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Exteriores considera “inaceptables” las críticas de Marruecos a la falta de control de la covid en los aeropuertos españoles

El Ministerio de Sanidad marroquí asegura que permitir los viajes desde España supone una amenaza para la salud de sus ciudadanos

Interior de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, el 1 de diciembre.
Interior de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, el 1 de diciembre.Samuel Sánchez

Marruecos ha dado una nueva vuelta de tuerca a la crisis diplomática con España. El Ministerio de Sanidad marroquí emitió el lunes por la noche un comunicado en el que asegura que había optado por repatriar a sus nacionales desde Portugal porque las autoridades españolas no ejercen el “debido y estricto control del estado de salud de los pasajeros en el momento de embarque en sus aeropuertos”. La nota señala que permitir los viajes desde España “constituye una amenaza para la salud de los ciudadanos [marroquíes] y un riesgo para los logros obtenidos por Marruecos” en su lucha contra la pandemia. Desde el 29 de noviembre no hay ningún vuelo procedente de España con destino a Marruecos.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha calificado de “inaceptables” las acusaciones del Ministerio de Sanidad marroquí que, ha asegurado, “no se corresponden con la realidad”. “España cumple con todos los requisitos internacionales y así se lo voy a trasladar a Marruecos”, ha dicho, visiblemente molesto, en una rueda de prensa conjunta con su colega luxemburgués, Jean Asselborn, de visita este martes en Madrid. Aunque Rabat asegura haber detectado varios casos positivos de covid en pasajeros en tránsito o procedentes de España, el ministro ha subrayado que Marruecos no había comunicado ninguna incidencia antes de hacer público el comunicado. Exteriores ha convocado al encargado de Negocios marroquí en Madrid y la Embajada española en Rabat se ha puesto en contacto con las autoridades marroquíes para comunicarles que el Gobierno español “no considera en absoluto aceptable” el comunicado, aunque Albares no ha aclarado si se ha presentado una nota formal de protesta.

Pese a ello, el ministro ha insistido en que los dos gobiernos mantienen un “diálogo fluido” y ha expresado su confianza en que prevalezcan quienes trabajan “de buena fe y con buena voluntad” por la normalización de las relaciones entre los dos países, dando a entender que no todos lo hacen. Y ha concluido con una advertencia: “Nadie debe llamarse a engaño, los intereses de España siempre estarán defendidos”. Desde que, en mayo pasado, Rabat propició la entrada irregular de más de 10.000 inmigrantes en Ceuta y llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, las relaciones bilaterales entre Madrid y Rabat no se han normalizado, pese a las buenas palabras.

La nueva andanada de las autoridades marroquíes llega solo un mes después de que Rabat aprobase, el pasado 18 de noviembre, una norma por la que se dejaba de exigir una prueba PCR para los viajeros provenientes de España. Marruecos solo pidió desde entonces el certificado de vacunación con la pauta completa, única exigencia que venía demandando España desde hacía varios meses a los pasajeros que llegan desde el país africano. En realidad, la postura de Marruecos cambió de forma radical en 10 días, ya que desde el 29 de noviembre quedaron suspendidos todos los vuelos con destino a Marruecos. Y solo se autorizaron desde el 15 de diciembre vuelos especiales de repatriación provenientes de tres países: Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Portugal. Las autoridades sanitarias nunca explicaron por qué esos países y no otros. El lunes por la noche, el Ministerio de Sanidad marroquí aseguró que, “tras observar los procedimientos de viaje, se constató que las autoridades competentes españolas no llevan a cabo el estricto y adecuado salud de los pasajeros en el momento de embarque en sus aeropuertos”.

El domingo 28 de noviembre, tras detectarse en Sudáfrica la variante ómicron, Marruecos decretó que al día siguiente quedaban suspendidos durante dos semanas los vuelos con destino y procedencia de Marruecos. Antes de cumplirse el plazo, el 13 de diciembre, Rabat decidió prolongar de forma indefinida la cancelación de todos los vuelos de llegada. Tras los estragos que sufrieron miles de sus propios nacionales bloqueados en el mundo, Rabat decidió autorizar desde el 15 de diciembre los citados vuelos de repatriación. En principio, esos vuelos especiales iban a operar sin fecha límite. Pero el mismo miércoles 15 de diciembre las autoridades marroquíes anunciaron que solo estarían disponibles hasta el 23 de diciembre. El argumento que esgrimieron para explicar su decisión fue el de “la propagación fulgurante de la variante ómicron en todo el planeta” y “su progresión preocupante en los países europeos vecinos de Marruecos”.

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Todas estas medidas preventivas no han impedido que el pasado 15 de diciembre se detectara en Casablanca el primer positivo de la variante ómicron. Ahora, después de que los vuelos procedentes desde España llevan suspendidos 23 días, las autoridades marroquíes aseguran en su mensaje del lunes haber “constatado” que en España se produce una “ausencia de control específico de los certificados de vacunación de los viajeros”.

En la actualidad, Marruecos solo permite que los nacionales y residentes salgan del país en vuelos regulares fletados por la empresa nacional Royal Air Maroc. En cuanto a los vuelos de regreso, solo autoriza hasta el 23 de diciembre los especiales provenientes de Portugal, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. El Gobierno marroquí no ha aclarado cuándo reanudará los vuelos de regreso. Con lo cual, la compañía Ryanair optó por cancelar todos sus viajes hasta el 1 de febrero. Y miles de marroquíes y residentes en Marruecos se han visto obligados a pasar las vacaciones navideñas o de invierno en el país, ya que no hay ninguna fecha prevista para los vuelos de regreso.

Marruecos parece tener la pandemia bajo control, a pesar de que el número de infectados ha crecido ligeramente en las últimas dos semanas. Su nivel más alto de infecciones lo padeció el 10 de agosto, cuando registró 9.153 nuevos casos y 127 muertes. El pasado lunes solo registró una muerte, 102 nuevas infecciones y 1.509 casos activos. Y este martes las cifras iban en aumento: cuatro muertes, 381 nuevos infectados y 1.700 casos activos. Las celebraciones de fin de año han quedado prohibidas y se ha anunciado un toque de queda entre la media noche del 31 de enero y las seis de la mañana del primer día del año.

A pesar de que la situación sanitaria parece bajo control, el país ha visto gravemente cuestionado por Canadá su control sobre las pruebas PCR y los certificados sanitarios. Las autoridades de uno de los países con mayor número de emigrantes marroquíes, suspendieron desde el 29 de agosto durante dos meses los vuelos provenientes de Marruecos. Previamente, habían descubierto decenas de casos de pasajeros con certificados de covid-19 falsificados, que habían pasado sin ningún problema los controles de los aeropuertos del territorio africano.

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