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La ley de enseñanzas artísticas unifica al profesorado y crea unos nuevos estudios superiores audiovisuales

El Gobierno aprueba el anteproyecto de la norma, que subraya la equivalencia entre los titulados en las distintas especialidades, como Danza, Música y Arte dramático, y los universitarios

Una clase en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid.
Una clase en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid.Santi Burgos
Ignacio Zafra

El Gobierno ha aprobado este martes el anteproyecto de la nueva ley de enseñanzas artísticas, unos estudios que cursan cerca de 140.000 alumnos entre las titulaciones superiores y las profesionales. La primera ley dedicada específicamente a estas enseñanzas unificará los cuerpos docentes, fomentará las labores de investigación del profesorado y le permitirá compaginar sus funciones con la vertiente de creación artística de su respectiva disciplina. La norma crea una nueva rama independiente en Artes Audiovisuales. Y subraya que los graduados en Enseñanzas Artísticas Superiores serán “equivalentes a todos los efectos” a los graduados universitarios. El Ministerio de Educación espera tramitarla en el Congreso por la vía de urgencia para que entre en vigor esta legislatura.

La ley crea el cuerpo de profesores de Enseñanzas Artísticas Superiores y el cuerpo de catedráticos de Enseñanzas Artísticas Superiores. Y las dos mismas categorías para las Enseñanzas Artísticas Profesionales. La norma establece como requisito para pertenecer al cuerpo de catedrático el hecho de estar en posesión de un doctorado. A quienes ahora sean catedráticos de algunas de las especialidades y no tengan el doctorado, les concede un periodo de 10 años para sacárselo.

La norma prevé periodos transitorios para la integración en los nuevos cuerpos a figuras docentes especiales, como los profesores de enseñanzas profesionales que hayan estado dando clase durante al menos cinco años en centros superiores.

El anteproyecto sienta las bases generales de los estudios, del diseño de sus planes de estudio, y el funcionamiento de los centros dedicados a impartir las enseñanzas superiores de Música, Danza, Arte dramático, Conservación y restauración de bienes culturales, Artes plásticas, Diseño y Artes audiovisuales, al tiempo que abre la puerta a que se puedan crear otras nuevas ramas de estudios. No los integra en la Universidad, aunque sí los aproxima al mundo académico, alejándolos del régimen de los institutos de secundaria.

La ley también regula las Enseñanzas Profesionales de música y danza, y los grados medio y superior de artes plásticas y diseño, acercándolas en este caso al mundo de la FP. Permite, por ejemplo, que parte de la formación de estas titulaciones sea dual, es decir, que pueda llevarse a cabo “de forma combinada en centros educativos y en empresas estudios, talleres, museos o patronatos”. La norma permitirá el reconocimiento y acreditación de competencias profesionales parciales basadas en la experiencia laboral, en línea con lo que ya está previsto en Formación Profesional.

Se trata, como había adelantado el Ministerio de Educación, de una “ley de mínimos”, que requerirá desarrollos reglamentarios en muchos aspectos, como a la hora de establecer unas pautas comunes para las pruebas específicas de acceso a las enseñanzas en centros públicos, para garantizar el cumplimiento de los principios de igualdad y transparencia.

El Gobierno determinará también mediante desarrollos posteriores las condiciones bajo las que estas enseñanzas podrán ser semipresenciales o virtuales, y las condiciones mínimas de los centros, con requisitos como los relativos al número de plazas, la composición de las plantillas y la actividad investigadora.

La ley abre la puerta a que los centros superiores alcancen elevados grados de autonomía, no solo a la hora de planificar sus proyectos educativos e investigadores, sino también de gestionarse desde el punto de vista económico y de personal, si bien la decisión sobre esto último será de las comunidades autónomas donde estén ubicadas. Los centros superiores podrán establecer convenios con las universidades, quedar adscritos a las mismas y unificarse en una figura que la ley apenas perfila llamada “campus de las artes”.

“Se trata”, ha declarado la ministra de Educación, Pilar Alegría, “de una norma muy esperada y demandada por todo el sector cultural y artístico del país. Un sector integrado por 689 centros públicos y privados, 14.000 docentes y 140.000 estudiantes, que necesitaba de forma urgente un marco normativo estable, integrado y claro”. UGT ha celebrado el diseño de la nueva ley, que recoge buena parte de sus propuestas y que, en su opinión, “permitirá el avance” de las enseñanzas artísticas.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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