Hernández de Cos descarta el contagio de la crisis financiera a los bancos españoles

Las autoridades europeas mantienen bajo vigilancia al sector financiero del Viejo Continente. La crisis del Silicon Valley Bank, Credit Suisse y, por último, las dudas sobre Deutsche Bank del pasado viernes han puesto en alerta a los supervisores. “Existen ciertos elementos idiosincráticos que han contribuido a los problemas financieros”, ha asegurado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, este lunes en un foro en Valladolid para restar el posible contagio en el país. A lo que ha añadido: “Estos elementos idiosincrásicos no están presentes en las entidades bancarias europeas o españolas y, por tanto, no puede hacerse una traslación mecánica”.

Por el momento, los datos en la UE espantan los fantasmas, aunque sobrevuela un riesgo que asusta al sector en su conjunto: existe una crisis de confianza, que es el peor síntoma para un negocio que vive de eso. “Se ha generado un aumento de la aversión al riesgo de los inversores y de la volatilidad de los mercados financieros, lo que ha llevado a un recorte a escala global de las cotizaciones bursátiles del sector bancario”, ha desgranado el gobernador. En la jornada de este lunes, el Ibex —donde cotizan el Santander, BBVA, CaixaBank, el Sabadell, Bankinter y Unicaja— repunta al alza. Eso sí, los grandes bancos cotizados españoles acumulan un retroceso de alrededor del 15% desde el inicio de la crisis.

El supervisor destaca a este respecto que el sector se enfrenta a estas turbulencias mucho mejor pertrechado que en la Gran Recesión. Por un lado, cuenta con posiciones de capital y de liquidez elevadas. Además, “las entidades españolas han mejorado incluso sus niveles de solvencia” en los últimos tres años, según ha recordado Hernández de Cos, un periodo marcado además por perturbaciones adversas como la pandemia.

Sobre la incertidumbre generada en las últimas semanas, cabe recordar las diferencias que existen entre el sector financiero español y lo ocurrido con Silicon Valley Bank, donde había un peso excesivo de la renta fija (cuyo valor caía por las subidas de tipos de interés) y, además, con un volumen de depósitos elevado que no estaba cubierto por el Estado. Esto ocurría porque poseía una cartera amplia de empresas como clientes con altos saldos. Sin embargo, en España el peso de los depósitos minoristas es muy superior, la mayoría garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos. “El segmento minorista ha contribuido recientemente tanto a una evolución positiva de la rentabilidad en un contexto de incremento de tipos de interés, como a una posición favorable de liquidez”, ha incidido el gobernador.

El Banco de España también ha sacado pecho de esta buena posición y ha elogiado la relevancia que tiene la tarea supervisora. Desde la crisis de 2008, cada vez han sido más los requerimientos y exigencias en Europa para acumular colchones anticrisis que sirvan de cortafuegos: “Hay también que subrayar el papel de la supervisión de las entidades”, ha dicho Hernández de Cos. Y ha alabado igualmente la rápida reacción de Estados Unidos y Suiza, algo que considera “fundamental” para asegurar la estabilidad financiera.

Por último, sobre esta cuestión, ha insistido en la petición de prudencia para la banca en cuanto a la planificación de provisiones y de capital, dado el entorno de incertidumbre tan elevado que atraviesa el sector. Se debe permitir, ha dicho, “destinar parte del incremento de los beneficios que se está produciendo en el corto plazo a aumentar adicionalmente la capacidad de resistencia del sector”.

Examen a la política monetaria

Sobre las decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), el gobernador ha defendido lo realizado en el último año. Del mismo modo, considera que fue acertado seguir el pasado 16 de marzo con el alza de 50 puntos básicos de los tipos para luchar contra la espiral alcista de precios, como se había anticipado en febrero. Aunque ha avisado de que las próximas decisiones estarán sujetas “más que nunca” de lo que pueda ocurrir en las próximas semanas: “Nuestras decisiones futuras de política monetaria dependerán más que nunca de cómo se vayan materializando las distintas fuentes de riesgos, incluidas las experimentadas en los últimos días en los mercados financieros”.

De cara a futuro, se sigue muy de cerca tres factores principales: los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la transmisión de la política monetaria. Es precisamente sobre este último punto donde considera que puede influir más la crisis bancaria: “Pueden incidir de manera directa las tensiones en los mercados financieros que hemos vivido en los últimos días, generando un endurecimiento adicional de las condiciones financieras y afectando, a la baja, a las perspectivas de la actividad económica y de la inflación. Desarrollos que deberán tenerse en cuenta en nuestras siguientes reuniones”.

Hernández de Cos ha incidido asimismo en el cierre de su intervención sobre la necesidad de culminar la Unión Bancaria, un proyecto que lleva años estancado. Así como la disposición del BCE y las autoridades nacionales para “actuar como y cuando sea necesario” para mantener la estabilidad financiera en la zona euro.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal