Huellas del tiempo

1. Eau d’Issey Pure, de Miyake. Esencia con flor de naranjo, jazmín, azucena y rosa de Damasco. En su fondo predomina la madera de cachemira y el ámbar gris le da un toque sensual. 102 euros, 90 mililitros. 2. Eau de Parfum Rouge, de Narciso Rodriguez. Perfume almizclado, empolvado y aromático que mezcla la rosa de Bulgaria con flor de azahar, nardos, cedro blanco, vainilla y sándalo. 109 euros, 90 mililitros. 3. Solo Ella, de Loewe. Con melocotón, rosa, flor de naranjo y maderas aromáticas, representa el equilibrio de los contrastes. Se dirige a una mujer transgresora, encarnada por la actriz francesa Elisa Lasowski. 115 euros, 100 mililitros. 4. Elisabethan Rose, de Penhaligon’s. El almizcle se entremezcla con el lirio, la rosa centifolia y el vetiver. La firma británica reinterpreta su icónica fragancia de 1984 con un packaging que representa la alianza entre dinastías tras la guerra de las Dos Rosas. 154 euros, 75 mililitros. 5. Peau de Nuit Infinie, de Starck. Detrás de esta fragancia se encuentra la nariz de Delphine Lebeau. Contiene notas minerales, bergamota, lima ácida, ámbar gris, notas almizcladas y cuero. 110 euros, 100 mililitros. 6. The One, de Dolce & Gabbana. Sensual, moderno e intemporal. Sus notas de tabaco y especias refinadas se entremezclan con la madera de cedro, las notas ambaradas, el cilantro y la albahaca. 103 euros, 100 mililitros. 7. Bronze Tonka, de Carolina Herrera. Esencia oriental que puede ser unisex. La madera de oud —una de las más caras— y el café aparecen en la salida de este perfume, dan paso al jazmín y el cuero y terminan con un fondo de azafrán y sándalo. 210 euros, 100 mililitros. 8. Eau Intense Vetiver, de Hermès. Reinvención de un clásico de la firma. Christine Nagel, su creadora, ha reconstruido el perfume dando fuerza a la madera y acompañándola con notas vegetales, de pimienta verde y bergamota. 110 euros, 100 mililitros.Geray Mena

Lucía Heredero

19 dic 2018 - 11:13CET

Nuevos aromas a partir de ingredientes clásicos. La rosa protagoniza los perfumes femeninos de la temporada. Y la madera, los masculinos. Al convivir con notas minerales, azafrán y tabaco, surgen las fragancias de esta selección.