El Gordo particular de Doña Manolita: ganó 918.620 euros en 2022, casi un 40% más

El afortunado que, el 22 de diciembre del año pasado, tuviese en su poder un boleto de la Lotería de Navidad con el número 5.490 ganó 400.000 euros, a los que tuvo que descontar 72.000 euros en impuestos, hasta los 328.000. Aunque no pudo haberlo comprado en Doña Manolita —que no repartió ninguno de los tres grandes premios—, las cuentas de la famosa administración de loterías madrileña no sufrieron por ello: en 2022, ganó 918.620 euros, un 39,5% más que en 2021, más del doble del premio concedido al ganador de su producto más vendido.

De acuerdo con sus cuentas anuales, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, la administración centenaria de Madrid —que nació en la calle San Bernardo a principios del siglo XX, pero se hizo famosa porque durante décadas estuvo en la Gran Vía— facturó 3.048.983 euros en todo el ejercicio pasado. Esto es, 382.280 euros más que en 2021. Detrás de este aumento se encuentra, probablemente, el alza de la comisión que reciben las administraciones por cada boleto de la lotería de Navidad vendido, que pasó de 80 a 90 céntimos el año pasado tras las protestas de los loteros.

Lotería Doña Manolita, S.L, la sociedad que gestiona la administración más famosa de España, es celosa de su privacidad y, como la Selae (la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado), no precisa cuántos billetes vende. Pero de las estimaciones a partir de su facturación —y de las colas que cada año se forman en su puerta— resultan millones. Por poner un ejemplo: si toda su facturación hubiese sido en la lotería de Navidad —la administración opera todo el año y vende todo tipo de lotería—, saldrían unas ventas de más de 3,3 millones de boletos. Su gran volumen de ventas explica, también, la cantidad de premios que reparte. En sus 118 años ha repartido hasta 80 Gordos.

Aunque el negocio fue iniciado en 1904 por Manuela de Pablo —Doña Manolita, la histórica lotera que le prestó el nombre y que falleció en los años cincuenta—, la administración, que se encuentra desde 2011 en la calle del Carmen, es propiedad de una familia nobiliaria “desde al menos tres generaciones”, de acuerdo con la actual gerencia. El dueño, Juan Luis Castillejo y Bermúdez de Castro, tercer conde de Cabrillas, es el administrador único de la sociedad, cargo por el cual percibió 186.266 euros en 2022.

La empresa tuvo 24 empleados de media a lo largo del año pasado. Ocho más que en el ejercicio anterior. Los trabajadores no fijos —a los que suelen acudir las administraciones loteras en momentos de alta carga de trabajo, como los prolegómenos del sorteo navideño— pasaron de unos ocho de media en 2021 a apenas uno en 2022. A finales de año, tenían 33 empleados, 29 mujeres y cuatro hombres. Todos ellos fijos. La empresa se dejó en remuneraciones 1,28 millones de euros.

La repartidora de suerte tampoco fue ajena a la pandemia. En 2020, sus ganancias se redujeron hasta los 230.814 euros. En 2021 volvió a coger fuelle y casi triplicó sus beneficios, y el año pasado revalidó las buenas sensaciones. Así, el buen ejercicio se reflejó en lo que tuvo que pagar al fisco: los impuestos sobre beneficios pasaron de 219.455 euros en 2021 a más de 300.000 el año pasado. La cuenta con Hacienda le salió a abonar 692.260 euros: 213.435 por el impuesto de sociedades, 333.300 por el impuesto de valor añadido (IVA) que repercutió a sus clientes y 145.524 euros por las retenciones del IRPF.

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