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¿Será posible repetir el éxito de ‘La isla de las tentaciones’?

El último ‘reality’ de Telecinco ha arrasado entre el público joven e infantil y abre la incógnita de la durabilidad del formato

Las cinco mujeres participantes en 'La isla de las tentaciones'.
Las cinco mujeres participantes en 'La isla de las tentaciones'.MEDIASET

Nadie esperaba La isla de las tentaciones. El reality se había grabado entre mayo y junio del año pasado sin fecha de estreno conocida, una vieja táctica de la casa, Mediaset, que solo lo rescató el 12 de diciembre, cuando el Gran Hermano previsto para enero se cayó de su parrilla entre escandalosos titulares por el caso Carlota Prado, el supuesto abuso sexual que había sufrido una concursante del programa años atrás.

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Aquel reemplazo de última hora en la programación es hoy un fenómeno cultural. En poco más de un mes se ha convertido no solo en un referente de la televisión generalista en 2020 sino también en el mazo que ha roto un puñado de tópicos arraigados en las cadenas españolas. Es la primera novedad que tiene éxito en prime time en años, fuera de las franquicias Gran Hermano, Supervivientes u OT. Es el primer reality sin directos que arrasa en Mediaset. Es, en fin, un huracán que deja un paisaje impredecible a su lado. ¿En cuántas formas cambiará la televisión el triunfo de un programa que nadie esperaba?

Está la pregunta principal: ¿estamos ante una nueva franquicia de presencia fija en la parrilla? Mediaset aún no ha anunciado una siguiente entrega, más allá de rumores de que están “estudiando” la posibilidad. Pero de existir, tendría por delante una labora ingrata: dejar en evidencia cuánta de la magia de la primera entrega ponían los concursantes, que en teoría no vuelven, y cuánta, la fórmula, que se queda para siempre. Es la misma lacra que sufrieron las segundas ediciones de Gran hermano y OT en su momento, que siempre se verán como decepciones en comparación con el estreno. “En las primeras temporadas, ellos no son conscientes de lo que están haciendo ni de las mecánicas de lo que va a suceder. Son temporadas más naturales”, explica José Miguel Romo, veterano de realities que hizo de subdirector en Intercambio consentido, un programa similar. “Después, todos vienen ya un poco resabiados. Y muchas veces se piensan que saben más que nosotros, que hacemos el formato”.

La isla de las tentaciones ha funcionado mejor que aquel Intercambio Consentido, que Antena 3 emitió a finales de 2018 y que tenían en común la temática: poner a prueba la lealtad que se tienen las parejas de concursantes. El hecho de que con la misma premisa uno funcionase y otro no subraya una triste verdad en televisión: que es más importante la ciencia infusa que los guiones. “Al final en todos los realities de aislamiento [Supervivientes, La isla de las tentaciones, Gran Hermano] las tramas que funcionan tocan la infidelidad. La fórmula del concursante con novia que entra en la casa, allí se enamora de alguien y entonces la novia entra en escena”, alerta Romo. "Se ha visto en varios Gran hermano. De hecho, funcionó tan bien en el GH: VIP del año pasado, con Adara y Jean Marco, que enseguida les dieron una secuela en El tiempo de descuento”, en referencia al programa con concursantes de Gran Hermano en la casa de Gran Hermano que Telecinco estrenó el 12 de enero.

Al final lo que te diferencia es el casting, que en el caso de La isla estaba muy bien hecho. En Intercambio Consentido los tipos que metimos eran muy recatados: en La isla son más jóvenes, inconscientes, se han dejado llevar”, remata.

La juventud es la clave en otro aspecto, más espinoso, del legado del programa: la influencia que ha tenido sobre el público es incalculable. Ha registrado resultados inusualmente buenos entre los jóvenes, que por fin tienen un programa único de su generación, y no heredado de la de sus padres, como El hormiguero, La voz, MasterChef, Gran Hermano y OT, que llevan años, cuando no décadas en antena.

El problema es que esto se aplica a todo tipo de jóvenes. En la franja de 4 a 12 años, el programa, que comienza a las 22.40 horas y no está recomendado para menores de 16 años, tiene una cuota de pantalla del 28,6%, según datos de Kantar Media. El pasado jueves 6 de febrero, por ejemplo, había un total de 87.000 niños ante la pantalla. La primera entrega tuvo una cuota del 15,4% en Cuatro y del 25,5% en Telecinco en la franja infantil. Estos datos han aumentado hasta alcanzar el 37,3% de share infantil en el octavo programa que emitió Cuatro. Entre el público de 25 a 44 años tiene un 30,3% de cuota. Entre los 45 a los 64 años se ha registrado un 15,2% de cuota y entre los mayores de 65 un 14,4%.

De media, el programa ha conseguido un 20,2% de cuota de pantalla, 2.542.000 espectadores, incluyendo El debate de las tentaciones que se emite los viernes en Cuatro, y en nueve de las diez entregas en la isla. Mediaset presume de que el formato ha hecho líder a Telecinco cada jueves con una media de 2.743.000 espectadores (21,6% de cuota de pantalla), con una evolución ascendente desde el 13,7% en su estreno hasta el 25,1% del pasado jueves. Mientras, Cuatro ha liderado su franja en la noche de los martes con una media de 2.475.000 espectadores y un 19,8%.

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