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Macron enfría el MidCat pese a la presión de Scholz y Sánchez

La ministra Ribera desmiente al francés, que aseguró que es su país el que exporta gas a España

Emmanuel Macron y Liz Truss se reúnen en Praga, en el entorno de la reunión de la Comunidad Política Europea.
Emmanuel Macron y Liz Truss se reúnen en Praga, en el entorno de la reunión de la Comunidad Política Europea.LUDOVIC MARIN (AFP)

Nuevo jarro de agua fría, aunque un poco más suave que otras veces, del presidente francés, Emmanuel Macron, al proyecto MidCat, que impulsan España y Alemania para poder llevar gas desde la Península Ibérica al resto de Europa. El miércoles los dos primeros ministros más implicados en la idea, Pedro Sánchez y Olaf Scholz, aprovecharon la cumbre hispanoalemana en A Coruña para meter presión a Macron. Scholz dijo que Europa debe hacer más interconexiones y que este proyecto del MidCat, aunque en un primer momento pueda parecer no rentable —uno de los argumentos de Macron— lo será en el futuro, sobre todo si después de llevar gas, la tubería puede pasar a conducir hidrógeno verde, una de las energías clave de los próximos años. Sánchez dijo que no tiene sentido que España tenga gas sobrante gracias a su gran capacidad de regasificación —el 30% de toda la europea— y no pueda ser solidario con países como Alemania que lo necesitan porque no hay interconexiones. Sánchez además dijo que este no es un problema entre España y Francia, porque es un asunto europeo. De hecho es probable que en la cumbre informal de Praga, que ha empezado este jueves y seguirá el viernes, Sánchez saque el asunto para que Macron vea que tiene mucho apoyo. Pero el francés no se arredra, y ha vuelto a expresar su rechazo al proyecto a la entrada de la cumbre en Praga.

“¿Utilizamos plenamente las tuberías que ya existen? No, estamos al 50% o al 60%”, se ha preguntado retóricamente el presidente francés para argumentar que el MidCat no es necesario. “¿Hay hoy mucho gas que sube (hacia Francia)? No, es más bien Francia la que exporta gas a España”, ha alegado el jefe del Estado vecino. Sin embargo, los datos señalan lo contrario, y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha salido rápidamente a desmentir al francés desde León. “Las palabras del presidente Macron no son compartidas por España. Es importante destacar que estamos hablando de intereses europeos, y no debemos pensar solo en interés doméstico. Más del 70% de los días la exportación es sur-norte [de España a Francia] y alguna vez norte-sur. España defiende ser solidarios con el resto de Europa. Es importante garantizar una mejor interconexión y facilitar la construcción de un corredor ibérico de hidrógeno. La manera más eficaz de transportarlo es a través de un tubo. Por eso apoyamos este proyecto”, ha señalado. Según datos ofrecidos por el Gobierno español, “desde el 1 de marzo, una semana después de que empezara la guerra en Ucrania, España ha tenido un saldo exportador neto de gas a Francia en el 69% de los 219 días transcurridos. En torno al 17% de los días del periodo, la conexión ha estado a su máximo de capacidad de exportación (uso igual o superior al 80% de su capacidad)”.

Macron también es escéptico sobre el tiempo que tardaría la infraestructura, a pesar de que España insisten en que unos meses podría estar lista. “¿Cuánto tiempo costará? Entre 5 y 8 años para construirlo ¿Queremos ser a largo plazo grandes importadores de gas del extranjero? No, nuestra estrategia es apostar por el hidrógeno. La pregunta que hay que plantearse es si haremos circular el hidrógeno por toda Europa o más bien la electricidad para hacer la electrolisis. Es una auténtica discusión estratégica que debemos tener. Yo creo que nuestra prioridad es más bien tener interconexiones eléctricas en Europa y por eso soy favorable a ese proyecto”, sentenció el francés.

Sin embargo, aunque el tono era de evidente rechazo, en esta última frase fuentes españolas creen ver una posible salida: si Macron apuesta por el hidrógeno y España también, con el apoyo de Alemania y otros países, es posible convencerle de que se haga el MidCat para el gas pero con la posibilidad de llevar hidrógeno verde en el futuro. Aún así, estas mismas fuentes admiten que el trabajo para convencer a Francia será largo y difícil. Pero si pensamos que hace un año la posición de la Comisión Europea era contraria a cualquier modificación del mercado eléctrico europeo y ahora ha girado hacia posiciones mucho más cercanas a las españolas, con intervencionismo claro y límites de precios, la delegación española cree que si persevera, aún es posible no dar por muerto el MidCat. Sánchez plantea si no que hay un plan B, por Italia, pero sería más costoso y complejo técnicamente.

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