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Salir a Bolsa en Wall Street vuelve a ser guay

El mercado primario estadounidense recobra brío tras un largo periodo de escasez de estrenos

Tienda de Birkenstock en Dortmund (Alemania). La empresa ya ha registrado los documentos para su salida a Bolsa.
Tienda de Birkenstock en Dortmund (Alemania). La empresa ya ha registrado los documentos para su salida a Bolsa.Ina Fassbender (REUTERS)
David Fernández

Septiembre fue un buen mes para los estrenos en la Bolsa estadounidense. Y las perspectivas para octubre también son positivas dentro del mercado primario. El pasado mes, tres compañías —Arm Holdings, Instacart y Klaviyo— recaudaron 6.500 millones de dólares (6.190 millones de euros) de los 7.200 millones que captaron en total las ofertas públicas de venta (OPV) en Wall Street. Esta cifra es bastante abultada si se tiene en cuenta que durante todo el primer semestre de 2023 las colocaciones de títulos apenas lograron 14.200 millones, según datos recopilados por Bloomberg.

La reactivación del parqué como alternativa para las empresas coincide con el endurecimiento de las condiciones de financiación. La Reserva Federal de Estados Unidos ha llevado los tipos de interés oficiales al rango del 5,25-5,50% en su batalla para meter en vereda a la inflación. Este giro brusco de guion de la política monetaria en el último año y medio, que contrasta con el grifo de liquidez abierto casi de forma permanente durante una década, ha devuelto el brillo a las OPV después de una larga época de dominio de otras alternativas corporativas como el capital riesgo.

El renovado vigor del mercado primario, además de por el número de caras nuevas, también se nota en el apetito de los inversores por las acciones debutantes. La colocación de Arm Holdings fue sobresuscrita —peticiones de más sobre la oferta inicial de títulos— 12 veces; la de Instacart en 23 veces y la de Klaviyo en 30 veces. Esta elevada demanda inicial, sin embargo, no ha sido suficiente para evitar que la evolución de las tres cotizaciones tras el toque de campana inicial esté siendo, en el mejor de los casos, discreta.

El gran agitador

Arm Holdings es, de largo, el gran agitador de las OPV en Wall Street. Esta empresa de microprocesadores, con un gran recorrido en el campo de la inteligencia artificial, captó 5.300 millones de dólares en septiembre. Su propietario, Softbank, sacó a Bolsa el 10% del capital. El gigante japonés compró Arm en 2016 por 32.000 millones y posteriormente quiso vender la compañía a la empresa estadounidense Nvidia, pero los requisitos de los reguladores hicieron descarrilar la operación. Arm salió a cotizar a un precio de 51 dólares y ahora sus acciones cotizan a 53 dólares.

También fue voluminoso (levantó 660 millones) el estreno de Instacart. Se trata de una tienda digital de venta y reparto de productos de alimentación que debutó con una valoración de 10.000 millones y un precio de colocación de 30 dólares por título (ahora cotiza a 26,6 dólares). La tasación para su aterrizaje en el parqué, sin embargo, queda bastante lejos de los 39.000 millones en los que se valoró la compañía en plena pandemia, cuando los negocios de delivery estaban por las nubes.

En el caso de Klaviyo, se trata de una empresa especializada en software, que logró captar 576 millones en su estreno. El precio para la OPV fue de 30 dólares y ahora las acciones están valoradas en 31 dólares.

Las caras nuevas en Wall Street siguen teniendo un claro componente tecnológico a pesar de que la subida de los tipos de interés ha tenido, entre sus múltiples efectos, una bajada de la valoración de muchas compañías vinculadas a la digitalización.

Sin embargo, no todas las empresas que prueban suerte en las procelosas aguas bursátiles están vinculadas a la industria tecnológica. El próximo gran estreno será el de Birkenstock, fabricante alemán de sandalias. El principal accionista, el fondo de capital riesgo L Catterton, ha fijado el precio de las acciones en un rango entre 44 y 49 dólares por acción. De materializarse la operación en el tramo alto de la banda, lograrían captar casi 1.600 millones y la valoración de la compañía, que recientemente tuvo una proyección mundial al aparecer un par de sus sandalias en la película Barbie, sería de 10.000 millones.

Junto con los accionistas de las compañías debutantes, los grandes beneficiados del frenesí de OPV son los bancos de inversión y sus jugosas comisiones por la venta de títulos. En Europa (y sobre todo en España) la reactivación del mercado primario aún está lejos de ser una realidad.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.
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