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Trabajo y Economía acuerdan la reforma del subsidio del paro que eleva las ayudas hasta los 570 euros

Yolanda Díaz explica que el subsidio se ampliará a 570 durante el primer semestre, una cantidad que decrece hasta los 540 los siguientes seis meses y se mantiene en 480 a partir de un año. La prestación para mayores de 52 años no cambia

La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño (a la izquierda) y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, el 13 de diciembre.
La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño (a la izquierda) y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, el 13 de diciembre.Eduardo Parra (Europa Press)
Emilio Sánchez Hidalgo

El Gobierno ha aprobado finalmente la reforma de los subsidios de paro. Una vez más, una reforma clave del Gobierno ha venido precedida de un debate público entre el Ministerio de Trabajo y el de Economía. Y una vez más, tras varios cruces de declaraciones y cesiones de las dos partes, al final se ha sellado el acuerdo en los prolegómenos del Consejo de Ministros. Los departamentos que dirigen Yolanda Díaz y Nadia Calviño han pactado la ampliación y mejora de los subsidios por desempleo: empezarán en 570 euros y, si se alcanza un año de recepción, decrecerán hasta los 480 actuales. El acuerdo se ha alcanzado casi sobre la bocina, en la penúltima semana del año, ante la posibilidad de demoras en la percepción de fondos europeos si no se acometía este cambio antes de las campanadas. “No solo no recortamos ningún derecho, sino que ampliamos la cobertura. Somos el Gobierno de las políticas útiles”, ha dicho este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

Uno de los cambios más destacables es el incremento de las cuantías y la senda decreciente. Hasta ahora el subsidio general era de 480 euros, cifra que ahora será el final del camino y que percibirán aquellos para los que se cronifique el desempleo. El subsidio será de 570 euros en los seis primeros meses para la mayoría de las prestaciones, de 540 en los seis siguientes y desde entonces quedaría en los mencionados 480. Cabe destacar que buena parte de los subsidios por desempleo tienen una duración máxima de seis meses, prorrogables en función de las circunstancias. Por ejemplo, con cargas familiares esta ayuda puede durar hasta 30 meses en casos de gran necesidad. El más frecuente (44,6% de los receptores), el de los mayores de 52 años, sí se puede extender más tiempo. Para ellos la cuantía se queda en 480 euros durante todo el periodo, según ha informado el ministerio. Es decir, uno de los principales tipos de subsidio se queda como estaba. “No tocamos ninguno de los aspectos relativos a la duración del subsidio”, ha especificado Díaz.

Más allá de las cuantías, también se amplían los colectivos que pueden percibir el subsidio. Entre ellos están los menores de 45 años, que hasta ahora solo optaban a él si tenían cargas familiares. “Había una discriminación sin ninguna justificación. Ahora esas personas podrán percibir el subsidio”, ha comentado la vicepresidenta segunda. Para este colectivo se prevé una ayuda durante seis meses siempre que hayan tenido una protección de desempleo superior a un año. También se plantea una protección a los eventuales agrarios y a las personas trabajadoras transfronterizas de Ceuta y Melilla.

Habrá, como defendía Economía, un complemento de apoyo al empleo que permitirá compatibilizar el trabajo con parte de la prestación durante 180 días, frente a los 45 días que proponía el departamento que dirige Díaz. “Esto es clave en todas las políticas públicas. Por ejemplo, muchas veces por contratos en Navidad, solo para las rebajas, ante la elección de prescindir del subsidio o un contrato para pocos días las personas se mantenían en el subsidio. Esto queda corregido con la compatibilidad de 180 días”, ha indicado Díaz. También se elimina el mes de espera para recibir el subsidio. “No era más que una especie de vigilancia o de castigo para esas personas. Lo eliminamos”. Y se simplifican las tipologías de los subsidios hasta reducir las ayudas a dos modalidades: una ordinaria por agotamiento de prestación o por cotización insuficiente y otra para los mayores de 52 años. Para el resto de ayudas actuales se crea una pasarela de acceso directo hasta el IMV. Los que estén cobrando actualmente las ayudas seguirán haciéndolo.

Otras fuentes gubernamentales destacan que el punto principal de la reforma es el mecanismo para impulsar el empleo y la activación de los trabajadores desempleados. Habrá un refuerzo del control de requisitos para percibir esta ayuda, que se revisará trimestralmente, en línea con el planteamiento de Economía. También destacan que con el cambio legal se intensificará la coordinación con el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que tendrá que completarse con la equiparación de los requisitos de acceso a la prestación. Por tanto, los beneficiarios del subsidio de desempleo deberán presentar la declaración de la renta, al igual que los perceptores del IMV. Asimismo, se refuerzan las medidas para la reinserción laboral y mejorar la empleabilidad, garantizando el servicio de tutorización individual, el asesoramiento continuado y atención personalizada.

Negociación en el Gobierno

Las conversaciones se aceleraron este lunes, después de semanas de discusión pública entre los departamentos de Yolanda Díaz y Nadia Calviño. Aunque durante la mañana de ayer algunas voces de Trabajo transmitían certeza ante la posibilidad de que la reforma llegase al Consejo de Ministros, durante la noche aún no había acuerdo. A primer hora de la mañana Trabajo ya había comunicado a la prensa que se había alcanzado un pacto. Economía aún ha tardado en torno a tres horas en dar luz verde, justo antes de la reunión del Gobierno.

“Todas las negociaciones son arduas, intensas, apasionadas, pero las solventamos con una herramienta que me gusta manejar, que es diálogo, diálogo y diálogo. Creo que el Gobierno de España, que se rige por el principio de mancomunidad de sus actos, amplía los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país”, ha celebrado Díaz, que ha restado trascendencia al choque con Economía y ha asegurado que las diferencias trascienden a los partidos. “Los debates no van por camisetas, van por materias. A veces ustedes piensan que si somos de un mismo espacio no tenemos debates y no es así. Tenemos afortunadamente posiciones complementarias, no va por parroquias”.

El Ministerio de Trabajo fijó su planteamiento de máximos hace un par de semanas: elevar la cuantía inicial a 660 euros, que cayese a 550 a los seis meses y terminar al año en el montante actual de 480. Con el paso de los días se han ido moderando los decibelios en torno a este asunto, hasta acercar las posturas y cerrar el acuerdo este martes. “Recortar la protección social no solo no facilita la incorporación al mercado de trabajo, sino que desprotege y dificulta el acceso al mercado laboral”, ha opinado la vicepresidenta segunda.

Mujer, española y con más de 52 años

Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay un millón de receptores de subsidios por desempleo. Son personas vulnerables, parados en busca de trabajo y que ya no tienen derecho a una prestación contributiva. Es decir, han agotado la nómina de desempleo que les correspondía por las cotizaciones que aportaron o incluso no han llegado a agregar suficiente al sistema. Díaz ha destacado que el 80% de ellos no llegan a agotar el subsidio.

Son 971.095 personas, por encima de los 792.336 que sí reciben una prestación contributiva (derivada de sus cotizaciones). En total, en suma de subsidios y prestaciones, el sistema protege a 1,76 millones de personas. Pero en España hay 2,7 millones de parados, así que hay en torno a un millón de desempleados que no están recogidos bajo este paraguas. Es la conocida como cobertura del sistema, que ahora ronda dos tercios del total de parados. Algunos que quedan fuera perciben el ingreso mínimo vital o alguna otra partida asistencial, pero también hay una parte que queda completamente excluida.

La mayoría de los receptores de subsidios son mujeres: 572.666, un 59% del total, frente a 398.430 hombres (41%). “Esta es una política especialmente feminista. Tiene un impacto de género sin precedentes”, ha comentado la vicepresidenta segunda. El tipo de subsidio más común es el que reciben los mayores de 52 años que han agotado la prestación, que perciben 215.945 hombres y 217.746 mujeres. En la misma línea, la mayoría de los receptores de subsidios tienen 50 años o más, el 68%. Solo el 5% tiene menos de 30 años. Y por nacionalidad, solo un 8% del total de receptores es extranjero, una porción mucho menor de la que realmente les corresponde en la población activa (15%).

Reacción comedida de los sindicatos

En un comunicado conjunto UGT y CC OO han valorado “positivamente” el anuncio del Gobierno respecto a los subsidios, “a la espera de conocer el texto definitivo”. Las centrales destacan “singularmente” el incremento de las cuantías en los primeros meses de prestación, “si bien el mismo es inferior a la inicialmente anunciada”. Los sindicatos también aplauden la ampliación de colectivos, la eliminación del mes de espera y la simplificación de tipologías. “Singularmente, saludamos la extensión de la cobertura a las y los trabajadores eventuales agrarios del conjunto del Estado (actualmente solo lo tienen reconocido, de forma singular, quienes residen en Andalucía y Extremadura), que era un compromiso adquirido en 2011 en el acuerdo de diálogo social”, añaden los representantes de los trabajadores.

Con todo, los sindicatos también advierten de aspectos que no les satisfacen: “Las organizaciones sindicales hemos estimado insuficiente la ampliación del acceso a los subsidios por desempleo a un mayor número de personas con menos de 45 años, si es que se mantiene la limitación a quienes hayan agotado una prestación contributiva de 360 días. Esto exige tres años de cotización que puede resultar excesivo en muchos casos”. En la misma línea, a las centras les preocupa “la situación en la que han quedado las más de 120.000 personas beneficiarias que cada año se veían protegidos por alguno de los subsidios de desempleo que ahora parecen querer remitirse al Ingreso Mínimo Vital sin que cuenten con una norma puente que les garantice la continuidad de la protección social”.

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.
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