España protesta ante Rabat por calificar a Ceuta y Melilla de “ciudades marroquíes”

Nuevo roce diplomático entre España y Marruecos. El Gobierno español se ha quejado formalmente a Rabat por calificar a Ceuta y Melilla de “ciudades marroquíes” en un documento enviado a la Comisión Europea. A través de una nota verbal remitida a la Embajada de Rabat en Madrid, el Ministerio de Asuntos Exteriores rechaza “categóricamente” el lenguaje utilizado por Marruecos para referirse a las dos plazas españolas del norte de África y subraya que “las fronteras españolas, incluidas Ceuta y Melilla, están internacionalmente reconocidas”, según fuentes gubernamentales.

La queja diplomática se produce después de que, el pasado día 17, Rabat protestara ante Bruselas por las reiteradas declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea responsable de inmigración, Margaritis Schinas, defendiendo que las ciudades autónomas norteafricanas son fronteras españolas y de la Unión Europea. En el anexo de la nota verbal de protesta trasladada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos a la Delegación (Embajada) de la UE en Rabat se recopilaba una decena de supuestas “declaraciones hostiles” de Schinas sobre Marruecos y, añadía textualmente, “las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla”.

La diplomacia europea recibió con una mezcla de “sorpresa y malestar” que Marruecos protestara dos años después de que Schinas se pronunciara por primera vez sobre la españolidad de Ceuta y Melilla en mayo de 2021, justo después de que más de 10.000 personas irrumpieran irregularmente a través de la frontera ceutí de El Tarajal.

El escrito marroquí ha molestado especialmente en Madrid porque incumple el compromiso de ambos gobiernos de “evitar todo aquello que ofende a la otra parte, especialmente, en lo que afecta a las respectivas esferas de soberanía”, según anunció el 2 de febrero en Rabat el presidente español, Pedro Sánchez. Hasta ahora, las declaraciones reivindicando la marroquinidad de Ceuta y Melilla se habían producido por parte de políticos ajenos al poder ejecutivo, como el presidente del Senado, y habían sido desautorizadas por este.

El nuevo roce diplomático se produce en medio del tira y afloja para abrir las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, uno de los acuerdos incluidos en la hoja de ruta pactada en abril de 2022, tras la audiencia de Mohamed VI a Pedro Sánchez en Rabat. Aquel encuentro cerró una crisis bilateral de casi un año y solo fue posible después de que el Gobierno español cambiara su tradicional política sobre el Sáhara Occidental y pasara a apoyar el plan de autonomía propuesto por Rabat para la excolonia española.

Hasta ahora se han realizado tres pruebas piloto de paso de mercancías por las aduanas de Ceuta y Melilla. En las dos primeras, realizadas en enero y febrero, un camión con productos españoles pasó a territorio marroquí; y en la tercera, el pasado viernes, se produjo por vez primera un intercambio de mercancías en ambos sentidos. Sin embargo, todavía no hay fecha para la apertura normalizada de las aduanas y Rabat da largas al acuerdo de realizar pasos diarios y no solo ocasionales para acelerar su puesta en marcha de las dos aduanas. La de Melilla fue cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018, mientras que Ceuta nunca hubo aduana.