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Los militares españoles no encuentran personas con vida en su segundo día de trabajo en Marruecos

El destacamento de la UME, dotado con 56 militares, trabaja entre Marraquech y pequeñas aldeas del Atlas para localizar víctimas del seísmo que ha asolado el sur del país africano

José M. Abad Liñán
Dos miembros de la UME trabajan sobre los escombros de una vivienda derruida en Anougal (Marruecos) este lunes.
Dos miembros de la UME trabajan sobre los escombros de una vivienda derruida en Anougal (Marruecos) este lunes.Spanish Emergency Military Unit (via REUTERS)

Este lunes ha sido un día muy largo en Anougal, en la cordillera del Atlas, una de la zonas más castigadas por el terremoto de 6,8 grados que la noche del viernes asoló la región al sur de Marruecos y arroja un balance provisional de más de 2.862 muertos y 2.562 heridos. Hasta la pequeña aldea de la cordillera del Atlas, al sur de Marraquech, se ha desplazado parte del equipo del Unidad Militar de Emergencias (UME) enviado por España este domingo, compuesto por 56 militares y asistido con cuatro perros adiestrados para localizar y en su caso rescatar víctimas de siniestros. La labor se ha saldado este lunes sin que se encontrara ninguna víctima con vida, señala el portavoz de los militares desde Amiz Miz por teléfono a EL PAÍS. Tan solo se han podido localizar dos muertos, precisa el brigada Alberto Vázquez; uno de los cadáveres ha sido extraído de los escombros por parte de los efectivos españoles.

De los 56 militares, ocho se han quedado en Marraquech para colaborar en el dispositivo de coordinación y el resto ha viajado hacia el sur, al corazón de la región más afectada por el seísmo. Vázquez describe así la labor de esta jornada, la primera que ha trabajado completa el destacamento español, y a destajo: “Por la mañana hemos levantado la base de operaciones en Amizmiz para poder desplegarnos y trabajar hemos establecido contacto con el centro sanitario de la localidad para ver cómo son las posibles evacuaciones, por si necesitaban algo”. En paralelo, han ido a reconocer dos lugares en el Atlas, divididos en sendos grupos. A una de las poblaciones, Anougal (4.000 habitantes, 71 kilómetros al suroeste de Marraquech), han llegado transitando por vías de acceso tortuosas y que, además, sufren numerosos derrumbes y un tráfico denso: “La carretera estaba cortada, nos ha costado mucho llegar”.

A pesar de los esfuerzos el Grupo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR por sus siglas en inglés), no ha encontrado “ninguna persona con vida”, pero sí han localizado dos cadáveres, al tiempo que otros equipos de rescate, marroquíes y británicos, extraían otros cuerpos.

En su labor, la UME ha usado este lunes geófonos (micrófonos para detectar sonidos bajo tierra) y pértigas con cámaras que se introducen en los huecos entre los escombros para localizar a víctimas y verlas sin poner en riesgo sin necesidad a un rescatista. También ha trabajado uno de los cuatro perros de búsqueda que acompaña al destacamento.

Derrumbes de casas “casi como castillos de arena”

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“Aunque sabemos que el tiempo va en nuestra contra y hay que ser coherentes, la esperanza no la perdemos”, reconoce el brigada. “El terremoto de Turquía y Siria [del pasado febrero] nos ha demostrado que se hicieron rescates con siete días y la esperanza no se va a perder”. Sin embargo, este seísmo encierra una dificultad peculiar, apunta. “En este terremoto lo particular es que las edificaciones suelen ser de mampostería, de adobe, y de derrumban casi como si fueran castillos de arena, y eso crea pocos huecos de vida [espacios con aire dentro de los escombros que permiten a las víctimas respirar], pero aun así, aquí hemos venido a salvar vidas y no vamos a cejar en el empeño, aunque hoy no hayamos encontrado a personas con vida”. Vázquez subraya la labor de recuperar también los cuerpos sin vida: “También es importante rescatar los cadáveres para que las familias afectadas puedan cerrar el círculo”.

Los equipos de la UME, que han trabajado desde primera hora del día, cuentan con capacidad para, si se solicita, trabajar en turnos rotatorios a lo largo de las 24 horas. La presencia de la UME deriva de un convenio de colaboración bilateral firmado por España y Marruecos. Su coordinación depende de las autoridades marroquíes, que marcan las prioridades y los lugares donde se precisa su ayuda. La noche de este lunes se celebran reuniones de coordinación para determinar las labores de este martes que, adelanta Vázquez, consistirán en parte en identificar nuevos destinos donde rastrear, cada vez más contra reloj, en busca de víctimas con vida.

Este martes llegarán a la zona nuevos equipos de ayuda. El Ministerio del Interior ha informado de que enviará cinco nuevos destacamentos de búsqueda y rescate. Los equipos, que cuentan con perros adiestrados, pertenecen a la Guardia Civil —que envía seis agentes—, la Policía Nacional, la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Granada y el de Madrid. Han partido de Madrid este lunes y previsiblemente alcanzarán la zona afectada este martes.

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Sobre la firma

José M. Abad Liñán
Es redactor de la sección de España de EL PAÍS. Antes formó parte del Equipo de Datos y de la sección de Ciencia y Tecnología. Estudió periodismo en las universidades de Sevilla y Roskilde (Dinamarca), periodismo científico en el CSIC y humanidades en la Universidad Lumière Lyon-2 (Francia).

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