Feijóo consolida su pugna con RTVE y otras instituciones públicas

En el punto 216 de su programa electoral, el PP de Alberto Núñez Feijóo establece como promesa: “Promoveremos las actuaciones necesarias para asegurar la independencia y objetividad en los medios de comunicación públicos”. No precisa nada más. Este lunes, poco después de que Feijóo fuese pillado de nuevo en un renuncio en su entrevista en TVE ante la afirmación falsa de que los gobiernos del PP siempre habían revalorizado las pensiones de acuerdo al IPC, el vicesecretario Institucional de los populares, Esteban González Pons, escribió en Twitter: “Creo que @rtve va a perder las elecciones. Y espero que al día siguiente dimitan los dirigentes de ese partido, como se hace en todos los partidos cuando pierden las elecciones a las que se presentan. Mejor no ir. Yo ni la veo ni voy”. Asociaciones profesionales de periodistas como la FAPE o la APM denunciaron ese ataque a los periodistas por hacer su trabajo. En esa estrategia de cuestionar y relegar a instituciones públicas y órganos estatales como Correos, el CIS o el INE, el PP no se presentará esta noche en el debate a cuatro precisamente en RTVE en el que sí estarán el presidente, Pedro Sánchez, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, y el de Vox, Santiago Abascal.

Poco después de su llegada al liderazgo del PP, Feijóo refrendó la ruptura de cualquier pacto con el Gobierno del PSOE para renovar el prorrogado hace casi cinco años Consejo General del Poder Judicial, arremetió contra las intromisiones del Ejecutivo de Sánchez en el Tribunal Constitucional y el presidente de ese órgano, contra el nombramiento político de la anterior Fiscal General del Estado y de su relevo y anunció una iniciativa para cambiar los procesos de selección y elección en distintos organismos estatales. El PP de Feijóo entiende así que su lema de derogar el sanchismo abarca todo tipo de instituciones. En el punto 215 del programa insiste en la idea de que si llegan a gobernar garantizarán que “los presidentes, directores y responsables de organismos independientes del Estado (Airef, INE, CIS, Tribunal de Cuentas...) no hayan ocupado puestos políticos como cargo electo, miembro del Gobierno del Estado o de las Comunidades Autónomas o cargo orgánico en partido político u organización sindical en los últimos cinco años”. No dice nada de la patronal.

La fijación institucional de estos días en el PP de Feijóo se ha concentrado mucho en la presidencia de Correos, porque fue presidente de esa compañía durante tres años nombrado por el Gobierno de Aznar, porque el actual responsable fue jefe de gabinete de Sánchez, y porque así se podía llegar a insinuar que los problemas de gestión en la documentación de los votos por correo podrían tener alguna intencionalidad política. El líder ha negado que tras sus críticas a Correos hubiera ninguna acusación directa de pucherazo en el proceso electoral, algo que al final se ha demostrado ajeno a la realidad de los datos, pero algunos dirigentes populares sí se han adentrado por esa senda sin ninguna prueba.

Pero la obsesión recurrente en el PP actual está centrada en la actuación de RTVE desde hace meses y la desconfianza se ha agudizado aún más desde el resbalón de Feijóo en la entrevista electoral del lunes en el programa La Hora de La 1, tras su respuesta fallida sobre la revalorización de las pensiones con los gobiernos populares según el IPC. La periodista Silvia Intxaurrondo lo corrigió varias veces sobre que ese dato no era correcto y Feijóo la retó a demostrar su corrección. Pons, responsable precisamente de las negociaciones con otros partidos para los debates, arremetió contra RTVE por ese comportamiento y señaló al ente como un “partido político” a derrotar. La actitud de Pons fue refrendada y seguida por otros dirigentes del PP, como Rafael Hernando.

La Asociación de Periodistas de Madrid (APM) mostró rápidamente su rechazo público y “categórico” a esas manifestaciones de Pons y recordó a “todos los políticos que la labor de los periodistas de los medios de comunicación, tanto públicos como privados, es ofrecer a sus lectores la mejor información posible, y, en el caso de las entrevistas a los candidatos de uno u otro signo, indicar, si las hubiera, las contradicciones que se pongan de manifiesto en sus discursos”. La Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) expresó su apoyo a los periodistas apuntados por el PP y remachó: “Si un representante político miente, y los datos así lo reflejan, es obligación del periodista rebatir esas falsas afirmaciones y ofrecer una información veraz (...) Lo contrario es servilismo y supeditar la profesión a intereses que nada tienen que ver con su función de control y denuncia”.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que agrupa a 50 asociaciones y está vinculada con otras 16, también ha denunciado los “ataques a los trabajadores de RTVE” y les ha mostrado su respaldo. La FAPE “recuerda a los partidos políticos y a la sociedad en su conjunto, que el periodismo y sus profesionales están al servicio de la ciudadanía, no del interés de los poderes políticos, económicos o financieros” y apela a que los partidos “respeten el trabajo de los periodistas y su papel en un servicio esencial como garantes del derecho de información de los ciudadanos”.

El Consejo de informativos de RTVE lanzó este martes una nota en la que insistía a partidos y agrupaciones que concurren a los comicios que respeten el trabajo de los periodistas y su papel de servicio esencial como garantes del derecho de información de los ciudadanos y volvía a pedir, como ya se hizo al inicio de la campaña, que se les permita trabajar “con criterios periodísticos y profesionales como al resto de los medios”. El comunicado también instaba a “todos y cada uno de los miembros” del Consejo de Administración de RTVE a que defiendan la labor informativa de sus trabajadores.

El consejero de RTVE, Roberto Lakidain, elegido a propuesta de Unidas Podemos, consideró que las palabras de Pons son “un retroceso en términos de calidad democrática” y ponen en duda la función de los medios comunicación, especialmente en campaña electoral. Lakidain recuerda los llamados viernes negros de los informadores de RTVE desde 2018 en defensa “beligerante” de su pluralidad y rigor y advierte de que si el PP llega a gobernar y no entiende esa función de los medios públicos habría opciones de volver a repetir esas reivindicaciones, informa Charo G. Gómez.

Ni Feijóo pidió disculpas a la periodista de TVE ni Pons se aplacó y tuiteó de nuevo tras el comunicado de la FAPE: “Sólo lo hacen contra el PP”. No es la primera polémica de Pons con RTVE en estos meses. En junio envió una carta a la presidenta del Ente para rechazar acudir a una reunión preparatoria del debate cara a cara en la que ya atacaba el tipo de informativos de la televisión pública.

El PP no se presentará este miércoles en el debate a tres que protagonizarán en RTVE Sánchez, Díaz y Abascal. Fuentes oficiales del PP justifican esa ausencia en que el encuentro “será un todos contra Feijóo entre los tres candidatos que ya saben que no ganarán las elecciones”, les censura a los tres y finalizan: “Feijóo sigue de campaña y compartirá momentos con la España no televisiva; esa que espera de sus políticos más cercanía y menos platós”.