El tercer curso escolar de la pandemia empieza con optimismo, pero sin bajar la guardia
Los alumnos de un centro rural de Arnedillo (La Rioja), el primero que se cerró en la comunidad, comienzan un nuevo año en el que la prioridad será recuperar completamente la presencialidad
“¿Queréis empezar el cole?”, pregunta el director del Colegio Rural de Arnedillo, en La Rioja, José Antonio Garrido, a la veintena de escolares que aguarda en la puerta su primer día de clase. Respuesta unánime: “¡Sí!”. Los alumnos de algunos colegios de Murcia y de todos los centros escolares de La Rioja (desde Educación Infantil a Bachillerato y FP) son los primeros que comienzan las clases del curso 2021-2022, el tercero afectado por la pandemia. Durante toda la semana y, hasta el próximo lunes, se irán sumando los escolares de toda España (algo más de ocho millones de alumnos) en un curso en el que el reto será retomar completamente la presencialidad y recuperar los aprendizajes perdidos por la pandemia sin bajar la guardia para mantener a raya el virus en los centros escolares. “Este es un curso distinto, con menos incertidumbre; ha pasado un año, hemos adquirido experiencia, ahora estamos en una campaña de vacunación y se ha interiorizado el respeto a las medidas sanitarias”, ha dicho esta mañana la ministra de Educación, Pilar Alegría, a la Cadena SER.
El Gobierno de La Rioja ha elegido un centro educativo rural para el acto inaugural con el objetivo de lanzar el mensaje de que van a emplear todas las herramientas públicas para que los alumnos de los pueblos más pequeños tengan las mismas oportunidades que los de la gran ciudad. “Estamos en Arnedillo, en el Colegio Rural Agrupado Alto Cidacos porque este fue el primer colegio que tuvimos que cerrar, primero un aula y después todo el centro, por la pandemia”, ha recordado el consejero de Educación de la comunidad, Pedro María Uruñuela. “Pero también porque queremos homenajear a toda la comunidad educativa del ámbito rural, porque sabemos que un pueblo que pierde la escuela es un pueblo condenado a desaparecer en este avance de la España vaciada”, ha añadido Uruñuela.
El curso arranca en unas condiciones mucho más favorables que el anterior, pero toda la comunidad educativa ha coincidido en que sigue siendo fundamental no bajar la guardia y seguir cumpliendo todas las medidas de seguridad para lograr el reto colectivo de que este curso se desarrolle al 100% en las aulas y en condiciones de normalidad. El colectivo de entre 12 y 29 años en La Rioja ya se acerca al 80% con la primera dosis de la vacuna, aunque con toda la pauta es cuatro veces inferior.
Eran aproximadamente las nueve menos cuarto de este lunes y una veintena de los alumnos ya esperaba en la puerta de acceso al centro, junto a las termas de Arnedillo, que ofrecen a los visitantes unas aguas que superan los 50 grados. Junto a ellos, en otro día más de calor en la zona, empezaban a llegar los miembros de la comunidad educativa riojana, desde los representantes del Consejo Escolar hasta los de las asociaciones madres y padres, y los principales miembros del equipo de Educación de la comunidad. “Este curso lo vamos a ganar”, ha dicho el consejero en el patio del centro, después de explicar algunas de las características que van a afectar a una comunidad que supera los 50.000 alumnos.
Las novedades en los protocolos antipandemia son que se permite reducir la distancia de seguridad de 1,5 metros a 1,2 entre alumno y alumno, y que se amplían las burbujas a todos los grupos de cada curso de infantil y primaria. En el resto de los niveles, secundaria, bachillerato y FP, la otra novedad es que no va a haber enseñanza a distancia y se mantiene la presencialidad, salvo que sobrevenga una “situación de brote epidémico”, han explicado las autoridades educativas. En infantil, si se produce un contagio guardará cuarentena todo el grupo de la burbuja. En primaria, con los maestros vacunados al 99%, los docentes seguirán trabajando aunque haya un brote en su clase si dan negativo en las pruebas diagnósticas. En el resto de los niveles, ante un contagio se harán PCR el primero y décimo día a todos los alumnos de la clase.
La Rioja ha empezado el curso con 200 profesores de refuerzo, la mitad que el año pasado, pero Educación asegura que la cifra aún no está cerrada y que seguirán atendiendo todas las necesidades de los centros. Otras comunidades, como Aragón, Andalucía y Madrid, también aportaran a sus centros menos docentes de refuerzo que el año pasado, medida que han criticado sindicatos y padres. Murcia, por su parte, no contratará refuerzos covid, pero asegura que prevé aumentar la plantilla docente por medio de contrataciones ordinarias.
La elección de Arnedillo es además un guiño al esfuerzo de muchas personas por mantener aulas abiertas en el entorno rural y luchar para frenar el avance de la España vaciada. En La Rioja, ese esfuerzo lleva el nombre de Plan de la Escuela Rural y tiene varios frentes abiertos, desde la bajada de las ratios de profesor/alumnos para evitar el cierre de escuelas; el desarrollo de la Formación Profesional en el entorno rural, con modelos y especialidades adaptados al tejido productivo de cada zona; la mejora del transporte y un plan de estabilización del profesorado para dar alicientes a sus estancias y continuidad en la escuela rural. Además, Educación mantiene una línea abierta con la Universidad de La Rioja para que sus alumnos de Educación hagan las prácticas en centros rurales.
La Rioja cuenta al inicio de este curso con 1.492 alumnos de Infantil y Primaria repartidos en sus Centros Rurales Agrupados, CRA, entre ellos los 43 que cursan sus estudios en Alto Cidacos. Un centro que agrupa a cuatro localidades del valle del mismo nombre.
“En un tiempo en el que la despoblación y envejecimiento de nuestros pueblos es un problema real y que está sobre la mesa, no hay mejores argumentos que unos servicios públicos de calidad, y en concreto una oferta educativa moderna, estable y de calidad, para ayudar a fijar la población en estos lugares y animar a quienes viven en otra parte a establecer su residencia en el medio rural”, ha explicado el consejero riojano de Educación. En su opinión, en los centros pequeños y rurales también hay ventajas: “Un tamaño más reducido, una atención mucho más personalizada, un ambiente familiar, y lo más importante: unos centros educativos igualmente equipados a los del ‘mundo urbano’, y en los que igualmente trabajan unos grandes profesionales de la educación”.
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