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Albares llamó a la embajadora israelí en España para protestar por su “inamistoso” comunicado

El ministro de Exteriores da por zanjado el incidente diplomático y la Embajada de Israel lo corrobora: “Pasamos página”

Albares, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, este martes.
Albares, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, este martes.Carlos Luján (Europa Press)
Miguel González

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó el lunes por la tarde a la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon, después de que su legación diplomática difundiera un comunicado en el que acusaba a miembros del Gobierno español, a los que no identificaba, de “alinearse con este terrorismo tipo ISIS [Estado Islámico]”, en alusión al ataque de Hamás contra Israel del pasado día 7. Además, pedía al presidente Pedro Sánchez que denunciara y condenara “inequívocamente” unas declaraciones que calificaba de “inmorales” y “vergonzosas” y que supuestamente ponían en riesgo a las comunidades judías en España. Albares, según ha revelado él mismo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, trasladó a la representante diplomática israelí el “profundo disgusto” del Gobierno por este comunicado, que “considera un gesto inamistoso”, y le anunció que su departamento iba a emitir una nota de respuesta.

En efecto, horas después, Exteriores difundió un texto en el que rechazaba “tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos miembros” del Gobierno y tachaba sus acusaciones de “insinuaciones infundadas”. La respuesta de Exteriores, inusualmente dura en términos diplomáticos, fue pactada con La Moncloa, según fuentes gubernamentales. Aunque ni el texto de la Embajada israelí ni el de Exteriores aludían expresamente a ningún miembro del Gobierno, todos dan por sentado que los ataques iban dirigidos a los representantes de Sumar, Podemos e Izquierda Unida en el Consejo de Ministros. La embajadora israelí no fue la única con la que habló Albares el lunes. También lo hizo con la vicepresidenta segunda y líder del sector minoritario del Ejecutivo, Yolanda Díaz.

Aunque debió tratarse de una conversación muy tensa, a juzgar por el relato del ministro, Albares ha dado por zanjado el incidente diplomático, que ha calificado de “puntual”, y ha asegurado que la conclusión a la que llegaron tanto él como la embajadora fue la de “trabajar juntos para que la amistad que existe en España e Israel se mantenga”. Un portavoz de la Embajada israelí en España señaló a EL PAÍS que, tras haber escuchado cómo el ministro explicaba la posición del Gobierno español ante el conflicto y subrayaba que la línea oficial es la que fijan el presidente y el titular de Exteriores, el asunto quedaba aclarado. “Pasamos página”, concluyó.

El ministro y la embajadora se encontraron por última vez el pasado día 11, cuando Albares recibió en la Casa Sefarad a los representantes de las asociaciones judías, a quienes dio el pésame por las víctimas de los ataques terroristas y con quienes intercambió impresiones sobre la situación.

Albares ha insistido en varias ocasiones en que solo hay “dos voces autorizadas” para definir la política exterior del Gobierno: la del presidente y la de él mismo, y no ha querido hacer comentarios sobre las opiniones de otros ministros que, en todo caso, no representan la posición del Ejecutivo. Para que no hubiera dudas al respecto, ha subrayado que la posición del Gobierno “es muy clara desde el primer minuto: condenamos el ataque contra Israel de una organización terrorista como es Hamás; exigimos la liberación de los secuestrados y lamentamos víctimas inocentes y reconocemos el derecho de Israel a defenderse de este ataque terrorista, pero cualquier acción tiene que hacerse respetando el derecho humanitario”. Así, ha pedido que se diferencie entre los objetivos terroristas y el pueblo palestino y ha agregado que la población civil debe tener garantizados los suministros básicos, como el agua o la electricidad.

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A largo plazo, el ministro ha defendido la fórmula de los dos Estados (uno judío y otro árabe) como única salida al conflicto; y, a corto, ha subrayado la necesidad de mantener e incluso aumentar la cooperación con el pueblo palestino, por lo que ha prometido que a la donación extraordinaria de un millón de euros en ayuda de emergencia española ya anunciada seguirán más. Tras destacar que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es “un buen socio” de la UE, ha enfatizado que “ni un solo céntimo de la cooperación europea o española ha acabado en manos de Hamás”.

Ante la pregunta de si había hablado sobre el conflicto de Oriente Próximo con el sector minoritario del Gobierno, ha asegurado que mantiene una “relación fluida” con todos los ministros y que el lunes tuvo un “intercambio de opiniones” con la vicepresidenta Yolanda Díaz. La propia líder de Sumar ha dicho este martes que la respuesta de Exteriores al comunicado de la Embajada israelí refleja la posición del Gobierno “al completo” y que ha tenido “un trabajo permanente” con el ministro de Exteriores sobre este asunto.

A pesar de las declaraciones de Albares, la ministra de Derechos Sociales en funciones y líder de Podemos, Ione Belarra, ha insistido este martes en denunciar la “voluntad de exterminio” de Israel contra el pueblo palestino. “No cabe la equidistancia; en este momento hay que decir claramente que Israel es un Estado ocupante”, ha afirmado Belarra, cuyo partido ha pedido que Pedro Sánchez lleve al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante la Corte Penal Internacional. Tanto Sumar, la formación que lidera Yolanda Díaz, como Podemos e Izquierda Unida participaron el domingo en la manifestación que recorrió el centro de Madrid en solidaridad con Palestina. Sumar ha “condenado” expresamente los ataques contra la población civil cometidos por Hamás en Israel.

Por otro lado, Albares ha asegurado que su departamento está en “contacto permanente” con los españoles que quieren salir de Gaza y dispone ya de un censo de todos ellos. Aunque no ha querido aventurar cifras, alegando “motivos de seguridad”, fuentes gubernamentales cifran en 120 los españoles atrapados en la Franja, mientras que otras los elevan hasta 250. Los números varían notablemente en función de cuántos familiares se incluyan --en muchos casos se trata de hispano-palestinos-- y de cuántos quieran permanecer allí. El jefe de la diplomacia española ha añadido que está en contacto con sus homólogos de Israel, Palestina, Egipto, Jordania, los países del Golfo y, en general, “todos los países que son fundamentales en la crisis”, así como organizaciones internacionales, para llevar a cabo la evacuación en cuanto sea posible.

Albares también ha abogado por la apertura de pasillos humanitarios para hacer llegar la ayuda a la población de Gaza y ha dicho que España colaborará en cuanto se abran. Precisamente, Pedro Sánchez ha hablado este martes con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, ha quien ha agradecido “su liderazgo en la búsqueda de una solución y que la ayuda humanitaria pueda llegar a Gaza lo antes posible”, según un mensaje que ha puesto en las redes sociales.


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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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