Alemania aprueba finalmente el paquete de estímulos fiscales para impulsar la economía
La Ley de Oportunidades de Crecimiento promete rebajas fiscales y menos trabas burocráticas para que las empresas hagan frente a la recesión económica
Tras meses de tensas negociaciones entre el gobierno de coalición de Olaf Scholz y la oposición conservadora, la nueva ley que prevé una multimillonaria desgravación fiscal para las empresas, pasó finalmente el último escollo legislativo.
El Bundesrat —cámara alta del Parlamento alemán— aprobó hoy por amplia mayoría la llamada Ley de Oportunidades de Crecimiento. Se trata de un paquete multimillonario para impulsar el crecimiento de las empresas, que promete principalmente rebajas fiscales y menos trabas burocráticas para que las empresas puedan hacer frente a la recesión económica y ser más competitivas. Forma parte del plan de 10 puntos acordado por el Gobierno alemán el pasado año para impulsar la economía y las inversiones.
Esta nueva ley que mejora las condiciones marco para la inversión y la innovación, tiene un volumen total de desgravaciones fiscales para las pequeñas y medianas empresas de 3.200 millones de euros al año con el fin de animar a las empresas a invertir en instalaciones modernas y en Alemania como emplazamiento empresarial.
Las empresas se beneficiarán, por ejemplo, de la ampliación de los incentivos fiscales a la investigación, mejores opciones de amortización, incentivos fiscales para la construcción de nuevas viviendas, la mejora de la deducción por pérdidas fiscales y la introducción de la facturación electrónica.
Los estados federados habían paralizado el proyecto tras su aprobación en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán) y recurrido al comité de mediación para una modificación porque temían una elevada pérdida de ingresos.
El borrador inicial de la ley presentado por el Gobierno formado por socialdemócratas, verdes y liberales, preveía originalmente unas 50 medidas individuales con un volumen total de desgravaciones de cerca de 7.000 millones de euros. En el proceso de mediación, además de reducir esa cantidad hasta los 3.200 millones de euros anuales, se canceló también la prima a la inversión prevista para la protección del clima. Se intentó salvarla con una versión suavizada, pero los conservadores no la aceptaron alegando que no prometía ninguna medida concreta para los agricultores.
Los conservadores habían condicionado su acuerdo a que el Gobierno aliviara la carga de los agricultores y habían exigido que se revirtiera el plan de recortar las subvenciones al gasóleo agrícola, que hoy fue aprobado también por el Bundesrat para evitar más problemas internos. Los conservadores reclamaban que como alternativa, los agricultores fueran aliviados en la misma cantidad a través de otras medidas. Buscaban ganarse así el favor de un sector que lleva tiempo en pie de guerra.
Esta postura llevó al ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, a criticar a los conservadores por crear una conexión que en realidad no existía. Además, los acusó de ser en parte responsables de la pérdida de competitividad de la economía alemana cuando estuvieron en el gobierno.
En un intento por solucionar el conflicto, el Ministerio de Agricultura prometió un alivio para el sector agrario, pero sin llegar a presentar un paquete de medidas concretas antes de la votación en el Bundesrat. Informaron de que, entre otras cosas, se está preparando la anulación de las obligaciones burocráticas de documentación y la desgravación del impuesto sobre la renta.
En este contexto Lindner, que en su momento tuvo que luchar para sacar adelante sus planes dentro del Gobierno de coalición, reaccionó con sobriedad a la aprobación del Bundesrat y señaló que su volumen es “mucho menor” de lo que él había previsto en un principio. “Aunque sigue siendo una señal importante, ahora debe ir seguida de otras medidas si queremos mejorar la situación de nuestra economía. Estamos trabajando en ello”, escribió en la red social X.
Mientras, el canciller Olaf Scholz recordó que esta ley “ayuda a las empresas a invertir en tiempos tensos: en investigación y desarrollo, en crecimiento económico” y la calificó como “una señal importante” para la economía alemana. “Es bueno que llegue ahora”, agregó en su publicación subida en X.
A pesar de la modificación de la nueva ley, el presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK), Peter Adrian, la ve como “un pequeño resquicio de esperanza en el horizonte de las empresas”. Sin embargo, en su opinión, la ley debería ser “el preludio de una reorientación fundamental de la política económica” para hacer frente al estancamiento de la economía.
“Necesitamos urgentemente mejoras claras de las condiciones marco económicas para que la economía alemana pueda volver a una trayectoria de crecimiento lo antes posible”, indicó Adrian, que pidió reducir la carga fiscal y un “cambio de paradigma”. “Alemania debe ser más rápida, más flexible y más digital”.
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