Feijóo destierra la amnistía de la campaña del PP y Sánchez le insta a pedir perdón “por el odio y las mentiras derramadas”
El incendio político causado por el cambio de discurso del PP lleva a su líder a modificar la estrategia inicial de exprimir la crítica a la medida de gracia. “Me parece fundamental que los políticos no mientan”, subraya. El presidente ironiza que se “ha autoenmendado”
Lo que antes era un arma hoy se ha vuelto un lastre para el PP. La amnistía se ha evaporado de los mítines de Alberto Núñez Feijóo en el tramo final de la campaña de las elecciones a la Xunta, después del incendio político causado por el volantazo de la dirección del PP al abrirse a un indulto condicionado a Carles Puigdemont y admitir que estudiaron durante 24 horas la medida de gracia a los encausados por el procés. En el sprint final a las urnas del 18-F, el líder popular pasa de puntillas por la amnistía, a la que apenas menciona ya en las intervenciones de su caravana paralela. Feijóo ni siquiera la nombró en una comida mitin en Santiago ni por la tarde en un acto en Betanzos (A Coruña). “Me parece fundamental que los políticos no mientan”, subrayó en la capital gallega.
El PSOE, en cambio, ha encontrado un filón en lo que hasta ahora era la principal bandera de la derecha para desgastar al Gobierno. Y lo explotará sin descanso los próximos meses, con independencia de lo que suceda el 18-F. “Hoy nadie discute que Cataluña está mucho mejor en 2024 que en 2017. Si hasta lo reconoce Feijóo en privado en una comida con periodistas. ¿Hay que ver, eh? Por la mañana negociando amnistías e indultos con los independentistas y por las tardes manifestándose en contra de esos independentistas y llamándoles terroristas”, arremetió Pedro Sánchez en un mitin en A Coruña, en el que se refirió por primera vez al cambio de discurso del PP de Feijóo. “En política, como en la vida, cuando alguien en privado dice una cosa y en público la contraria se llama hipocresía”, apostilló antes de instarle “a pedir perdón por el odio y las mentiras derramadas estos últimos cinco meses”.
La caravana propia de Feijóo pretendía acaparar el mensaje en clave nacional con la amnistía como ariete mientras el candidato popular, Alfonso Rueda, exprimía la vía gallega en paralelo. En esa línea, el jefe del PP irrumpió desde la primera jornada de la campaña con la lanza de la amnistía: defendió el modelo de su partido en Galicia frente al modelo del PSOE en el Gobierno central “que cambia la investidura por la inmunidad penal”. En Génova veían la medida de gracia como una baza a favor, más aún después de que Junts votase en contra de la ley en el pleno del Congreso, enviándola de nuevo a la Comisión de Justicia, trastocando los planes de Sánchez y causándole un severo revés.
El discurso de Feijóo se mantuvo en la misma dirección hasta que el sábado por la noche más una docena de distintos medios, entre ellos EL PAÍS, publicasen que el líder del PP estaría dispuesto a cerrar la crisis catalana con un indulto a Puigdemont condicionado a que el expresident fugado se arrepintiera y aceptara someterse a la justicia y la ley, según informaron fuentes del PP al más alto nivel en una comida celebrada el viernes con 16 periodistas en un restaurante de Lugo. Desde entonces, el líder popular ha ido diluyendo la amnistía como caballo de batalla. El jefe de la oposición ha rebajado además su nivel de exposición: no se le han podido plantear preguntas en sus últimas apariciones.
Sánchez ironizó este jueves con que Feijóo “se haya autoenmendado” y “se haya planteado una enmienda a la totalidad de lo que ha dicho estos cinco meses”. “Lo que ha reconocido en privado es que esos insultos, esos asedios a las casas del pueblo, esas llamadas a tomar la calle, esos golpes de pecho, eran puro postureo”, reiteró Sánchez en su tercer mitin de la campaña, en cuyo cierre participará en Santiago.
Diluir la medida de gracia
Ya el miércoles, durante el mitin celebrado por la tarde en Pobra de Trives (Ourense), Feijóo cambió de táctica al dejar de lado la amnistía y centrar sus mensajes en asuntos como la educación o la sanidad en Galicia. El viraje del PP le llevó a poner el foco en los riesgos que a su juicio implica el nacionalismo del BNG de Ana Pontón, principal rival de Rueda según las encuestas. Solo mencionó una vez la medida de gracia, para decir: “Nos tomaron el pelo a todos, y de la amnistía posible ahora es una amnistía formidable”. Este jueves participó en una comida mitin en Santiago en un encuentro con mujeres, en el que directamente evitó nombrar la amnistía.
Eso sí, reservó un espacio para cargar contra el Gobierno central, a la vez que se defendió del desconcierto generado con el giro de guion sobre los indultos. “En las campañas es bueno hacer un alto en el camino para escuchar, para reflexionar. Las campañas están lamentablemente cada día más llenas de mentiras y de barro. Mentiras para confundir a la gente y barro para intentar que las cosas no se vean de forma nítida”, expresó Feijóo. “Cuando un político dice que va a cumplir su palabra en la España actual, la gente no se lo cree (...) Me parece fundamental que los políticos no mientan”, agregó.
Sánchez continuó explotando la veta que el PSOE se ha encontrado en la última semana de campaña, a la que el PSOE había llegado desdibujado frente al tirón del BNG. “Señor Feijóo, bienvenido al sentido común, porque efectivamente la crisis territorial se resuelve desde la reconciliación y no desde la confrontación”, remarcó el presidente del Gobierno. Feijóo respondió desde Betanzos: “[A Sánchez] Le da igual humillarse. Está dispuesto a decirle a alguien que no ha hecho nada que ha hecho algo que usted ha hecho de verdad (...) Sánchez prefiere aniquilar a su partido antes de que el PP gobierne en Galicia”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.