_
_
_
_
_

Cae una trama que vendía marihuana envuelta como golosinas

La organización distribuía cogollos de la planta camuflados con aroma a chicle o vainilla en tiendas de nutrición deportiva, estancos y gasolineras de buena parte de España

Envases con apariencia de chucherías incautados por la Guardia Civil en la Operación Kagumi.
José M. Abad Liñán

Envasar droga en llamativos envoltorios de golosinas para hacerlos pasar por productos legales. Esa era la treta con la que una trama ha estado vendiendo cogollos de marihuana en tiendas de nutrición deportiva, grow shops (establecimientos legales de venta de semillas de cannabis), estancos y gasolineras en buena parte de España, hasta que la ha desmantelado la Guardia Civil. Agentes del instituto armado detectaron que varios comercios de la provincia de Almería distribuían las falsas chucherías, lo que los puso sobre la pista para localizar a una empresa que las producía en la vecina Granada. Nueve personas han sido arrestadas y otras 147 han sido investigadas en relación con el caso.

La empresa que producía la droga y la camuflaba, ubicada en las proximidades de Granada capital, contaba con una estructura “perfectamente organizada” para distribuirla y venderla, de lo que obtenían pingües beneficios económicos, informa este sábado el instituto armado en una nota de prensa. Para determinar el origen de los productos y la extensión de la red de distribución los agentes efectuaron registros, además de en Granada, en Valencia, que se acompañaron de otras 244 inspecciones en establecimientos de 31 provincias.

En la operación, bautizada Kaugumi, la Guardia Civil se ha incautado de más de 100 plantas de marihuana, 12 kilos de picadura de hachís y más de cinco de resina de hachís. Al tiempo, se han confiscado bienes procedentes de la comisión de los delitos, entre ellos dos vehículos, cerca de 20.000 euros en efectivo y otros 51.000 euros inmovilizados en una cuenta bancaria, ya puestos a disposición judicial, así como diverso material informático.

La droga se envasaba en paquetes y frascos de distintos tamaños. Los más pequeños, de unos pocos centímetros, incluían cinco gramos de cogollos, pero también se distribuían otros mayores, de 10 y de 20 gramos. Estos últimos incluían “dos cogollos grandes, como si fueran trufas”, detalla una fuente de la investigación, que especifica que también se envasaban en tarros de cristal “similares a los pequeños de mermelada o de caviar” y en otros de mayores dimensiones. En los envoltorios, con una apariencia “muy vistosa”, figuraban palabras en inglés como strawberry (fresa), gelato cake (pastel de helado), gum (chicle), aunque no simulaban marcas conocidas. En varias etiquetas se indicaba que el contenido era “para uso ornamental”.

Fuentes de la investigación especifican que Granada ha sido uno de los lugares donde se han efectuado la mayores aprensiones, tras la intervención allí, a finales de junio. La trama lo tenía todo “bien organizado” en ese punto de producción y venta de la provincia granadina. Atendían al público en una nave industrial, de dos plantas, en la primera de las cuales había una recepción con gente entrajada que atendían a los clientes y en la que se mostraban unos botes para oler los cogollos. Una peculiaridad de estos productores y distribuidores era que trataban las plantas para que tuvieran aromas, como vainilla, chicle o helado de galleta. Esa apariencia inocente contrastaba con el contenido, de una toxicidad “muy alta”, señalan un agente que ha participado en el operativo.

La Guardia Civil encontró que la nave industrial albergaba también un laboratorio y un pequeño cultivo, bajo techo, de cannabis, donde las plantas estaban clasificadas según el aroma que emitían. La organización había preparado parte del local para ampliar su actividad, que no ha trascendido desde cuándo se desarrollaba. Fuentes de la investigación destacan que es la primera vez en España que se pone fin una trama que se sirviera de la treta de las golosinas para distribuir droga. Lo operación ha sido coordinada por la Fiscalía Provincial de Almería y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Berja (Almería).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete


Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

José M. Abad Liñán
Es redactor de la sección de España de EL PAÍS. Antes formó parte del Equipo de Datos y de la sección de Ciencia y Tecnología. Estudió periodismo en las universidades de Sevilla y Roskilde (Dinamarca), periodismo científico en el CSIC y humanidades en la Universidad Lumière Lyon-2 (Francia).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_