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Puigdemont y Cerdán se reúnen en Bruselas y escenifican la recta final del acuerdo para la investidura de Sánchez

El PSOE otorga la legitimidad política que exigía el líder de Junts, fugado de la justicia española desde octubre de 2017, mandando a su número tres a Bruselas

Puigdemont y Cerdán Bruselas investidura Pedro Sánchez
Los socialistas Iratxe García y Santos Cerdán, y los representantes de Junts Carles Puigdemont y Jordi Turull, en la reunión que han mantenido este lunes en Bruselas.

La imagen que Carles Puigdemont tanto buscaba, en la que el PSOE le reconociese toda la legitimidad a cambio de los votos de Junts, se ha producido finalmente solo dos días después de que Pedro Sánchez defendiese sin eufemismos la amnistía a los encausados del procés. Como adelantó EL PAÍS, Santos Cerdán, secretario de Organización de los socialistas y por tanto número tres de la cúpula de Ferraz, se ha reunido esta tarde con el expresident catalán, fugado de la justicia española desde octubre de 2017, en las dependencias que los diputados de Junts per Catalunya tienen en el Parlamento Europeo, según han informado ambos partidos. El encuentro, llevado con la mayor discreción, se ha producido la víspera de la jura de la Constitución de la princesa Leonor en el Congreso, una prueba de la rapidez con que en Ferraz y La Moncloa quieren cerrar los apoyos a la investidura. Y el de Junts, es decir, Puigdemont, es el más complejo de todos, según reconocen desde hace meses los negociadores socialistas.

A la reunión han acudido además el secretario general de Junts, Jordi Turull, la presidenta del grupo del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García, y el jefe de la delegación socialista en el Parlamento Europeo, Javier Moreno. “Este encuentro presencial se enmarca en las conversaciones que mantienen ambos partidos para las condiciones de una eventual investidura y reelección del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, han esgrimido en un mismo comunicado, en el que el PSOE se refiere a Puigdemont como “president”.

Los representantes de las dos delegaciones han coincidido, según la misma nota emitida pasada las seis y media de la tarde por PSOE y Junts, “en destacar el buen ambiente del encuentro y han constatado que dichas negociaciones avanzan en la buena dirección”. Ambas partes se han emplazado a seguir hablando en los próximos días, aunque la conclusión es que las negociaciones están muy avanzadas a falta de los últimos remates. Cerdán y Puigdemont han elegido para su reunión una semana con muy poca actividad institucional en Bruselas, en la que la mayoría de los eurodiputados se encuentran fuera, en sus circunscripciones, y casi todas las instituciones funcionan a medio gas en los días previos al puente de noviembre.

El PSOE llevaba semanas preparando este momento, muy delicado y sensible por el trato que supone dar a Puigdemont, y que indica que la investidura es cuestión de días. Los socialistas pretenden que sea a principios de la próxima semana, para que Sánchez pueda clausurar el congreso del Partido Socialista Europeo del 10 y 11 de noviembre en Málaga, ya como presidente con plenos poderes.

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La escenificación de la reunión de Puigdemont con Cerdán, una persona de la total confianza de Sánchez, implica el final de la negociación política a la espera de que se concreten los últimos detalles por cerrar con los diferentes socios que el PSOE necesita y que incluye, además de los independentistas catalanes, a EH Bildu, PNV y BNG. La fotografía del secretario de Organización socialista con el líder de Junts va mucho más allá de la reunión que Sánchez mantuvo a mediados de octubre con Míriam Nogueras, la portavoz parlamentaria de Junts, en el Congreso dentro de la ronda de contactos que realizó con los grupos parlamentarios. A esa reunión también asistieron Cerdán y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que se incorporó a ella después de las imágenes que dejaron constancia de un encuentro ya de por sí histórico.

El paso de este lunes representa la recta final para el acuerdo de investidura. La elección de Cerdán no es casual. Además de formar del círculo más íntimo de Sánchez, el hecho de que no forme parte del Gobierno ha terminado siendo decisivo para que fuese el elegido del PSOE para ilustrar la fotografía que Puigdemont demandaba como último gesto a cambio de los siete votos favorables de Junts. Cerdán, al ostentar solo un cargo de partido, estaba más liberado para desempeñar esta función, a diferencia de María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, o de Bolaños, que también pertenece a la ejecutiva socialista y es uno de los principales negociadores con los socios necesarios para la investidura. Lo mismo sucedía con Pilar Alegría, portavoz de la dirección federal y ministra de Educación. Yolanda Díaz, la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, sigue siendo por el momento la única integrante del Gobierno que se ha visto en persona con Puigdemont. En aquel encuentro, el pasado 4 de septiembre, Díaz acordó con el expresident de la Generalitat “explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político” en Cataluña. Aun así, el salto que ha emprendido el PSOE enviando a su número tres a Bruselas tiene un significado aún mayor y definitivo para el éxito de la investidura.

El PP ha reaccionado al encuentro criticando que se realice con Puigdemont y fuera de España. “El PSOE ha perdido la poca vergüenza que le quedaba y la reunión entre Santos Cerdán y el señor Puigdemont así lo acredita”, ha denunciado en un vídeo difundido en redes el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado. “Es la primera vez que la investidura de un presidente del Gobierno se negocia fuera del país y se negocia con un prófugo de la justicia de nuestro país. Queremos saber qué es exactamente lo que se está negociando”, ha insistido.

Una sala con una imagen del referéndum ilegal de 2017

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el expresident Carles Puigdemont en mayo de 2022, ante una foto de una urna usada para el referéndum ilegal de Cataluña del 1-O.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el expresident Carles Puigdemont en mayo de 2022, ante una foto de una urna usada para el referéndum ilegal de Cataluña del 1-O.Efe
SILVIA AYUSO (Bruselas)

Tras la foto del encuentro, otra imagen icónica, y polémica. La reunión que se ha celebrado este lunes en el Parlamento Europeo entre el secretario de Organización del PSOE y el presidente de Junts y expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha tenido lugar en una de las salas de que disponen los eurodiputados de Junts en la Eurocámara, y que está decorada con una fotografía de gran tamaño del referéndum ilegal independentista del 1-O de 2017 en Cataluña.

Concretamente, se trata de una fotografía de la agencia AP que muestra a una multitud portando una de las urnas del referéndum ilegal de hace seis años. La imagen había sido incluida en la exposición que Junts organizó a comienzos de septiembre en el Parlamento Europeo, coincidiendo con el discurso de Puigdemont en un hotel cercano de Bruselas enumerando sus “condiciones previas” para sentarse a negociar con el PSOE el apoyo a una eventual investidura de Pedro Sánchez. 

Tanto Puigdemont como el exconseller y también eurodiputado Toni Comín asistieron a la inauguración de la muestra, titulada “Contribución de Cataluña al progreso social y político de la UE”, de la que no obstante tuvo que ser retirada esta fotografía, ya que no contaba con el permiso para ser expuesta. Según había denunciado Ciudadanos, y confirmó el responsable de autorizar estas exposiciones en las dependencias de la Eurocámara, la imagen no había sido incluida en el expediente que se presentó cuando se propuso la exposición, por lo que se ordenó su retirada, horas antes de que se inaugurara la exposición.

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