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Bank of America prevé un crecimiento anémico para Europa y un primer recorte de tipos en junio

La entidad es optimista sobre una reaceleración de China con el apoyo de las autoridades, y espera un “aterrizaje suave” para EE UU

Bank of America
Trabajadores de una fábrica Volkswagen en Sajonia, en abril de 2022.Jan Woitas (dpa/picture alliance via Getty Images)
Álvaro Sánchez

Europa se queda atrás en la batalla económica de los grandes bloques. Los analistas de Bank of America estiman que el continente crecerá solo un 0,5% este 2024 y un 1,2% en 2025, cifras “anémicas” que contrastan con el aterrizaje suave de Estados Unidos (1,8% en ambos ejercicios) y la reaceleración en China gracias al “activismo continuo” de las autoridades (4,8% y 4,6%). En una presentación en su sede de Madrid, el economista jefe para Europa, Rubén Segura-Cayuela, resumía la evolución del próximo ejercicio como de “crecimiento muy desigual” entre potencias, y advertía de que a la zona euro aún le quedan “unos cuantos trimestres más de casi estancamiento” antes de empezar a remontar el vuelo. La economía española se comportará algo mejor que la de sus socios, con avances del 1,2% el próximo año y del 1,5% el siguiente.

Más allá del crecimiento, consideran que 2024 será el año “de la desinflación y las bajadas de tipos”. El primer recorte por parte del Banco Central Europeo lo esperan en junio para su escenario central, aunque no descartan del todo que se adelante a abril, mientras que para EE UU creen que la Reserva Federal acometerá una bajada de tipos por trimestre en 2024 y 2025 hasta dejar el precio del dinero en el 3% en 2026,

Sin embargo, Segura-Cayuela apuesta por un retroceso de la inflación mucho más pronunciado en Europa que en EE UU. La primera alcanzará el objetivo del 2% a finales de 2024, y la media de 2025 será de solo el 1,4%, Y para la segunda, donde el consumo se ha demostrado una fuerza mucho más vigorosa, calcula aún niveles de inflación superiores al 2%. Eso espera que acabe redundando en que Christine Lagarde y los suyos adelanten a Powell en la relajación monetaria. “Aunque veamos bajadas de tipos en todas partes y a la Fed empezar mas rápido que el BCE, al final el ciclo de bajadas va a ser más rápido por parte del BCE que de la Fed”, augura.

Segura-Cayuela percibe en el BCE preocupación por un alza de los salarios incompatible con una inflación bajo control, aunque sostiene que hay pocas evidencias de que se están produciendo efectos de segunda ronda que conduzcan a una espiral inflacionista, y los aumentos de sueldos son sobre todo compensaciones por la pérdida de poder adquisitivo en estos últimos meses.

Como siempre que se hacen previsiones a largo plazo, impera un cierto tono de prudencia. Hay riesgos geopolíticos en liza como la guerra en Ucrania, la disputa territorial entre Venezuela y Guyana o el conflicto en Gaza, cuya última derivada, los ataques a barcos portacontenedores en el mar Rojo, pueden tener consecuencias sobre la inflación y el comercio todavía difíciles de cuantificar, debido a los desvíos hacia rutas más seguras pero más largas. “Si un barco tiene que navegar 20 días en lugar de 10, te quedas sin parte importante flota disponible, lo cual crea una presión alcista en los precios de los fletes, señala Francisco Blanch, responsable global de análisis de materias primas y derivados.

También hay mucho poder en disputa: 2024 será un gran año electoral con comicios en Estados Unidos, la India, el Reino Unido o el Parlamento Europeo. “Joe Biden tiene dos guerras entre manos, por lo que es un año en el que el riesgo geopolítico es muy elevado debido a los límites de la política exterior americana, como demostró el rechazo al paquete de ayudas a Ucrania”, apunta Blanch. Y está por ver cómo acaba la negociación de las reglas fiscales europeas.

El directivo ha explicado que esperan que el precio medio del barril de petróleo brent sea en 2024 de 90 dólares (en 2023 ronda los 83) debido a que Rusia y Arabia Saudí seguirán presionando para aumentar sus márgenes de beneficio. La primera para costear la guerra, y la segunda para pagar su transición a energías menos contaminantes. Con un pero: Estados Unidos está ganando cuota de mercado gracias a una producción de crudo récord, y ya exporta “casi tanto como Arabia Saudí y Rusia juntas”.

Entre las predicciones, un oro que se fortalecerá hasta los 2.400 dólares por onza —lo cual sería su máximo histórico, tras años de acumulación por parte de los bancos centrales—, un dólar más débil, el gas moviéndose entre los 35 y los 70 euros por megavatio hora en el mercado TTF (ahora cotiza a 32 euros), y entre los metales industriales, subidas para el cobre y el aluminio.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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