La vicepresidenta Teresa Ribera entra en la dirección del PSOE y la diputada Esther Peña será la nueva portavoz

Esther Peña será la nueva portavoz de la dirección federal del PSOE, que contará con la entrada de otro peso pesado del Gobierno: Teresa Ribera, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ribera entrará como vocal de la ejecutiva del principal partido del Ejecutivo, según han avanzado fuentes socialistas a EL PAÍS. Hasta ahora, la vicepresidenta tercera acudía a reuniones de la ejecutiva, pero ahora accederá formalmente. El Gobierno y el PSOE profundizarán de esta forma su fusión con una ejecutiva que contará con la presencia de 11 de los 18 integrantes socialistas del Consejo de Ministros del Ejecutivo de coalición.

Los miembros natos de la dirección serán 44, dos más que ahora, sin contar a los portavoces en el Congreso (Patxi López), el Senado (Juan Espadas en lugar de Eva Granados), de Víctor Camino como secretario general de las Juventudes Socialistas y de Inés Rey, vicepresidenta primera de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Pedro Sánchez recupera como vocal a Abel Caballero, el anterior presidente de esta institución y actual alcalde de Vigo. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE recupera de nuevo para su ejecutiva a Paco Salazar, actual secretario General de Planificación Política en el Gabinete de Sánchez en La Moncloa, como secretario de investigación y análisis de datos sociológicos y electorales de la dirección federal. El número dos de Santos Cerdán, Juan Francisco Serrano, asciende como secretario adjunto de Organización.

La federación de Extremadura ampliará su influencia en la cúpula socialista. El expresidente regional, Guillermo Fernández Vara, al que Sánchez le tiene una gran consideración, continuará como responsable de Política Autonómica. Además, Marisol Mateos, la secretaria de Organización de PSOE extremeño, asumirá la secretaría de Política Municipal y Reto Demográfico. Mayte Pérez, exconsejera de Presidencia con Javier Lambán antes de que los socialistas perdieran en las últimas autonómicas el Gobierno de Aragón, llevaba la cartera de Reto Demográfico en la ejecutiva del PSOE. La decisión, por tanto, no contribuirá a la mejora de las relaciones de Ferraz con Lambán, el dirigente socialista más crítico con los indultos y ahora con la ley de amnistía junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Ninguno de los dos asistirá a la convención política del PSOE de este fin de semana en A Coruña.

Peña, la sustituta de Pilar Alegría como altavoz del PSOE, ya desempeñó la portavocía del comité electoral en 2018 y 2019, un superaño electoral con comicios generales en abril y su repetición en noviembre, además de autonómicas, municipales y europeas en mayo. Diputada en el Congreso por Burgos desde 2015 y secretaria provincial el partido desde ese año, la dirigente socialista de Castilla y León se curtió esos años en Ferraz con un discurso sobrio y sin estridencias.

Esa experiencia ha sido clave para su elección después de dos meses en los que el PSOE resuelve así el relevo de Alegría —que seguirá como vocal en la Ejecutiva, en la que Isabel Rodríguez será secretaria de Vivienda y Agenda Urbana— pendiente desde el 20 de noviembre, cuando Pedro Sánchez la reforzó en el diseño del último Gobierno añadiendo a las competencias en Educación y Formación Profesional las de ministra de Deportes justo en un año olímpico y, sobre todo, la de portavoz del Ejecutivo. Una responsabilidad que Alegría no podía compaginar con la que venía realizando como portavoz de la ejecutiva federal del PSOE desde julio de 2022. El PSOE ha resuelto esta incompatibilidad los dos últimos meses con una portavocía coral temporal, en la que se han sucedido diferentes perfiles de dirigentes según la temática y en la que han participado los pesos pesados del partido, la vicesecretaria general y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, y Cerdán.

Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y especialista universitaria en Integración Laboral, Peña conoce el funcionamiento de las Cortes, donde entre otras funciones ha formado parte de la Junta de Portavoces y de las Comisiones de Constitucional, Defensa, Exteriores, Fomento, Agricultura, Trabajo, Sanidad e Igualdad. Su nombramiento es un reconocimiento además a la federación de Castilla y León que dirige Luis Tudanca, la tercera comunidad que más diputados aporta al PSOE en el Congreso (12) tras Andalucía (21) y Cataluña (19).

La comisión ejecutiva federal propondrá la incorporación de Peña y el resto de cambios en la dirección del PSOE en el comité federal del domingo, que será el punto y final de la convención política con la que los socialistas culminarán en A Coruña la reestructuración de su cúpula y la renovación del ideario político ante un primer semestre de 2024 marcado por las elecciones gallegas del 18 de febrero, las vascas —que las direcciones de distintos partidos sitúan el 21 de abril— y las europeas del 9 de junio. Y con las elecciones catalanas, que a más tardar serán en febrero de 2025, en el horizonte.

El máximo órgano del PSOE entre congresos también dará su plácet al ingreso en la cúpula socialista de cuatro de los nuevos ministros: Óscar Puente (Transportes y Movilidad Sostenible), Elma Saiz (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones), Jordi Hereu (Industria y Turismo) y Ana Redondo (Igualdad). Todos lo harán como vocales salvo la ministra de Igualdad, que reemplazará a Andrea Fernández como secretaria de Igualdad, lo que en la práctica convertirá a Redondo en la número cuatro del partido. Con su fichaje y el del resto de ministros el PSOE ahonda en el proceso que inició en el último Congreso Federal, en octubre de 2021 en Valencia, con el que Sánchez quiere tener bien engrasado el vínculo entre La Moncloa y Ferraz. Un movimiento que se inició entonces en parte como reacción a la animadversión generalizada que el PSOE le tenía a Iván Redondo, el jefe de gabinete de Sánchez en el Gobierno entre junio de 2018 y julio de 2021, y que ahora cobra una dimensión mucho mayor en un contexto marcado por la complejidad de una legislatura que pondrá a prueba la relación de los socialistas con partidos como Junts.

Pero eso no implica que el PSOE y el Gobierno tengan que llegar a ser indistinguibles. La apuesta por Peña responde también a la decisión, meditada durante semanas en Ferraz, de que la nueva portavoz no tenía que pertenecer al Ejecutivo, según las fuentes consultadas. Los socialistas creen que de esta forma dispondrán de más margen de maniobra para diferenciar ciertos mensajes políticos en su pulso permanente con el PP y Vox de la institucionalidad que va ligada a los cargos de Gobierno. El PSOE se reivindicará como la “única salida a los proyectos reaccionarios” de la derecha y la ultraderecha en su primera convención política desde la que Alfredo Pérez Rubalcaba organizó en 2013.