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Detenido un hombre de Jerez por llamar al 016 haciéndose pasar por una mujer violada y retenida por su marido

El hombre reconoció los hechos y dijo que era “una broma”, pero la alerta provocó la movilización de multitud de recursos para localizarla ante el riesgo que parecía que sufría

Jesús A. Cañas
Operadoras del servicio de atención 016, en una foto de archivo.
Operadoras del servicio de atención 016, en una foto de archivo.Carlos Rosillo

A las siete de la tarde del pasado 19 de octubre saltó una alerta en el Centro Operativo Complejo de la Guardia Civil de Cádiz. Una operadora del teléfono 016 para la atención de víctimas de violencia machista alertaba de un caso inquietante: una supuesta madre marroquí y embarazada decía que su marido la retenía, la agredía física y sexualmente, y la obligaba a ejercer la prostitución en algún punto indeterminado del pueblo gaditano de El Bosque. Tras horas de angustiosa búsqueda en la que estuvieron implicados guardias civiles, servicios sociales de varias localidades y colegios, resultó que todo había sido una mentira. Un hombre de 32 años de Jerez de la Frontera (Cádiz) se lo había inventado para hacer “una broma”. Acabó detenido y ahora, en libertad a la espera de juicio, se enfrenta a una previsible multa de en la que se le podría reclamar el pago de todos los recursos destinados a la búsqueda.

La historia que el hombre, que responde a las iniciales F. J. L. R., se inventó encendió todas las alarmas de los agentes y los obligó a activar una búsqueda “contra reloj”, como explican fuentes del Instituto Armado de Cádiz. Las señas que dio a la operadora del 016 eran lo suficientemente preocupantes para justificar la alerta. Decía ser madre de seis hijos y estar embarazada de un séptimo, mientras su marido la tenía retenida, la violaba y la obligaba a prostituirse. Añadía que no sabía dónde se encontraba, solo que estaba en una vivienda rural de El Bosque, un municipio de la Sierra de Cádiz de 2.200 habitantes. Al haber menores implicados, la persona que atendió la falsa llamada, además de dar alerta a la Guardia Civil, recomendó que se pusiese en contacto con Fundación ANAR, de ayuda al maltrato en la infancia y adolescencia.

El investigado realizó esa segunda comunicación y repitió el embuste, aunque “con contradicciones” que ya hicieron sospechar a los profesionales, tal y como explica la Guardia Civil de Cádiz en un comunicado emitido este martes, aunque para ese entonces, el instituto armado ya había iniciado su búsqueda de la supuesta mujer. “Como no la encontrábamos en El Bosque, miramos por los servicios sociales de otras localidades cercanas, centros de salud, ayuntamientos e incluso colegios”, relata un agente gaditano conocedor del caso, condicionados además por la premura en la actuación que la supuesta víctima requería.

La segunda llamada a ANAR permitió a los Servicios Centrales de la Guardia Civil, en Madrid, rastrear la dirección IP desde la que se había realizado la llamada y dar con una dirección postal y con el titular de la línea. Resultó que la comunicación se había realizado desde una vivienda de Jerez de la Frontera en la que figuraban como moradores un matrimonio de avanzada edad y su hijo, el hombre de 32 años. Tras informar al juzgado de guardia de las pruebas obtenidas, los investigadores recabaron más evidencias con los propios sospechosos en el domicilio que “no dejaban lugar a dudas de la supuesta autoría del hijo del matrimonio en los hechos investigados”.

La Guardia Civil acabó por detener al sospechoso bien entrada la madrugada ya del 20 de octubre, horas después de la llamada. El hombre reconoció los hechos y acabó en los calabozos de la Guardia Civil gaditana. “Aseguraba que no se le pasaba por la cabeza que fuese un delito, para él era una broma”, apuntan desde la Comandancia. Tras pasar a disposición judicial, el bromista acabó en libertad, investigado como presunto autor de simulación de delito. Más allá de las consecuencias penales que su acción pueda acarrearle en un juicio posterior, “le va a costar muy caro porque se le va a pedir la responsabilidad patrimonial”, añade el mismo agente.

De hecho, como recuerdan desde la Comandancia de Cádiz, en este tipo de casos “es habitual que tras la finalización de la causa penal se le reclamen al autor el pago de todos los recursos que a la ciudadanía ha costado su broma”. Desde la Guardia Civil gaditana añaden que son situaciones consumen “una gran cantidad de recursos de las administraciones, que deberían estar destinados a proteger la seguridad ciudadana y el libre ejercicio de las libertades”. “Los recursos no son ilimitados y eso hay que ponderarlo. Imagina que surge otra víctima mientras que se estaba buscando a esta supuesta víctima que resultó no serlo”, ejemplifica el agente conocedor de ese caso.

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El teléfono 016 atiende a las víctimas de todas las violencias machistas —de la sexual a la psicológica, la económica o la trata—, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Las y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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