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Migrados
Coordinado por Lola Hierro
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“Somos gente ilegal con ropa legal”

Papalae Abdoulaye nunca imaginó que dejaría Senegal para vivir en Europa. Hoy, es miembro del Sindicato Popular de Vendedores ambulantes de Barcelona y cocreador de la marca textil Top Manta

Papalae Abdoulaye en la tienda Top Manta de Carrer d´En Roig en Barcelona.
Papalae Abdoulaye en la tienda Top Manta de Carrer d´En Roig en Barcelona.Roberto Palomo

Hace ya más de diez años que Papalae Abdoulaye llegó por primera vez a España. Lo hizo a bordo del barco de pesca en el que trabajaba junto con otras 40 personas en una travesía de nueve días desde el sur de Dakar (Senegal) hasta Tenerife. Por su cabeza nunca había rondado la idea de vivir en Europa y, sobretodo, cómo le iban a recibir. Mucho menos, que acabaría siendo cocreador de una controvertida marca de ropa que se ha dado a conocer en todo el país: Top Manta.

"Nos dijeron que necesitaban a los inmigrantes como mano de obra, para trabajar en los campos y hacer lo que los españoles no querían. Pero lo primero que ocurrió es que nos encerraron en un CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) para que creyésemos que no somos nadie y que no tenemos capacidad de hacer nada".

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Un mes después, el Gobierno los trasladó a la Península, los entregó a la Cruz Roja y esta organización los reubicó. A Abdoulaye lo llevaron primero a Galicia y luego a Barcelona, donde se reunió con un pariente lejano. Sin permiso de trabajo ni conocimiento del idioma, encontrar un empleo era una quimera por mucho que se apuntase frases en español con las que se ofrecía a trabajar. Al final, se vio obligado a elegir el camino de muchos otros extranjeros.

"Un día un amigo me llevó a ver donde los otros inmigrantes se ponen a vender. Vi cómo la policía perseguía y detenía a los otros hermanos. Es triste pero es lo que hay", recuerda. "Nuestras costumbres nos impiden pedir limosna o robar, para nosotros es algo muy indigno. La salida que tenemos para sobrevivir es comprar gafas, ropa o zapatos para luego salir a la calle y vender algo. Si no lo haces, no puedes ganar nada".

TOP MANTA

Sin otra opción, comenzó a vender en la calle a pesar de las continuas redadas de la policía en la que le decomisaban todo el material. Hasta que, en el año 2015, después de que se intensificara la persecución a los manteros y del incidente en el que falleció un inmigrante —presuntamente al precipitarse desde el balcón del tercer piso cuando intentaba huir de la Policía—. Fue entonces cuando este colectivo de vendedores ambulantes decidieron unirse y crear el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes.

“En esa época hubo una rabia que hizo que todo el mundo saliera a manifestarse; desde entonces nos organizamos para poder responder a estos actos, ya que veíamos que no teníamos ninguna protección. La gente empezó a entender que estamos en la calle vendiendo porque no tenemos otra posibilidad y empezamos a recibir apoyos.”

Una vez organizados, empezaron a poner en pie proyectos que les permitieran entrar dentro del sistema laboral y dejar de vivir con la constante angustia de ser detenidos. "Surgieron muchas propuestas de los compañeros y al final estuvimos de acuerdo en trabajar en algo que representara lo que estábamos haciendo. Entonces, tomamos esa palabra que usan para estigmatizarnos, Top Manta, para crear nuestra propia marca textil".

Gracias a un campaña de recaudación de fondos a través de internet, la marca Top Manta tiene una tienda en la calle d´En Roig del barrio del Raval de Barcelona que visita gente de todo el mundo atraída por el proyecto. Han fusionado la moda africana con la europea urbana. Sus sudaderas y camisetas, además de estampados coloridos, llevan impresas frases que no solo decoran sino que sintetizan las situaciones que viven miles de inmigrantes cuando llegan a España. Cuenta Abdoulaye que lo que les inspira son las situaciones que viven en el día a día. Esas son detonantes para que estampen frases como Ilegal people, legal clothes (gente ilegal, ropa legal) o fake system, true clothes (sistema falso, ropa verdadera).

La marca se ha convertido en un altavoz para una comunidad que ha sido silenciada y estigmatizada

“Esta no es una marca como cualquier otra. Nuestro logo representa la manta que llevamos a la calle para vender, pero también la barca que nos trajo a muchos de nosotros”. Por eso, Top Manta es mucho más que una mera marca de ropa. Se ha convertido en un altavoz para una comunidad que siempre ha sido silenciada y estigmatizada, y en una herramienta para reivindicar sus derechos.

El sindicato sigue luchando por consolidarse y ya trabajan en nuevas ideas. Ahora están creando una cooperativa para poder ampliar los proyectos y proporcionar contratos de trabajo a otros hermanos, como se llaman entre ellos.

Papalae, Lamine, Mouhamet, Modou, Mansour y Aziz, entre otros miembros, coinciden en que lo que les motiva a seguir luchando es dignificar la vida de sus hermanos, los que están viviendo en España y no tienen posibilidades. "Estamos luchando para que puedan tener los mismos derechos que otras personas extranjeras".

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