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Monefy, Polaroo, Goin y otras aplicaciones para ahorrar más y mejor

En el mercado han proliferado herramientas tecnológicas que ofrecen a los usuarios servicios como el control de gastos

Una mujer consulta una aplicación de gestión financiera.
Una mujer consulta una aplicación de gestión financiera.Víctor Sainz

De cada 100 euros de renta disponible, los españoles ahorran menos de 4 euros (3,70 exactamente). Son los últimos datos al respecto del Instituto Nacional de Estadística (INE). Uno de cada 4 españoles asegura que su nivel adquisitivo no le permite ahorrar ni un solo euro al mes; 4 de cada 10 no superan los 100 euros. Estos últimos son datos del comparador online Rastreator. Ambos estudios recogen cifras de 2021. Este 2022, con la presión que ejercen en las economías domésticas no solo la subida de los costes energéticos y de combustible, sino la de, en general, todos los precios de la cesta de la compra —según el dato del INE, en marzo el IPC se situó en el 9,8%—, lograr ahorrar se perfila como un reto aún más complicado.

Las fintech, aplicaciones del sector financiero con base tecnológica, se están convirtiendo desde hace ya tiempo en herramientas para facilitar no solo el ahorro en sí mismo, sino un ramillete adicional de utilidades. Tal y como señalan desde la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), este tipo de aplicaciones ayudan también a controlar gastos; entre ellos, los “hormiga”, aquellos a los que no se les da valor por su escaso importe individual, pero que, al sumarse unos con otros, pueden desequilibrar un presupuesto. Desde su punto de vista, además, “las fintech dedicadas a la gestión de las finanzas personales fomentan la educación financiera y ayudan a los clientes a tener una buena salud en este terreno, estar más y mejor informados y, por tanto, más protegidos”.

La realidad es que proliferan y mucho las aplicaciones de este tipo, que suelen además solaparse con las que ofrecen las entidades financieras como propias. Sin querer ser exhaustivos, he aquí una relación de las fintech más comunes. Todas las citadas aseguran, para evitar problemas sobre la posible venta o mala utilización de los datos de los que disponen, que estos están protegidos en todo momento, que trabajan con protocolos de seguridad y que cumplen con el Reglamento General de Protección de Datos. Alguna de ellas va incluso más lejos y señala contar con el respaldo de alguna entidad de pagos autorizada y supervisada por el Banco de España.

Polaroo. Esta aplicación de finanzas personales ayuda a controlar y gestionar los gastos y a buscar formas de ahorrar. Para ello se basa en una serie de servicios que básicamente son de control de gastos mensuales, asesoramiento de ahorro en facturas de hogar (se puede recibir una comparativa de compañías y tarifas por si compensa hacer cambios), gestión de gastos, altas y cambios de servicio y contabilidad doméstica (consumos, pagos y facturas).

Goin. Entre sus métodos de ahorro está el del “redondeo” al euro siguiente en cada compra que se realiza, el de añadir un porcentaje predeterminado a una cuenta aparte por cada ingreso que reciba el usuario o el de autoimponerse “multas” por cada mal hábito que quiera eliminarse (por ejemplo, levantarse tarde).

Arbor. Ofrece toda una serie de reglas de ahorro (redondeo, transferencias periódicas, Reto de las 52 semanas…), además del acceso a lo que llaman “préstamos saludables”: refinanciaciones o unificaciones de deuda cuyo objetivo principal es pagar menos y en menos tiempo. Con Arbor Gold se da la posibilidad adicional de invertir, inicialmente en distintos fondos cotizados o ETF.

Plum. Cada pocos días, la aplicación hace números y transfiere a la cuenta del usuario la cantidad que considera perfecta. También ofrece la posibilidad de redondear los movimientos de la semana anterior hasta el siguiente euro o el reto de las 52 semanas, en el que se empieza con 1 euro la primera semana, 2 euros la segunda y así hasta 52 euros la última del año, o incluso el de retirar dinero en los días de lluvia.

Fintonic. Da la posibilidad de tener todas las cuentas en un mismo sitio, de tal forma que todos los ingresos y gastos del usuario son analizados para dar alertas sobre comisiones, cobros duplicados, vencimiento de seguros… Ofrece además la posibilidad de negociar mejores condiciones en seguros y recibos e incluso de obtener financiación. Pone a disposición de los usuarios la tarjeta Siempre Positiva, sin comisiones.

YNAB. Siglas de You Need a Budget (necesitas un presupuesto). Se basa en la idea de que a cada euro que se obtiene se le ha de aplicar un objetivo, se ha de presupuestar. Lo mismo que los gastos comunes y los gastos importantes del futuro, de tal forma que se logre ahorrar. La aplicación ofrece diferentes gráficas entre las que destaca la correspondiente a la “edad del dinero”, un indicador sobre los objetivos de la gestión del mismo en función del tiempo transcurrido.

Revolut. Permite vincular cuentas, hacer pagos en distintos países, elaborar presupuestos, utilizar tarjeta o transferir dinero. También es posible a través de la aplicación establecer importes objetivo de ahorro y plazos. En esta herramienta existe toda una parte junior dedicada a los más pequeños de las familias y otra con la que se puede dividir y compartir gastos.

Qapital. A partir de un balance y un análisis de los gastos, la aplicación automáticamente establece un plan de ahorro, que puede incluso ser compartido con familiares y amigos. Como técnicamente es una cuenta bancaria, al usuario se le envía una tarjeta de débito. Permite adicionalmente invertir, para lo que la aplicación exige cumplimentar preguntas sobre historial en este sentido y disposición a asumir riesgos.

Monefy. Con esta aplicación no es necesario enlazar los datos de las propias cuentas bancarias. Permite registrar todos los gastos diferenciándolos por categorías siendo compatible con distintos tipos de monedas. Se basa principalmente en tener un control estricto de los gastos e ingresos.

A estas nueve aplicaciones, las de uso más común en España, se podrían sumar otras como Tricount, Monedero, Pixpay, PocketGuard, Mint, Coinscrap, Digit, Desafío 52…, todas ellas herramientas útiles para gestionar ingresos y gastos y conseguir el objetivo de ahorrar. Al respecto, sin embargo, desde la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA España) se hace al menos una precisión. Sus responsables señalan que, en el escenario actual de inflación, mantener los ahorros en una hucha, en una cuenta corriente o un depósito supone una pérdida directa de poder adquisitivo, por lo que, en su opinión, “conviene canalizarlo a través de productos que ofrezcan alguna rentabilidad”.


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