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Siete años de cárcel por estafar a una anciana con delirios religiosos a quien prometió “una casa en el cielo”

El arrestado fingió llamadas por número oculto con la Virgen María o Dios y aseguraba que el dinero sustraído estaba en “el Banco del Cielo”

Fachada de la Audiencia Provincial de León, en una imagen de archivo.
Fachada de la Audiencia Provincial de León, en una imagen de archivo.
Juan Navarro

Un hombre ha sido condenado a siete años de prisión por estafar casi 300.000 euros a una anciana con delirios místicos (contó a los jueces que la Virgen se le apareció para hacerla “santa”), a la que hizo creer que ese dinero estaba siendo invertido en el “Banco del Cielo” para ir construyendo una vivienda en las alturas, donde poder residir tras la muerte a la vera de dios, junto a su madre y su marido. La anciana, de 81 años, sufre un trastorno “místico-religioso y megalomaníaco”, cuajado de “ideas delirantes”, lo que fue aprovechado por quien era su vecino para hacerla creer que “Nuestro Señor Jesucristo” o la “Virgen María” la llamaban por número oculto para pedirle que sacase el dinero de las cuentas corrientes y lo depositase en un cajón de la tienda del condenado, desde donde ascendía directamente al Banco del Cielo en el que, mentía el estafador, “le rentaría más y podría construir una casa” en la gloria.

La Audiencia Provincial de León ha condenado a siete años de prisión al hombre que engatusó y excitó delirio de la mujer (ante el juez dijo que la virgen se le aparecía con frecuencia) para estafarla hasta que los hijos de esta se dieron cuenta de la estafa cuando vieron que los ahorros se habían evaporado y no tenía ya dinero ni para darle el aguinaldo a los nietos o pagar al fontanero. El timo comenzó en 2013, cuando el hombre (músico aficionado y con una tienda de productos naturales en León) vio que podía manipular las ideas delirantes de la mujer para quitarle el dinero. La sentencia de la Sección Tercera recoge que el detenido conocía perfectamente la alteración cognitiva de quien fue durante años su vecina, a quien tendió “una trampa” para irle sacando dinero como mediador hasta que “algún ser celestial” lo recogiera y lo ingresara en el cielo para edificar una gran vivienda. Allí, según le hizo creer, residían la madre de ella y su fallecido esposo, que cultivaba alfalfa en el reino de los cielos. La mujer decía que todo esto lo había visto ella misma.

El tribunal ha considerado probado que el sospechoso, quien antes actuaba en una orquesta, fue persuadiendo a la afectada “con llamadas telefónicas desde número oculto que ‘Nuestro Señor Jesucristo’ o la ‘Virgen María’ la llamaban para pedirle que sacase distintas cantidades de sus cuentas y se las diese a él para depositarlas en el ‘Banco del Cielo”, celestial entidad bancaria donde aseguraba que él mismo también metía su dinero por la alta rentabilidad. El lugar de ingreso era una caja sita en la sala de masajes de la tienda, ruinosa, donde se producía la ascensión del dinero.

De esta forma, entre enero de 2013 y diciembre de 2019, la mujer retiró y entregó al estafador 286.692,2 euros, mientras solo gastaba al mes 300 euros para su vida y manutención. Incluso le entregó al delincuente la pensión de viudedad. “Para dar mayor credibilidad a las apariciones, el acusado escenificaba conversaciones en su tienda o al teléfono, cambiando o alterando su voz y haciendo creer a [la víctima] que estaba hablando con su madre fallecida, Dios o la Virgen María, presionándola al decir que iba a matar a sus hijos o hacer desaparecer el dinero depositado en el cielo si contaba a aquellos que le estaba entregando dinero”, expone la sentencia

Estas amenazas dilataron que sus hijos descubrieran los hechos, pues se vieron sorprendidos cuando la mujer no tenía dinero para pagar la chapuza de un fontanero. Tras mucha insistencia, ella les confesó qué pasaba con su patrimonio, parte heredado de su familia, y sus descendientes le colocaron un micrófono y una grabadora para confirmar lo sucedido. Y así, el estafador fue grabado “simulando ser un ser celestial, cambiando o usando distintas voces (...) diciéndole a ella (...) “una palabra que digas y te mato a los hijos…”. También dijo él: “…estás mintiendo, no ves que soy Dios”

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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