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Malia Obama busca universidad

La hija mayor del presidente de EE UU visita prestigiosos centros de la Ivy League, es la candidata perfecta y todos la quieren

Malía Obama conversa con su padre el verano pasado.
Malía Obama conversa con su padre el verano pasado. GARY CAMERON (REUTERS)

La mayoría de los adolescentes estadounidenses comienzan su último curso en el instituto con un objetivo en mente: entrar en la universidad. Este año, sin embargo, una de ellas no tendrá que esperar a recibir la ansiada carta de un rector para saber cuál será su destino. Es el privilegio de Malia Obama, la hija mayor del presidente de Estados Unidos, cuyas credenciales le convierten en una de las alumnas más deseadas por cualquier universidad norteamericana.

The New York Times ha denominado a Malia “la candidata con mejores posibilidades del país”. Los estudiantes norteamericanos pasan estos meses del año rellenando solicitudes, buscando cartas de recomendación de sus profesores o supervisores y redactando ensayos en los que explican lo que les distingue del resto de candidatos. Además de graduarse en uno de los institutos más prestigiosos de la capital, Malia Obama puede presumir de haber recorrido el mundo con sus padres, participar en cenas de Estado con destacados mandatarios internacionales, reunirse con la joven paquistaní Malala Yousafzai en el Despacho Oval o conversar con el papa Francisco durante su reciente visita a Washington.

Barack Obama y su hija mayor, Malia, en la Casa Blanca.
Barack Obama y su hija mayor, Malia, en la Casa Blanca.Getty Images

La Casa Blanca no ha dado ninguna información de la titulación que quiere completar Malia Obama, pero las prácticas que ha hecho recientemente sí han dado pistas. Este verano pasó varias semanas en Nueva York en el rodaje de la serie Girls, dirigida por Lena Dunham, y el anterior aprendió del equipo de producción de Extant, de la factoría de Steven Spielberg y con Halle Berry en el elenco de actores.

La hija mayor del matrimonio Obama ha visitado durante el último año las universidades más importantes del país. Entre las elegidas, desde la Universidad de Columbia en Nueva York a Stanford y Berkeley en California, seis pertenecen a la prestigiosa Ivy League y sólo una es un centro público, en Pensilvania. Malia podría acceder a Princeton, donde su madre se graduó en Sociología y estudios Afroamericanos antes de acceder como su futuro marido a la Escuela de Leyes de Harvard, otra de las posibilidades para la hija del presidente. Si las prácticas en el mundo de la televisión sirven de guía, Malia podría optar también por los estudios de cine en la Universidad de Nueva York. Y si lo que quiere es dejar la costa Este y alejarse de Washington como ya hiciera Chelsea Clinton, quizás su mejor opción esté en Stanford.

Obama le ha pedido a su hija que “no se estrese demasiado” por este proceso, a pesar de que puede entrar a formar parte de la historia de cualquier de estos centros líderes en el país. Las universidades de la Ivy League, un sueño para los estudiantes estadounidenses y un privilegio para los pocos que pueden acceder a ellas sin necesidad de una beca, buscan en los alumnos dos cosas. Una de ellas es lo que su legado familiar o su perfil puedan aportar al nombre de la escuela. La otra es económica: bien porque la familia puede pagar el coste de la matrícula, por las donaciones que hayan hecho en el pasado o la posibilidad de que la hagan en un futuro, alimentando una de las principales fuentes de financiación de los centros privados.

Malia Obama ha visitado los campus de Harvard, Princeton, Stanford, Berkeley o Columbia, algunas de las universidades más prestigiosas del país

Malia es quizás una de las pocas estadounidenses que cumplan con estos requisitos. A pesar de que su apellido puede ser el principal aval de su solicitud -el presidente ha asegurado en varias ocasiones que saca buenas notas y está en el equipo de tenis del instituto- el matrimonio Obama no le ha acompañado a los tradicionales tours para conocer campus universitarios. Su presencia hubiera transformado la visita en un evento distinto.

La primogénita de los Obama llegará al centro elegido con un consejo paterno en la maleta: “que no vaya a la universidad para repetir las mismas experiencias del instituto”, según compartió el presidente durante un evento con estudiantes en Iowa. “No toméis una decisión en función de dónde van vuestros amigos para poder tener los mismos contactos que antes. Lo interesante es que dejéis ese lugar donde estáis cómodos, conozcáis a personas nuevas y que toméis clases en las que no habíais pensado nunca antes”.

Barack Obama durante su discurso en la Universidad Macomb Community.
Barack Obama durante su discurso en la Universidad Macomb Community.AP

El presidente norteamericano no ha escondido sus emociones acerca de este momento. Durante un discurso hace varias semanas, Obama recordó que el día anterior estaba sentado en la cama de su hija para despedirle antes de ir al instituto y ella le dijo ‘Papá, ¿te das cuenta de que esta pueda ser la última vez que me despidas antes de ir a clase?’. “Me tuve que dar la vuelta, no quería ser un llorón, no tiene sentido”, dijo Obama. El mandatario, un año antes, ya había compartido públicamente que estaba “intentando acostumbrarse a no llorar y avergonzar a mi hija”.

Preguntado por los consejos que ha dado a Malia para los próximos meses, Obama aseguró en un evento que solo le ha dicho que se preocupe de mantener notas altas hasta final de curso. La recomendación, más adecuada para los millones de jóvenes que todavía desconocen si lograrán la plaza deseada que para su hija mayor está asegurada, fue recibida entre las risas de los asistentes. Quizás alguno se preguntó, como hizo The Washington Post qué universidad osaría a rechazar a Malia Obama. Con casi total seguridad, ninguna.

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