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Mónica Naranjo: “La isla de las tentaciones’ es un programa feminista”

La cantante confirma su estatus de presentadora estrella tras arrasar con el controvertido ‘reality’, un éxito que no esperaba

La cantante y presentadora Mónica Naranjo, en Madrid, en 2019. En vídeo, tráiler del reality.Vídeo: Jaime Villanueva | Mediaset
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En más de dos décadas de carrera como diva de la música, Mónica Naranjo ha dejado momentos icónicos, como su cabello a dos colores, rubio platino y negro. A los 45 años, la de Figueras ha pronunciado una frase que también se ha convertido en icónica: “Hay más imágenes para ti”. Se la ha repetido a los participantes de La isla de las tentaciones, el reality de Mediaset que acaba de concluir y en el que varias parejas se trasladaban a un entorno paradisíaco para una vez allí separarse y ponerse a prueba ante un grupo de hombres y mujeres enviados para hacerles sucumbir a sus encantos. En cada programa, ella les mostraba lo que estaban haciendo sus parejas, y cada vez que pronunciaba esa frase, se avecinaba drama en forma de infidelidad. “La de veces que tenía que decirla, no veía otra cosa en el guion”, recuerda a carcajadas por teléfono. Está exultante, desayunándose con apabullantes datos de audiencia, un 30% de share. Un éxito que su conductora asegura que ha sido “la última en esperarlo, porque estaba verde como una manzanita en presentar realities”, pero que la ha consagrado como uno de los rostros de moda en la pequeña pantalla.

Hace unos meses presentaba Renaissance, su regreso a los escenarios con una gira que continúa este 2020 y que acaba de llevarla por México, el país donde arrancó su carrera. “Un viaje maravilloso, lleno de reencuentros y en el que he descubierto que todas esas personas seguían allí, queriéndome”, comenta agradecida por un momento personal que asegura está “lleno de paz”. Sorprendida porque ese renacimiento ha sido también como estrella de la televisión. “Desconocía que podía aportar algo en este mundo, pero gracias a los profesionales he aprendido a manejarme, aunque con mucha humildad”. Un conocimiento del medio que no le ha servido para descifrar las claves del éxito de La isla. “Se me escapa. Ha habido mucha honestidad y realidad. Todo lo que ha pasado, en mi opinión, ha estado marcado por el entorno. Ese paraíso, ese aislamiento… Si me preguntas si a mí me pasaría, te digo que no. Yo vengo de un conservatorio, y allí la disciplina es un grado y se eleva a tu vida privada y a tus emociones. Yo puedo tener delante a una persona que me gusta muchísimo y no mostrar ningún tipo de emoción”, desvela. “Lo que me ha llamado la atención es la cantidad de amigos que tengo, que son ratones de biblioteca, personas que no ven la tele, que se aíslan de lo comercial… pues todos enganchados a La isla. ¿Qué os pasa, con lo intelectuales y culturetas que erais?”, bromea.

Lo cierto es que el programa ha superado todas las expectativas en cuanto a repercusión, impulsado por la montaña rusa de emociones que han aportado las parejas, especialmente una de ellas, la formada por Estefanía (Fani) y Christofer. “La relación con los participantes ha llegado al terminar el programa. Soy una persona que empatizo mucho y me ha venido muy bien mantener esa distancia. Cuando veía que alguno lo pasaba mal, pues yo también. Con Christofer lo he pasado muy mal, nadie esperaba lo que iba a suceder y menos su reacción”, comenta con tono serio.

Christofer fue engañado por Fani, y lloró y corrió gritando su nombre al ver las imágenes de la que era su novia durante siete años con otro hombre. Su grito se hizo viral mientras ella se convertía en la villana de España. Un rol que ha desencadenado críticas de machismo hacia el programa, algo que Mónica desmiente categóricamente. “No es machista. Se han dejado llevar, ¿por qué hay que etiquetar? Nos ha sorprendido que no hayan sido los hombres los infieles y que las que han roto el patrón hayan sido ellas. Eso es lo contrario al machismo. Ha sido un programa feminista, la prueba de lo que es la sociedad actual, en la que las mujeres actúan libremente”.

Las caras de circunstancia de Mónica Naranjo captadas por las cámaras han sido también de lo más comentado. “Soy consciente de las caras que he puesto. Soy una persona que sabe escuchar muy bien, y siempre te voy a respetar. Pero eso no quiere decir que mi cerebro no vaya a 200 por hora mientras mi cara refleja: ‘Pero, ¿qué me estás contando?”, explica. Reconoce que les hubiera dado algunos consejos: “Cuando encuentras a una persona que te ama incondicionalmente y que ama de ti lo menos amable, cuídala porque tienes un tesoro. Y a Christofer le diría que se escuche y haga un trabajo de introspección importante”.

Hay noticias de que Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, la ha blindado con un gran contrato para presentar varios formatos. Ella en sus redes sociales ayer lanzó un mensaje: “Que mi sucesor o sucesora haga pequeños los resultados obtenidos de esta primera edición tan mágica”.

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