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Las empresas advierten de un retroceso en el empleo durante el último trimestre del año

Las dificultades para cubrir las vacantes y el endurecimiento del acceso al crédito siguen frenando el despliegue del sector privado

Un transportista, durante su jornada en Toledo.
Un transportista, durante su jornada en Toledo.Ángeles Visdómine (EFE)
Luis Enrique Velasco

El sector privado afronta un cierre del año con claroscuros y contradicciones aparentes: aumenta la facturación durante el último trimestre, pero se desacelera la creación de empleo; se desinfla la presión sobre los precios —que cayeron en noviembre al 3,2%—, pero persiste una sensación de que la inflación repuntará con la entrada del nuevo año. El panorama dibuja un cierre atípico para lo que habitualmente suelen ser los mejores meses para los negocios en términos de ventas. Una encuesta del Banco de España publicada este lunes pone en relieve estas conclusiones y añade que las compañías aún lidian con varios frentes abiertos: el desafío constante de encontrar mano de obra para suplir ciertas vacantes y el acceso al crédito que sigue encarecido por los altos tipos de interés.

Por primera vez desde el primer trimestre del 2021, la creación de empleo se desacelera y se adentra en terreno negativo. Es decir, las empresas consultadas admiten que las contrataciones de la campaña de Navidad serán menores que en la Navidad de 2022. Casi un quinto (18,2%, cinco puntos más que el trimestre anterior) de las empresas indican que han detenido la contratación, pese a que noviembre y diciembre se caracterizan como meses en los que las firmas aumentan la plantilla para encarar la temporada navideña.

El último dato de empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE) evidenciaba grandes retrocesos en la hostelería, donde hay 116.000 afiliados menos en noviembre, así como en el sector agrario —una rama con empleo estacional—, que pierde el 3,2% de los afiliados. La contratación en la industria y en la rama de servicios también es negativa, aunque cercana al 1%.

Los centros de análisis, como Randstad, advirtieron en noviembre que la presente temporada de compras iba a cojear por el retroceso en el consumo. El aumento de los precios ha estrechado el margen de consumo de los hogares. La cuota de las hipotecas, por ejemplo, es unos 300 dólares más cara que en 2021. A esto hay que añadir los problemas para encontrar mano de obra calificada, un mal que empieza a enquistarse en el tejido empresarial. Según el INE, la cifra de vacantes está en máximos, en torno a unos 155.797 puestos.

El Banco de España advierte que más de la mitad de las compañías que sufren el problema apuntalan a la falta de trabajadores con la cualificación necesaria para los puestos vacantes y casi la mitad de las firmas encuestadas (42,5%) admiten que este factor desafía su crecimiento. El problema es más acusado, según la entidad, en las ramas que esperan mayores aumentos de sus costes laborales, como la construcción, la hostelería y la agricultura. Sobre esta última, el informe advierte que, en parte, la caída de las contrataciones está relacionada con la sequía y otros fenómenos meteorológicos, agudizados este año.

Vista cenital de un agricultor que pasa la sembradora con un tractor en un campo de cultivo de secano.
Vista cenital de un agricultor que pasa la sembradora con un tractor en un campo de cultivo de secano.Albert Garcia

La inflación se modera

Los resultados del sondeo evidencian una luz al final del túnel para el encarecimiento de los precios: las empresas señalan que las presiones inflacionistas durante el cuarto semestre del año han disminuido. Solo un 51,5% de estas (un 7% menos que el tercer trimestre), responden haber experimentado un incremento adicional de los importes. El Índice General de Precios (IPC) cerró en noviembre en el 3,2% —cuando al inicio del año este se situaba alrededor del 6%— y el dato subyacente, que excluye de su cómputo a los productos energéticos y alimentos no procesados, fue del 4,5%, siete décimas menos que en octubre. Para las compañías, esto se traduce en un menor coste de los insumos de producción y una rebajada factura de la luz. Aunque sobre esta última, casi dos tercios (59%) de las compañías admiten que los costes energéticos les siguen afectando negativamente.

Al mismo tiempo, la encuesta introduce por primera vez una pregunta acerca del aumento de los gastos por intereses de las deudas contraídas. Cerca de un 40% de las empresas declaran que el encarecido acceso al crédito las ha empujado a subir los precios finales. Los préstamos se han revalorizado como resultado la histórica subida de tipos llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE). La entidad elevó el interés a la horquilla del 4 y 4,5% para aplacar la inflación extendida, poco a poco, por toda la región.

Aunque no todo el panorama pinta sombrío. La cantidad de empresas que responden que la facturación ha aumentado asciende al 28,3%, seis puntos más que el tercer trimestre de este año. El empujón se nota principalmente en sectores de valor añadido como son los servicios de información o las comunicaciones, y otras ramas de servicios como actividades profesionales, científicas, técnicas y transporte. Mientras que entre los ámbitos donde caen más las ventas destacan las ramas ligadas al sector turístico, como son la hostelería, el ocio y el transporte, y la agricultura, que encadena siete trimestres consecutivos de retrocesos.

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