"La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito". Lo dijo Truman Capote (Nueva Orleans, 1924- Los Ángeles, 1984), uno de los escritores más incisivos de su época. Cuando escribía crónicas de sociedad las estrellas temblaban. Las invitaba a sus fiestas sí, que eran donde había que estar. Pero a algunas también las despedazaba en sus escritos el día después con mucha ironía y mala leche. Si tenías espíritu deportivo y eras una de esas estrellas criticadas acudías a otra de sus fiestas, a beber, como si tal cosa. Si la estrella vilipendiada tenía la piel muy fina, se pillaba un cabreo morrocotudo y se comía las uñas en casa mientras el resto de las celebridades disfrutaban de otra farra con Capote.
Cuando el escritor se ponía serio era un coloso. Ahí está su monumental A sangre fría, que se estudia y se estudia en las facultades de periodismo de todo el mundo. También era un hombre en constante lucha con sus demonios, que se colaban en esa vida de glamour y frivolidad en la que tanto le gustaba acunarse.
El mejor homenaje a Capote es emplearse en leerle. Nosotros, además, hemos seleccionado estas fotos que resumen un poco su vida. “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”, dijo de sí mismo. Pues eso.
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