España entregará a Ucrania otros dos lanzadores de misiles antiaéreos y una batería de artillería móvil

España donará a Ucrania dos nuevos lanzadores antiaéreos Hawk, que se suman a los cuatro ya entregados al Gobierno de Kiev para defenderse de los ataques rusos contra sus infraestructuras críticas con drones iraníes, y una batería de artillería remolcada, según ha confirmado el Ministerio de Defensa. Esta última, formada por seis obuses de calibre 105 fabricados por la empresa italiana Otto Melara, constituye el primer sistema de artillería tierra-tierra entregado por España al Ejército ucraniano, que pelea palmo a palmo por recuperar el territorio ocupado por las tropas rusas en el este del país desde el pasado 24 de febrero. Estas piezas, utilizadas originariamente por unidades de montaña, se caracterizan por su gran movilidad, ya que pueden ser desmontadas y transportadas en muy poco tiempo incluso a lomos de mulas y tienen un alcance de 14 kilómetros.

El Ministerio de Defensa ha aprovechado que unidades del Mando de Canarias están realizando estos días maniobras con dicho armamento en el campo de maniobras de Viator (Almería) para instruir en su manejo a 21 militares ucranios desde este miércoles y hasta el próximo 16 de noviembre, antes de que se entregue la batería.

No son los únicos militares ucranios que se adiestran actualmente en España. Después de que los primeros 19 se instruyeran en octubre pasado en la base aérea de Zaragoza en el manejo de la batería de misiles antiaéreos Aspide donada por el Ejército del Aire español, un reducido equipo de expertos de Kiev sigue un curso en el Mando de Ciberdefensa, en Retamares (Madrid), para hacer frente a los ciberataques rusos.

Todas estas iniciativas bilaterales confluirán en EUMAM Ucrania, la misión de asistencia militar de la UE que se propone instruir a 15.000 militares ucranios en dos años, incluso si antes de ese plazo se alcanzara un alto el fuego. España contará con su propio módulo de adiestramiento de la misión europea, el Toledo Training Command (TTC), que tendrá su sede en la Academia de Infantería de la capital castellano-manchega. A este centro se incorporarán, el 14 de noviembre, 67 soldados ucranios, en su mayoría sin formación militar, para recibir instrucción básica durante cinco semanas. Defensa ha preparado también cursos para tiradores de precisión, desactivadores de artefactos explosivos improvisados (IED), zapadores o paramédicos (estabilización de heridos en combate), con un máximo de 400 plazas cada dos meses, aunque la cifra definitiva dependerá de las peticiones que haga el Ejército ucranio.

La rapidez con la que se ha puesto en marcha el programa hace que aún no se conozca su presupuesto, que será financiado en parte por la UE, ni se haya aclarado el estatuto de los militares ucranios en España, ya que su país no pertenece al club europeo ni a la OTAN, o cuál sería el tratamiento en casos de deserción como los que se produjeron durante la formación en España de militares afganos. Todos estos cabos sueltos deben negociarse con la delegación del Ministerio de Defensa ucranio que, encabezada por la coronel Yulia Tapaciok, jefa de Relaciones Bilaterales para Europa del Estado Mayor Conjunto de Kiev, visita España dentro de una una gira por países europeos.

La militar ucrania, que ha comparecido este jueves en Defensa junto a la ministra Margarita Robles, ha destacado que España, pese a ser el país europeo con más horas de sol, ha donado al Ejército de su país el 80% de sus uniformes de invierno (77.000 de 100.000). Robles, por su parte, ha subrayado que Urania tiene el apoyo de España para “ejercer su derecho a la legítima defensa” ante la invasión rusa, en la que no solo se defiende a sí misma sino también los valores de la libertad y la democracia y el derecho internacional. El problema es cómo compatibilizar esa solidaridad con el deseo de no contribuir a “la escalada, la extensión ni la cronificación” de la guerra, en palabras del secretario general de Política de Defensa, el almirante Juan Francisco Martínez Núñez.