Abascal sondea a exdirigentes del PSOE para su moción de censura

Cuando el miércoles pasado Santiago Abascal lanzó la noticia de la moción de censura durante su discurso en el Congreso, la había contrastado con los órganos ejecutivos de Vox, y había sondeado a algunos dirigentes independientes y a conocidos exmilitantes del PSOE para conocer su opinión y su interés en participar en esta operación de derribo político de Pedro Sánchez. El asunto se había abordado en el comité ejecutivo nacional y, sobre todo, en el más restringido comité de acción política, que forma el corazón del partido que rodea al presidente: el secretario general, Javier Ortega Smith; el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros; el responsable de coordinar la política parlamentaria, Jorge Buxadé; y el de comunicación, Kiko Méndez Monasterio.

En el plan de la moción de censura de Abascal, que Vox quiere registrar en la segunda quincena de septiembre, faltan por cuadrar muchos detalles; los dos más importantes: el candidato alternativo a Sánchez y los socios que pudieran estar interesados en apoyarla. Fuentes de la cúpula de la formación desmienten la idea generalizada de que la propuesta está condenada al fracaso. Sostienen haber recibido apoyos políticos en secreto “que sorprenderían y desde todos los ámbitos”. No precisan más. Tienen 52 escaños, necesitarían al menos 176 y por ahora no han sumado ninguno.

Tampoco quieren avanzar nada sobre quién debería ser el candidato que sustituya a Sánchez. Insisten en la idea que Abascal apuntó en su discurso de que no tendría que ser necesariamente de Vox. Fuentes de la cúpula del partido agregan que Abascal ha tentado ya a algunas personalidades independientes y exmilitantes del PSOE y que habrá más contactos en agosto. No dan nombres. Cuando el pasado mes de marzo ofrecieron crear un Gobierno de “emergencia nacional”, mencionaron los nombres de los expresidentes Felipe González y José María Aznar, y de los exlíderes socialistas Rosa Díez o José Luis Corcuera.