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“Los vídeos en 360 grados ya son el presente”

Íñigo Chalezquer, miembro de Opabinia Films, cuenta cómo se han hecho los vídeos de realidad virtual de los Sanfermines para EL PAÍS

Vídeo: Opabinia Films

07.30 de la mañana. En Pamplona hace ya un rato que ha salido el sol y las calles empiezan a llenarse para esperar el encierro de los toros. Cuatro componentes de la empresa Opabinia Films acuden a sus respectivos puntos estratégicos para poner en marcha su plan: "San Fermín es una fiesta muy particular, jugamos con ventaja en casa", admite Íñigo Chalezquer, uno de los fundadores de esta empresa. Esta ha sido su rutina en los últimos ocho días de fiesta pamplonesa, con un solo objetivo: grabar los vídeos interactivos en 360 grados de los encierros para EL PAÍS. "Está estrictamente prohibido meter una cámara en el recorrido", afirma. Por eso se las ingenian. Las imágenes son limpias y permiten seguir el encierro como si se estuviera en la calle de Estafeta, en pleno apogeo de la fiesta. Cada punto cuenta con una carcasa que puede tener desde dos hasta siete cámaras GoPro. Luego, en la posproducción, hacen la magia que sumerge al usuario en el evento.

La grabación de un vídeo de 360 grados es bastante sencilla, de hecho probablemente un poco más que la de un vídeo estándar. Cada carcasa recogen todo lo que pasa a su alrededor en vídeos con mucha amplitud angular. Normalmente en las grabaciones no se emplean técnicas de iluminación o sonido, debido a que los cables aparecerían en pantalla: "No tener equipo de iluminación y sonido en los Sanfermines nos restó bastante trabajo. Lo complicado viene después", añade, en referencia a la posproducción. "Aunque cada vez hay más herramientas de software que lo facilitan, unir las imágenes lleva bastante trabajo", admite. Esta parte requiere la precisión de "coser" todos los planos panorámicos para crear la sensación de que es uno solo. Uno que capta todo lo que pasa en todas las direcciones.

Fotograma de un vídeoclip de Estopa producido por Opabinia Films.

Chalezquer recuerda con cariño su primera grabación con éxito, un vídeo en 360 grados de un videoclip de Corazón aerodinámico, la canción de Estopa. Era 2014 e Íñigo Chalezquer, que ahora tiene 40 años, estaba buscando compañeros para su nuevo proyecto de realidad virtual: "A todo el mundo le encantaba la idea, pero nadie se animaba... Hasta que hablé con Mikel. Él sí se apuntó". Se refiere a Mikel Urmaneta, también de Pamplona y creador de las famosas animaciones de Kukuxumusu. Estuvieron haciendo pruebas durante algunos meses hasta que hicieron la primera prueba en una piscina con los hermanos de Cornellá. Y salió bien. 

Los fundadores de Opabinia Films auguran una larga vida para el vídeo en 360, ya que las empresas empiezan a demandarlo con mucha frecuencia, demanda impulsada por la facilidad de difundir estos vídeos interactivos a través de Facebook y Youtube. Aunque son conscientes de que el grueso audiovisual no cambiará: "No imagino cines llenos con gentes con gafas puestas, la verdad", sostiene. Un aspecto que destaca es un desarrollo reciente: en sonido direccionable. "Es el que, si tienes puestas las gafas y te llega un sonido por la derecha, miras", explica esta novedad. Otra que destaca es la posibilidad de grabar una historia desde dos puntos de vista (un atraco visto desde el policía y desde el ladrón, por ejemplo), que permita una experiencia de realidad virtual de manera colaborativa, otra cara que permita mejorar la experiencia de esta forma de visualización, que no deja de innovar: "Nosotros apostamos que sería el futuro hace unos dos años. Se está cumpliendo. Ya es presente", afirma Chalezquer.

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