La selectividad del PP se desinfla antes de nacer

La selectividad común del PP en contenidos, criterios de corrección y fecha de celebración se tambalea. El pasado miércoles, en el marco de un coloquio educativo en Castilla y León ―tradicional líder de las pruebas de diagnóstico PISA en España―, Alberto Núñez Feijóo hizo un anuncio de alcance: “Nuestro compromiso es que la EBAU sea un sistema común en todas las comunidades del Partido Popular en el curso 2025. Y para eso ya estamos trabajando todos los consejeros y consejeras del partido, para buscar los puntos en común y presentar una prueba de selectividad, una EBAU, común”. Hubo felicitaciones sin demasiado entusiasmo de los suyos, críticas de los contrarios ―la ministra Pilar Alegría tachó la noticia de “frivolidad”― y horas después brotó la realidad de su ambicioso anuncio por boca de sus presidentes y consejeros regionales.

Ester Muñoz, vicesecretaria Nacional de Sanidad y Educación del PP y la diputada encargada de la iniciativa, rebaja las expectativas a preguntas de este diario: “La propuesta es un grupo de trabajo en el que vamos a trabajar”. En una primera fase, desde la oposición pero gobernando 11 comunidades autónomas, si así lo acuerdan tras sus reuniones los consejeros del PP, argumenta Muñoz, se puede uniformizar los días de examen ―“hay comunidades en las que se celebran en dos días y otras que en uno”―, las asignaturas optativas para subir nota ―”en unas vale Historia o Filosofía y en otras no”― o el modelo de examen. “Si es test, no lo es, una pregunta larga...”, enumera. Eso por el momento porque, reconoce, “por ahora, en los contenidos no podemos entrar, porque los currículums no son los mismos y sería inviable (...) Hablamos de base común porque, es evidente, por ahora no podemos plantear una EBAU única”.

“Y la segunda es cuando lleguemos al gobierno”, continúa Muñoz. Explica que van a sentarse a ver qué es común en los currículos fijados por el ministerio ―la mitad del total, el 40% en las comunidades con lengua propia― y si difieren mucho “tomar nota”. “Para cuando lleguemos al gobierno si, por ejemplo, en matemáticas no aprenden lo mismo”, apunta. Pero eso, precisa, no significa que vayan a “terminar con la singularidad de cada comunidad autónoma. Tiene lógica que un alumno de Castilla y León estudie más temas de allí”.

Justamente la consejera de Castilla y León, Rocío Lucas, en una entrevista en Castilla y León Televisión este viernes habló de “unidad de acción” y reconoció que el estudio de los currículos, sus desarrollos y las conversaciones con los rectores marcarán las líneas rojas, lo que de nuevo aleja la idea vendida por Feijóo de una EBAU común: “Igual llegamos al 70% [de contenidos de la EBAU iguales], que es una parte muy importante”. Lucas deja espacio a cuestiones regionales, como plantea Galicia, donde también gobierna el PP: “Puedes hacer una pregunta de tu desarrollo autonómico. Dónde está algo de Andalucía, por ejemplo, pero no tanta diferencia [regional] como ahora”.

La propuesta del Gobierno

La convocatoria de las elecciones generales paralizó el plan del Gobierno para armonizar la prueba entre las comunidades, de forma que hubiese consenso sobre el diseño de los exámenes ―las tareas a hacer y el número de palabras―, las herramientas que podrían utilizar ―como la calculadora o las fórmulas matemáticas―, o los criterios de evaluación. Por ejemplo, que con el mismo número de faltas se suspenda en Cantabria y Andalucía en Lengua. Si no se ha llegado a un acuerdo con las autonomías, en opinión de la vicesecretaria del PP, es porque “el Gobierno lanza propuestas que deja tiradas, ya que puede unificar con una orden ministerial”.

El PP se retiró de las pruebas piloto de la EBAU. Muñoz cree que el PSOE “no quiere negociar nada porque está amarrado a sus socios independentistas, a los que no les interesa nada una EBAU común. País Vasco y Cataluña hacen gala de la diferenciación, de la segregación...”. El PP no ha tomado medidas cuando ha gobernado hacia una uniformidad de la prueba, y ella lo achaca a que dedicó su tiempo a buscar acuerdos de Estado que el PSOE dinamitó.

El PP de Canarias, que gobierna con Coalición Canaria, se desmarcó enseguida del anuncio de Feijóo. “Aquí tenemos un pacto que se está cumpliendo a rajatabla. Una cosa es lo que a nivel nacional ha manifestado o haya propuesto de esa EBAU única, y otra es la realidad de Canarias”, señaló su consejero, Hipólito Suárez. El 76% de los canarios se matriculó el pasado curso en las islas, un 10% se instaló en Madrid y un 1,8% en Castilla y León. Una crítica reiterada (y velada) cada año desde Valladolid es que los canarios, con un sistema educativo peor valorado en PISA y menos exigente a su juicio en la corrección de la EBAU, ocupan muchas de sus plazas de Ciencias de la Salud.

Alfonso Rueda, que rehúye temas espinosos en plena precampaña electoral de las elecciones gallegas, tuvo este jueves que contestar en rueda de prensa a dos preguntas de la EBAU y lo hizo loando el anuncio: “Hace tiempo que lo reclama Galicia. Es de justicia (...)”. Pero finalmente le preguntaron por la lengua gallega y viró el mensaje. “Tiene que haber una base común que aminore las desigualdades existentes que colocaban a los alumnos gallegos en situación de desventaja, pero lógicamente habrá peculiaridades que se reservarán, se aplicarán, con independencia de una base más común”. En realidad el 82% de los gallegos estudian en su comunidad, no hay un gran movimiento de universitarios como ocurre en La Rioja (el 71% estudia fuera), Extremadura (48%) o Navarra (40%).

El consejero valenciano, José Antonio Rovira, también acotó en unas declaraciones en la Cadena Ser: “Estamos hablando de contenidos comunes para la parte común, la parte general, no la que las autonomías podemos regular”. El político y profesor universitario no es consciente de que ya hay movilidad interregional con distintas selectividades y así consta en la web de la Generalitat: “Yo creo que es una buena idea, porque al establecer una prueba única, cualquier alumno puede desplazarse en cualquier comunidad autónoma a realizar sus estudios”.

En Madrid, su consejero, Emilio Viciana, en un desayuno de Nueva Economía Forum, pidió el pasado diciembre lo contrario que la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso. “Si hacemos una EBAU única, los estudiantes únicamente se examinarían de ese 60% que fija el Estado, que es la parte común. Yo no estoy seguro de que eso sea lo más deseable. Creo que debemos salvaguardar la parte de las comunidades autónomas”. Pero este jueves se desdijo ante las agencias de prensa: “El PP está haciendo lo correcto”.

Madrid quiere promocionarse como polo de atracción de jóvenes estudiantes españoles y de América Latina (el curso que viene sus universitarios pagarán un 85% menos de matrícula en la capital) y convertirse en competencia de Miami como hub educativo. El 94% de los universitarios madrileños no se mueven de la región que, sin embargo, acoge al 13% de Castilla y León, el 24% de los de Castilla-La Mancha o al 13% de los de La Rioja.

El presidente de Aragón, Jorge Azón, no parece consciente ―a diferencia de Madrid―de la gran fuente de ingresos que le suponen los universitarios de otras regiones. “El estudiante aragonés va a poder ir a una universidad en Andalucía o el estudiante extremeño va a poder venir a una universidad en Aragón”, manifestó en declaraciones recogidas por la agencia Efe. El 22% de los bachilleres de su autonomía ya está matriculado en otra región y reciben al 10% de los universitarios riojanos que estudian una carrera o al 8% de los navarros.

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