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Las criptomonedas remontan aprovechando la convulsión de la banca

El bitcoin se revaloriza alrededor de un 70% en lo que va de año ante la idea de que los tipos suban más despacio, y se convierte en el activo más rentable en lo que va de 2023

Changpeng Zhao Binance.
Changpeng Zhao, fundador y CEO de Binance, la mayor plataforma cripto del mundo, junto a una ruleta de premios.BENOIT TESSIER (Reuters)
Álvaro Sánchez

Ni la Bolsa, ni el oro, ni el petróleo. El bitcoin está siendo el gran triunfador del comienzo de año. Su rentabilidad, que ronda el 70% en estos tres primeros meses, ha acallado temporalmente a los que daban por muerta a la controvertida divisa digital tras la oleada de malas noticias de 2022, un año plagado de quiebras y desplomes que se llevaron por delante a TerraLuna, Three Arrows Capital, Celsius, Voyager o FTX, entre otros actores relevantes del sector. El sentimiento de mercado se ha dado la vuelta. Y tras un periodo donde su comportamiento ha estado fuertemente correlacionado con el de los parqués, y muy penalizado por las subidas de tipos de interés en EE UU, las cotizaciones cripto parecen haber tomado su propio camino. El bitcoin se cambia por 28.000 dólares, muy por encima de los poco más de 15.700 donde tocó su mínimo en noviembre. Todo el universo de las monedas electrónicas vale hoy 1,1 billones de euros.

Hay analistas que consideran que el marzo convulso vivido por la banca en Europa y EE UU, con el colapso del Silicon Valley Bank y el rescate de Credit Suisse por UBS, su principal competidor, ha beneficiado de rebote a las criptomonedas. Así lo cree Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión eToro. “La preocupación por el sistema bancario centralizado aumentó la confianza en las criptomonedas descentralizadas, y los activos de riesgo se vieron impulsados por las perspectivas de una caída más rápida de la inflación y los tipos de interés”. Es uno de los efectos colaterales de los pánicos financieros de las últimas semanas en la banca regional estadounidense: la Reserva Federal fue más conservadora al subir los tipos 25 puntos básicos en lugar de los 50 esperados, y esas noticias fueron consideradas una señal para regresar a las inversiones más volátiles y con mayor potencial, que son a la vez las menos seguras y más peligrosas.

El varapalo a las entidades financieras ha sido recibido entre el alborozo y la revancha por una parte de la comunidad cripto, que ve en la crisis la confirmación de su gran tesis: que el futuro pasa por la eliminación de los intermediarios y unas finanzas descentralizadas en las que cada uno puede mover su dinero sin necesidad de bancos. El ajuste de cuentas ha sido visible en redes sociales. Gabor Gurbacs, consejero delegado de PointsVilleApp, fue uno de los que no se cortó a la hora de hacer sangre. “Tengo la edad suficiente para recordar cuando el consejero delegado de Credit Suisse dijo que el bitcoin era una burbuja. Entonces un bitcoin valía 7.000 dólares, ahora vale 28.000. Mientras tanto, Credit Suisse está siendo adquirida por un competidor y los bancos centrales la están rescatando”.

Koh Onozawa, co-consejero delegado de la plataforma española de compra y ventas de criptomonedas Bit2me, ve en el ascenso otras razones. “La adopción está creciendo”, asegura. Alude a que grandes empresas como Telefónica, Mastercard o Visa han creado su propio departamento de Web3. Y ciertos neobancos, como Revolut, están poniendo las criptomonedas a disposición de sus clientes. “Tras la caída de los malos actores, es más importante que nunca utilizar entidades reguladas”, recomienda.

Uno de los puntos que amenaza con poner obstáculos a ese avance fulgurante es la situación de Binance. Los reguladores estadounidenses han presentado una demanda contra la principal plataforma de criptodivisas del mundo y su fundador y jefe, Changpeng Zhao, al que acusan de saltarse la normativa que requiere que las operaciones con futuros y derivados sobre materias primas y otros activos se hagan a través de mercados regulados.

Una vez pasada la fase de euforia aguda, ahora el mercado transita un punto de inflexión. Hay inversores para los que las ganancias pueden ser suficientes en un entorno complicado sobre el que planean muchas incertidumbres, incluida la posibilidad de una recesión en EE UU, y optan por recoger beneficios. Eso puede implicar que se tomen un respiro, y calmar la volatilidad antes de que se vea con claridad si prosiguen en la senda de la recuperación. Otros inversores, sin embargo, simplemente aguantan para no vender en pérdidas: el bitcoin vale todavía menos de la mitad de lo que valía en sus máximos de noviembre de 2021, cuando se acercaba a los 69.000 dólares, así que muchos compraron caro y siguen en negativo.

Junto a la cuestión económica, las criptomonedas se juegan recobrar parte de la confianza perdida. La crisis inflacionista derrumbó una de las máximas de sus defensores: que el bitcoin era un valor refugio frente a las subidas de precios. No fue así. Ahora contraatacan con otra idea, la de que sí son un lugar seguro ante los problemas de la banca.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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