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Fin de fiesta para el champán: las ventas caen tras dos años récord

La exportación y las ventas interiores del mítico espumoso francés se reducen en el primer semestre

Champán
Botellas del champán Veuve Clicquot en las carreras de Ascot, en el Reino Unido.TOBY MELVILLE (Reuters)

Toda fiesta que se precie requiere de un buen champán, pero no siempre es fiesta para el espumoso más conocido del mundo. Los productores esperan que las ventas y exportaciones caigan este año, presionadas por la inflación y el regreso a un ritmo más normal tras las ventas récord en los últimos dos años, debido al levantamiento de las restricciones por la pandemia.

Comité Champagne, la interprofesional francesa que representa al conjunto de productores y grandes casas de champán, espera que las ventas del vino espumoso alcancen alrededor de 314 millones de botellas en 2023. Es casi un 4% menos que en 2022, cuando se vendieron 326 millones.

En la primera mitad del año, y siempre según Comité Champagne, las ventas totales ascendieron a 125,8 millones unidades, un 4,7% menos que en el mismo período de 2022. Las exportaciones se situaron en 77,7 millones de botellas, un 3,7% menos. Y las ventas interiores en Francia registraron un descenso del 6,3%, con 48,1 millones de botellas.

“En Francia, la caída en los envíos se atribuye a la inflación”, señala un portavoz de Comité Champagne. “Para la exportación es difícil decir, porque las comparaciones son con 2022, un año en el que las exportaciones fueron muy altas en el primer semestre. Pensamos, más bien, que la situación se normaliza tras la fiesta poscovid”.

Los productores de champán esperan que las ventas se mantengan en el mismo nivel en los próximos tres años: un promedio de 315 millones de botellas. La cosecha de 2023 iba por buen camino, con pocos daños por heladas y granizo, pero la renovación de agua del suelo podría ser motivo de preocupación. La expectativa es que la cosecha comience en los diez primeros días de septiembre.

De hecho, el Comité Champagne, que se ha reunido este miércoles, ha decidido limitar la producción: los productores han fijado un rendimiento máximo de uvas que se pueden cosechar para este tipo de espumoso en 11.400 kilos por hectárea, por debajo de los 12.000 del año pasado.

Los caprichos de la climatología, el declive de las cepas y el envejecimiento de los viñedos repercuten en los rendimientos del champán, que han caído un 26% en los doce últimos años. “Ante esta situación, decidimos aprovechar al máximo los años buenos, cuando llegan, para mejorar aún más la capacidad de resistencia del sector”, apunta la interprofesional en el comunicado.

Fue esta bajada de rendimiento, que acabó en una limitación de la oferta, lo que permitió al cava ganarle cierto terreno al espumoso francés el año pasado, aprovechando que necesita menos crianza y su precio más competitivo. De acuerdo con los datos de la denominación de origen Cava, 2022 cerró con unas ventas de 249 millones de botellas en todo el mundo, un 4,6% más que el año anterior y un nuevo récord en el registro de la entidad.

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