su opción, sin embargo, es que se supere “la ligereza” con que se imponen los vetos, un dardo a ERC. La pelota, dice, está en el tejado del Gobierno.

Pregunta. El PDeCAT votó distinto de Junts el pasado jueves en el Parlament. ¿Veremos esta imagen en el Congreso?

Respuesta. No ha sido votar distinto por votar distinto. Una ley para limitar los alquileres abusivos es importante pero ese texto no era suficiente. Por ejemplo, no protegía lo suficiente al pequeño propietario. Esa diferencia de voto se verá en Barcelona y en Madrid todas las veces que creamos conveniente.

P. ¿Cómo se gestionarán esos desacuerdos?

R. Desde que hemos sido expulsados del Govern el planteamiento es otro. Las obligaciones y la lealtad ya no son las mismas. Es evidente que si somos dos partidos distintos, pese a estar en el mismo subgrupo parlamentario, se ha de saber asumir que se tengan posiciones distintas.

P. ¿Descarta ir al grupo mixto?

R. Sí. Hacerlo implicaría dinamitar el acuerdo de creación del grupo plural y generaría un problema al resto de partidos. Por parte de Junts no soy yo quien lo tenga que decir, pero creo que piensan igual que nosotros.

P. Puigdemont pidió el viernes al PDeCAT no apoyar los Presupuestos para ser “fieles” al programa electoral. ¿Qué opina?

R. Al presidente le tenemos un gran respeto institucional, pero forma parte de otro partido. Cuando nos presentamos a las elecciones no había un planteamiento de no a todo y quiero pensar que Puigdemont no se instalará en el no por el no. Cuando tengamos una propuesta de cuentas la analizaremos y decidiremos en función de los intereses de Cataluña.

P. ¿Qué le pide al Gobierno para comenzar a negociar?

R. De momento solo tenemos un anuncio televisivo de Pedro Sánchez planteando la idea de llegar a acuerdo. Con Junts, durante esta legislatura y después del ‘no’ a la investidura, no ha habido voluntad de negociar nada por parte el Gobierno. Los Presupuestos son clave en este momento de crisis y para sentarse a hablar para redireccionar la situación política en Cataluña. Pero ni siquiera hay una propuesta formal sobre la mesa para un pacto presupuestario.

P. ¿Exigirán para ese acuerdo el ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía a los líderes independentistas presos?

R. La injusta situación de los presos políticos y exiliados debe ser una prioridad no en cualquier acuerdo sino para la democracia del Estado español.

P. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, dijo el pasado lunes que no había margen para pactar las cuentas ni con ustedes ni con Cs, por ser proyectos de “centro derecha”. ¿Entiende el veto?

R. Sería peculiar que haya un veto de ERC al PDeCAT cuando se ha estado está gobernando juntos en la Generalitat hasta hace dos semanas. Y se sigue aún con Junts. Se habla con mucha ligereza de vetos aquí y en el Parlament. Sobran vetos y faltan acuerdos, de un tiempo para acá se leen los acuerdos como derrotas o renuncia a los principios y eso en política no es así.

P. ¿No veta entonces un posible pacto que incluya a Ciudadanos?

R. Los Presupuestos son especiales y no se pueden desmarcar de la situación política en Cataluña. Hay margen de acuerdo pero si Cs pone como condición eliminar la mesa de diálogo, por ejemplo, eso es inasumible.

P. ¿Y si no hubiera nada que considere lesivo contra su visión en ese sentido?

R. Es difícil valorar eso sin nada sobre la mesa. Prefería un acuerdo con la mayoría de la investidura, nosotros y Junts. La CUP está en otra rasante. Esa nueva mayoría, con 21 diputados catalanes, sería signo de que las cosas están cambiando. Pero forjar ese acuerdo es responsabilidad del Gobierno.

P. La ANC y Òmnium fueron muy duros con los partidos por considerar que privilegian el partidismo antes que la estrategia común para lograr la independencia. ¿Qué autocrítica hace respecto a no conseguir esa unidad?

R. La estrategia debe de ser compatible con la existencia y el trabajo de los partidos y no hay solución política al margen de los partidos políticos. Es un error intentar estigmatizarlos La unidad estratégica no debe confundirse con la asimilación ideológica y si hasta el momento no se ha conseguido es responsabilidad de todos.