Bautizo real en Mónaco el 10 de mayo

Jaime y Gabriela, los hijos gemelos de los príncipes Alberto II y Charlene de Mónaco serán bautizados el próximo 10 de mayo en una ceremonia católica que tendrá lugar en la catedral del Principado, según ha indicado el Palacio en un comunicado. La misa tendrá lugar a las 10.30 hora local y, tras la misma, la población del Principado podrá "aclamar a la familia principesca" en el recorrido que hay entre el templo y su residencia oficial, agregó la nota. La ceremonia será retransmitida por la televisión de Mónaco.

El regalo de los monegascos a los soberanos con motivo del nacimiento será entregado en otra ceremonia el 11 de julio próximo. De esa forma, coincidirá con las celebraciones del décimo aniversario de la llegada de Alberto II. Por eso desde entonces los monegascos venían reclamando al príncipe que se casara y tuviera un descendiente para asegurar así el destino de este pequeño Estado. Un Principado que se ha construido una reputación internacional gracias a su mediática familia principesca y su dulce política para las grandes fortunas.

Los pequeños: Jaime Honoré Rainier y Gabriela Thérèse Mari, nacieron el 10 de diciembre mediante una cesárea programada, con dos minutos de diferencia: primero la niña (17.04) y luego el niño (17.06). El varón se convirtió en el nuevo heredero del Principado y le fue concedido el título de marqués de Baux; la pequeña, segunda en la línea de sucesión recibió el título de condesa de Carladès.

El 7 de enero El príncipe Alberto y su esposa Charlene presentaron oficialmente a sus hijos Jaime y Gabriela en el balcón principal del palacio de Montecarlo. Lo hicieron ante alrededor de 3.000 monegascos y 200 periodistas de medio mundo acreditados para la ocasión.

"Me siento feliz, aliviada, orgullosa y muy emocionada". Estas fueron las primeras y de momento únicas palabras de Charlene de Mónaco después de dar a luz a sus gemelos, y al heredero del Principado. “Llevó su tiempo, pero hoy me siento bendecida". Durante los últimos tres años, desde su –cuestionado- enlace con Alberto II, ha tenido que soportar las presiones para dar un heredero al pequeño país.