_
_
_
_
_

Mohamed VI impulsa con Emiratos Árabes las infraestructuras del futuro de Marruecos en su primer viaje oficial en cinco años

Rabat sella en Abu Dabi la financiación para la ampliación de la red ferroviaria de alta velocidad y nuevos grandes puertos en el Sáhara y cerca de Melilla

El presidente emiratí, Mohamed Bin Zayed (derecha), y el rey Mohamed VI de Marruecos, el lunes en Abu Dabi.
El presidente emiratí, Mohamed Bin Zayed (derecha), y el rey Mohamed VI de Marruecos, el lunes en Abu Dabi.DRISS BENMALEK / MAP (MAP / EFE)
Juan Carlos Sanz

Mohamed VI ha efectuado este lunes su primer viaje oficial en cinco años, al margen de las vacaciones en el extranjero, para sellar en Emiratos Árabes Unidos la financiación de proyectos de infraestructuras que marcarán el futuro de Marruecos. Acompañado de ocho ministros y numerosos altos cargos, el monarca de la dinastía alauí ha suscrito junto con el jefe del Estado emiratí, el jeque Mohamed Bin Zayed, una docena de memorandos de entendimiento para financiar obras como la ampliación hasta Marraquech de la red de alta velocidad de su país, la primera y única operativa del continente africano, o la construcción de superpuertos, (en la línea del de Tánger Med) en Dajla (antigua Villa Cisneros española) en el Sáhara Occidental, y Nador, próximo a Melilla.

El sector del agua de Marruecos ha sido también destacado en los principios de acuerdos de financiación cerrados con Emiratos. El grupo español Acciona acaba de recibir en noviembre el encargo de construir y explotar, junto con dos compañías marroquíes, la nueva megadesaladora de Casablanca, presupuestada en 800 millones de euros, destina a suministrar entre 550.000 y 820.000 metros cúbicos de agua diarios a los siete millones de habitantes de la mayor área metropolitana del país magrebí. Las empresas locales asociadas son Afriquía Gaz y Green of Africa, ambas controladas por la familia del primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch.

El programa de inversiones emiratíes en Marruecos entre 2024 y 2029 incluye además la modernización e los aeropuertos de Casablanca, Marraquech, Nador y Dajla. También recoge proyectos de colaboración en los sectores de la energía, como el hidrógeno verde, y la agricultura, en particular la construcción de embalses para riego. En el campo de los desarrollos inmobiliarios turísticos, cita expresamente la costa mediterránea del Rif, la atlántica de Tarfaya, frente a las islas Canarias, y la de Dajla, en la antigua colonia española del Sáhara que Marruecos administra desde 1975. Rabat ofrece finalmente una “cooperación estratégica” para la explotación conjunta de proyectos para fertilizantes, de la mano de la empresa estatal OCP, principal exportador mundial de fosfatos, y la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi, con respecto al gasoducto proyectado entre Nigeria y Marruecos.

Desde que asistió en París, en noviembre de 2018, a la conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, Mohamed VI no había efectuado visitas oficiales, salvo para un saludo protocolario, el pasado febrero en Bangui, al presidente de Gabón Ali Bongo, que fue depuesto por un golpe militar seis meses después. El rey marroquí permaneció de vacaciones en ese mismo país africano desde finales de 2022 hasta marzo pasado. A comienzos de septiembre, tuvo que interrumpir su estancia en París (donde pasó unos cuatro meses en 2022), a los pocos días de haber llegado, para regresar con urgencia a Rabat tras el fuerte terremoto que sacudió la región del Atlas al sur de Marraquech.

Con unos 12.000 millones de euros, Emiratos Árabes Unidos es el segundo inversor en Marruecos, por detrás de Francia. Junto con Reino Unido, Qatar y España, fue uno de cuatro países autorizados, por sus estrechas relaciones, a enviar equipos de rescate para asistir a las víctimas del reciente seísmo del Atlas, que se cobró la vida de cerca de tres millares de personas en áreas rurales.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_