_
_
_
_
_

El misterio del Bolshói

'Swan Lake', 2004.
'Swan Lake', 2004.Vicens Giménez

LA COMPAÑÍA de ballet del Teatro Bolshói de Moscú no es solamente una de las más antiguas y numerosas del orbe, sino la más potente organización del sector, título que en lo artístico solo puede disputarle el Ballet del Teatro Mariinski de San Petersburgo. Desde hace más de cuatro lustros, estas dos compañías rusas se alternan en las carísimas y exitosas temporadas veraniegas del Covent Garden de Londres. Durante dos décadas, el fotógrafo ruso radicado en Reino Unido Sasha Gusov ha retratado en lujoso blanco y negro las tripas del conjunto moscovita, sus rituales y sus vaporosos tutús, sus protagonistas, los duros esfuerzos que se esconden bajo las capas de maquillaje y tul, de depurado estilo académico y de un excelso baile de calidad indiscutida. El resultado es un singular libro, The Bolshoi. London 1993-2016 (La Fábrica). La compañía vive desde hace años en una agitación interna de infarto: el atentado con ácido contra su director artístico, Serguéi Filin; la suspensión de estrenos polémicos (como el ballet sobre Nuréyev), la fuga de algunas de sus principales estrellas y la novedosa aceptación de bailarines occidentales en su plantilla. Pero las tribulaciones desaparecen cuando sube el telón y se oyen los primeros acordes de la música, y el afinado mecanismo de relojería se pone en marcha.

La bailarina Angelina Karpova, 2016.pulsa en la fotoLa bailarina Angelina Karpova, 2016.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_