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Sánchez se abre a limitar los plazos de instrucción para convencer a Junts sin tocar la ley de amnistía

El presidente está convencido de que encontrará un acuerdo, pero si no lo logra, la legislatura seguirá. “La ley va a salir, por supuesto que la voy a sacar”, afirma

Pedro Sánchez, durante la reunión de la comisión ejecutiva federal del PSOE, este lunes en Madrid.
Pedro Sánchez, durante la reunión de la comisión ejecutiva federal del PSOE, este lunes en Madrid.Borja Sánchez Trillo (EFE)
Carlos E. Cué

Pedro Sánchez ya ha puesto encima de la mesa una posible solución creativa de las que le reclamaba durante el fin de semana Junts para intentar desbloquear la negociación de la ley orgánica de amnistía al procés. El presidente del Gobierno insiste en que él no tiene intenciones de cambiar la ley sobre la medida de gracia, más allá de algún retoque técnico, porque cree que ir más lejos supone poner en riesgo la norma ante el Tribunal Constitucional o la justicia europea. Pero plantea a Junts una salida alternativa sin tocar el corazón de la amnistía: cambiar la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para poner más límites máximos a la instrucción de delitos. El caso del Tsunami Democràtic es el que más preocupa a Junts, porque es ahí donde el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón contempla implicar a Carles Puigdemont, su líder, y Marta Rovira, secretaria general de ERC, en posibles delitos de terrorismo. Es una causa que lleva cuatro años y medio de instrucción y el magistrado ha pedido seis meses de prórroga, según lo previsto en el artículo 324 de la LECrim. Junts teme que la investigación se dilate indefinidamente y que Puigdemont no pueda acceder a la amnistía durante mucho tiempo, por eso insiste en que no ha pactado “una amnistía en diferido”, sino que la quiere ya. Pero si se cambia la norma procesal, de forma rápida, eso estaría limitado.

El mensaje político, anunciado durante una entrevista este lunes en La Sexta, es muy claro. El PSOE y todos sus aliados, incluido ERC, están intentando convencer a Junts de que es imposible cambiar más la ley de amnistía para quitar cualquier margen a García-Castellón al hacer que todo tipo de delitos de terrorismo entren, porque eso dejaría la norma muy debilitada ante el Constitucional y la justicia europea. Por garantizar que entran todos podría no entrar ninguno si la tumba alguno de estos tribunales, dicen abiertamente en ERC. En Junts discuten esa idea y señalan que quieren garantías de que Puigdemont y otros no tienen que esperar meses y meses a que García Castellón y otros jueces terminen sus instrucciones, que pueden alargar casi indefinidamente a pesar de las reformas que en teoría limitaban esos plazos y que no han tenido muchos efectos prácticos, como se ve en Tsunami. García-Castellón ha prorrogado la instrucción seis meses más, hasta junio, y podría volver a hacerlo. El PP reformó la LeCrim en 2015 estableciendo que las instrucciones judiciales sencillas debían tener un máximo de seis meses de investigación y las complejas debían durar un máximo de 18 meses, prorrogables a otros 18 indefinidamente en casos excepcionales. El PSOE se opuso a aquel cambio y en 2020 introdujeron una modificación legal que acortaba la instrucción a 12 meses, pero prorrogables por periodos de seis meses sin límite. Esto último es lo que ahora se cambiaría de nuevo si prosperase lo anunciado este lunes.

Lo que le está diciendo Sánchez indirectamente a Puigdemont es que podrían limitar esas prórrogas para obligar al juez a llevar el asunto a juicio ya. Y es ahí donde tanto en el PSOE como en Sumar, ERC, PNV o Bildu, esto es todos menos Junts, creen que la acusación de terrorismo contra Puigdemont y Rovira no podría sostenerse y caería a desórdenes públicos agravados, como pide la fiscalía, y eso sí entraría en la amnistía. Por tanto, lo que está diciendo Sánchez indirectamente es que puede que el líder de Junts no entrara en la amnistía nada más ser aprobada, en mayo si se cumplen los plazos previstos con el retraso de un mes provocado por el no de los independentistas, pero no tendría que estar esperando indefinidamente a que el juez se decida a cerrar la instrucción porque la reforma de la ley no le daría ese margen. Ahora, todo esto son mensajes políticos, ahora habrá que llevar al papel y al Congreso cualquier reforma, y también es probable que los jueces busquen margen de movimientos para esquivar sus efectos.

Durante una entrevista en La Sexta, Sánchez ha dejado claro que no están pensando en cambiar el delito de terrorismo en el Código Penal, pero sí está encima de la mesa la posibilidad de cambiar la LECrim como fórmula de contentar a los independentistas. “Hemos visto instrucciones que se prolongan mucho en el tiempo. Son elementos que se incardinan en la reforma de la eficiencia de la justicia. Hay elementos que podemos incorporar de mejora que pueden subsanar dudas que tengan estas formaciones políticas”, ha señalado el presidente. Fuentes del Gobierno señalan que el cambio de la Ley de Enjuiciamiento Criminal es una de las posibilidades que está encima de la mesa “para mejorar la eficiencia de la justicia”. Estos plazos ya se han limitado varias veces en el pasado, tanto con gobiernos del PP como del PSOE, pero siempre hay excepciones a las que se acogen los jueces, como ha hecho García-Castellón en el caso Tsunami, para alargar los plazos. Esto es lo que podría reformarse ahora, y tendría que hacerse de manera muy rápida para que se pudiera aplicar en estos casos.

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Sánchez está convencido de que conseguirá llegar a un acuerdo para la ley de amnistía, pero insiste en que aunque no fuera así, la legislatura seguiría. El único que puede adelantar las elecciones es él: no hay una mayoría alternativa posible para una moción de censura (el PNV o Junts tendrían que sumar sus votos a Vox para hacer presidente al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, algo impensable ahora mismo). Y puede seguir con los Presupuestos prorrogados. “La ley de amnistía va a salir, por supuesto que la voy a sacar”, ha dicho Sánchez durante una entrevista en el programa Al rojo vivo de La Sexta.

El líder del PSOE ha insistido en que el texto que ya ha sido pactado y rechazado en el Congreso es “un buen texto plenamente constitucional, al cien por cien”, pero también “una cortina de humo” que el PP emplea para tapar su rechazo a medidas sociales. Sánchez ha anunciado que va a retomar la negociación con Junts, y ha reconocido que “negociar es complejo, pero con estos actores lo es mucho más”. Y ha subrayado que “el independentismo no es terrorismo”. No obstante, ha insistido en que ahora no está en sus planes modificar la forma en la que la amnistía trata el delito de terrorismo para buscar que los de Carles Puigdemont voten sí al texto al que votaron no el 30 de enero. De hecho, ha recordado que el PSOE ya rechazó incluir en la amnistía toda forma de terrorismo cuando votó en contra de las enmiendas de Junts de la semana pasada, y asegura que esa posición se mantiene.

Situación política general

El presidente ha hecho un repaso a la situación política general, aunque la entrevista ha estado centrada durante su primer tramo en la amnistía (que lastra las expectativas de voto al PSOE), y las consecuencias del rechazo de Junts. “Es tiempo de templanza y negociación y de darse cuenta de que hemos alcanzado un acuerdo plenamente constitucional”, ha dicho. Sánchez ha apuntado que va a negociar con Junts “en los próximos días” cuando ha sido preguntado sobre si ha tenido algún contacto privado con Puigdemont. “Creemos que es un buen texto, pero, ahora bien; entre todas las formaciones tendremos que encontrar una solución para que salga adelante; hay muchas elucubraciones, pero no se va a modificar el terrorismo; el terrorismo, que lo vencimos hace 13 años con los instrumentos de la democracia, no es equiparable al independentismo”, ha insistido.

Pedro Sánchez, junto al secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante la reunión de la comisión ejecutiva federal del PSOE, este lunes en Madrid.
Pedro Sánchez, junto al secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante la reunión de la comisión ejecutiva federal del PSOE, este lunes en Madrid.Borja Sánchez Trillo (EFE)

Sánchez tiene claro que la ley de amnistía “va a salir”, que la va a sacar, que ya es “cien por cien constitucional“ y que en los disturbios del otoño de 2019 tras la sentencia del procés no hubo terrorismo, un fenómeno que, ha insistido, “no hay que banalizar ni tergiversar”. “Lo que ocurre es que el PP sistemáticamente judicializa la política. De hecho, lo que hacemos con la amnistía es dar carpetazo a una situación que llevamos siete años sufriendo por una crisis política que yo no creé… y ahora resulta que el PP se manifiesta en la calle cuando deberían ser corresponsables y solidarios”, ha remachado.

Además, ha dado una explicación a lo que considera la fachosfera: “Es esa conjunción de políticas mediáticas de la ultraderecha para crear odio, crispar, polarizar...”; medios y periodistas que ha rehusado mencionar. “Los ciudadanos son maduros y lo saben; y saben que la fachosfera existe y huele a naftalina. Usé un galicismo para referirme a que son medios y estrategias que generan polarización, odio y resentimiento para tapar con su negativa a seguir avanzando con derechos sociales. No pensaba en nadie. Seguro que usted no se ha dado por aludido”, le ha dicho a Antonio García Ferreras. Preguntado sobre la canción que España va a mandar a Eurovisión, Zorra, Sánchez ha bromeado sobre el rechazo que genera en sectores ultras: “Seguro que la fachosfera hubiera preferido que mandásemos el Cara al sol”.


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