_
_
_
_
_

La inflación se modera una décima en diciembre y termina el año en el 3,1%

Los precios subieron de media un 3,5% en 2023, cinco puntos menos que en 2022, gracias al abaratamiento de la energía

Compras de ultimo momento, el pasado 24 de diciembre en el centro de Madrid.
Compras de ultimo momento, el pasado 24 de diciembre en el centro de Madrid.JUAN BARBOSA
Álvaro Sánchez

Si hay un punto intermedio en el camino desde lo peor de una crisis inflacionista hacia algo parecido a la normalidad, 2023 ha cumplido ese papel. En diciembre, el último mes del ejercicio, los precios se moderaron al 3,1%, según el dato adelantado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es una décima menos que la registrada en noviembre, pero el curso pasado por estas fechas la tasa estaba 2,6 puntos más arriba, y la incertidumbre en la batalla contra la inflación aún era el sentimiento dominante.

A esa notable rebaja han contribuido el abaratamiento de la energía y las menores subidas de los alimentos, aunque todavía no ha sido suficiente para alcanzar el objetivo del 2% del Banco Central Europeo. Fráncfort ha activado el modo cautela ante la oleada de análisis que dan por terminada la escalada de precios: busca mantener la tensión y huir de triunfalismos advirtiendo de que la última milla es la más difícil de un recorrido que ha sido arduo, y cualquier acontecimiento geopolítico inesperado puede retrasarlo todo, como han recordado las recientes tensiones comerciales en el mar Rojo.

Hay razones para pensar que la meta, en cualquier caso, está próxima. La inflación media española, que cerró 2022 en el 8,4%, la tasa más elevada desde 1986, hacía 36 años, ha caído en 2023 al 3,5% —muy por debajo del 8,5% de revalorización de las pensiones, que ganaron poder adquisitivo—. La fatiga de hogares y empresas es evidente después de casi tres años de crisis inflacionista, con el IPC español por encima de ese 2% clave en 32 de los últimos 33 meses. Pero el estado de ánimo es muy distinto. Si en los dos últimos diciembres no se veía todavía la luz al final del túnel, ahora mercados y expertos descuentan que los precios se dirigen imparables hacia su normalización.

Así lo cree Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas. “2023 ha sido un año marcado por la desinflación, que ha ido afianzándose gracias a la moderación de los precios energéticos, lo cual no solo ha tenido un impacto en el IPC, sino también en otros componentes como los alimentos”. Hay otro factor. “Los beneficios empresariales, que habían sido un factor de inflación en un contexto de demanda pujante, han ido frenándose en un contexto de debilitamiento de la demanda interna”, añade.

Una riada de noticias positivas avalan la tesis de un cambio de ciclo. La gasolina acumula 13 semanas a la baja y ha cerrado 2023 en su precio más bajo en casi dos años —sin tener en cuenta el descuento de 20 céntimos aplicado tras la invasión rusa de Ucrania—; el barril de petróleo y el megavatio hora de gas siguen dando signos de debilidad; el dólar se ha desinflado a mínimos de cinco meses frente al euro, abaratando así las compras europeas de energía; los alimentos llevan desde julio desacelerando, y la inflación subyacente, que no tiene en cuenta precios de combustibles ni alimentos frescos, cerró diciembre en el 3,8%, siete décimas menos y su nivel más bajo desde marzo del año pasado. En definitiva, todo parece conspirar hacia la desinflación.

Rafael Salas, investigador del Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE), explica que hay un factor estadístico que influye en las cifras de diciembre conocidas este viernes. “A pesar de la caída mensual de los carburantes y la electricidad, el dato no se traduce en una bajada más contundente de la inflación por el efecto base de la bajada muy acusada de la electricidad de hace un año, pese a que la moderación de los precios de los alimentos está contribuyendo al descenso”.

Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, cree que las predicciones sobreestiman la inflación española para 2024. “Veo una continuación de la tendencia de moderación hacia el 2%, en tanto en cuanto no tengamos shocks adicionales, pero el dato anual mes a mes seguirá teniendo cierta volatilidad por el impacto del efecto base. La inflación subyacente sigue en bajada gradual, que creo se intensificará algo en 2024, y con el reciente anuncio de la extensión de las medidas fiscales de apoyo es bastante seguro que veremos una rebaja generalizada de las predicciones de inflación para el año que viene”.

¿Hasta dónde caerá la inflación en el año que empieza? El Banco de España calculaba un retroceso hasta el 2,3% si el Gobierno hubiera mantenido todas las medidas de choque. Al no ser así y recuperarse algunos impuestos energéticos, el economista Javier Santacruz ve posible un rebote entre enero y marzo, pero estima que se tratará solo de movimientos a corto plazo, y la tendencia de fondo puede deparar sorpresas favorables, con tasas de inflación en 2024 “extraordinariamente bajas”.

Argumenta que incluso si los bancos centrales cumplen con las bajadas de tipos de interés previstas, el cambio de estrategia no se notará automáticamente, y las consecuencias del abrupto endurecimiento de la política monetaria, con 10 subidas de tipos por parte del BCE antes de hacer sus primeras pausas en octubre y diciembre, seguirán notándose. “En 2024, los efectos depresivos sobre la inflación pueden ser aún mayores. En el caso de España, que siempre ha ido por delante, tanto cuando subieron los precios a doble dígito como cuando empezaron a moderarse, el efecto puede ser más intenso que en otras grandes economías del euro”, augura.

Raymond Torres, de Funcas, ve un elemento clave, y es “qué pasa con los salarios, que en España probablemente subirán de forma moderada, aunque con mayores aumentos en grandes empresas que en las pequeñas, e incrementos superiores en hostelería y restauración por la alta demanda frente a otros sectores con más competencia como las manufacturas”.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_