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Suben los sueldos, pero por debajo de la inflación: cuánto han aumentado los salarios las empresas en 2022

La variación salarial recogida en convenios se limita al 2,69%, frente al 8,4% del IPC promedio en 2022. Los supermercados y el sector público, entre los que más incrementan las retribuciones

Subida de sueldos
Varios manifestantes durante una concentración convocada por los sindicatos mayoritarios en Madrid a finales de noviembre.Olmo Calvo

Los precios han crecido de forma vertiginosa durante 2022. Aunque la escalada se ha atenuado en los últimos meses del año y España está entre los países europeos que mejor afrontan el golpe, las tasas interanuales difundidas cada mes han sido tan altas (de hasta un 10,8% en julio, de un 5,8% en diciembre) como para trascender al dato. La subida media de los precios en 2022 ha sido del 8,4%, según los datos publicados este viernes por el INE. Los consumidores lo han notado en su poder adquisitivo: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que los salarios de los españoles se van a dejar por el camino un 4,5% de su valor real a lo largo de 2022. La preocupación general en torno a la inflación ha empujado a muchas empresas a abordar una subida de salarios de sus trabajadores, aunque no lo hagan al ritmo que marca el alza de los precios. Sobre la posibilidad de un pacto de rentas —el acuerdo entre patronal y sindicatos para que los salarios aumenten un mínimo de forma general— no hay noticias.

Las soluciones son dispares. Hay empresas que se han enrocado y que apenas revisan las retribuciones, a pesar de la profunda pérdida de poder adquisitivo que implica el escenario actual, y otras que han elevado los sueldos en torno al índice de precios de consumo (IPC). Una de las mejores varas de medir para conocer de forma global si las empresas están aumentando sueldos es la estadística del Ministerio de Trabajo sobre la variación salarial aprobada en convenios. En noviembre las retribuciones pactadas aumentaron un 2,69% respecto al mismo mes del año pasado, muy por debajo de la inflación.

Otra cifra orientativa es el dato de coste salarial que publica el Instituto Nacional de Estadística, que mide cuánto le cuesta una hora de trabajo de cada empleado al empresario. En el tercer trimestre aumentó un 3,5% respecto al mismo periodo de 2021. Y la consultora KPMG calcula en su estudio sobre retribuciones que crecieron en España una media del 3,8% y que aumentarán el 4,4% en 2023.

“La mayoría de las subidas están por debajo del IPC. Estamos trabajando en cada mesa negociadora para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo, pero hay poca voluntad por parte de muchas patronales. Eso no puede ser cuando este año va a ser de récord en hostelería y restauración. Si no cambian las cosas habrá conflicto”, protesta Gonzalo Fuentes, responsable de Políticas Sectoriales de Hostelería y Turismo de CC OO Servicios. Esta es una protesta compartida por los responsables sindicales de otros muchos sectores, que ponen el foco en los resultados positivos de las empresas para reclamar mejoras salariales. Un estudio de UGT revela que los beneficios empresariales explican el 84% del alza del IPC y los salarios solo el 15%. El secretario general de este sindicato, Pepe Álvarez, dijo en noviembre en una entrevista en EL PAÍS que “en los próximos meses” se apreciará “cómo la media de los aumentos salariales va a mejorar”.

A continuación se repasa cuánto han subido los salarios por empresas y sectores.

Empleo público

El Estado, en su versión empresarial, es una compañía que da trabajo a casi tres millones de empleados públicos en España, que igualmente han reclamado una mejora de sus condiciones para hacer frente a la inflación. Tras varias negociaciones, los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, alcanzaron en octubre un acuerdo salarial para los próximos tres años, que incluía, además, varias cláusulas de revisión —la piedra en el zapato que los empresarios se niegan a aceptar en el sector privado—, que ajustaban las cuantías pactadas para cada uno de los ejercicios en función de la evolución del IPC y del producto interior bruto (PIB). Así, la subida acumulada podía llegar hasta el 9,5% en 2024.

Distribución

Uno de los sectores que ha asumido el liderazgo en materia de incrementos salariales es la distribución. El principal actor del sector, Mercadona, ha elevado los sueldos un 6,5% para su plantilla de 93.500 trabajadores. Es un incremento parecido al aplicado por Lidl, del 7%, y que además ya se ha comprometido con los sindicatos a aumentar al menos otro 3,5% en 2023. La empresa alemana emplea a algo más de 18.000 trabajadores en España. Por su parte, Día no ha incrementado los salarios en 2022, pero ha acordado un aumento de entre el 8% y el 12% en 2023 y en 2024.

En otros supermercados que emplean a miles de personas, como Eroski, Carrefour o Alcampo, los salarios han crecido un 1% en 2022. Este aumento es parte del último convenio suscrito por los sindicatos y la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), patronal de la que forman parte estos establecimientos y otras empresas de distribución como El Corte Inglés, Leroy Merlin, Ikea o MediaMarkt, hasta llegar a 235.000 empleados directamente (aunque afecta a más aún porque otras empresas que no forman parte de ANGED adoptan este acuerdo). Aquel texto se rubricó en 2021, con la pandemia como telón de fondo y cuando la inflación aún no había pisado el acelerador. Ahora, con los precios desbocados y las mejoras aplicadas en otros supermercados, los sindicatos esperan un incremento importante. Antonio Pérez, secretario general del sindicato que lidera las negociaciones (Fetico), explica que su posición de salida es reclamar una subida del 22,5% en cuatro años (un 4,5% inmediato y un 18% repartido hasta 2026). A preguntas de este periódico, ANGED prefiere no anticipar cifras.

Un supermercado de Mercadona.
Un supermercado de Mercadona.

Textil

Las negociaciones son más complejas en el sector textil. Las condiciones laborales en las grandes empresas del sector, como Inditex, Tendam o Mango, se articulan mediante convenios provinciales. Así, los incrementos dependen de la negociación en cada territorio. Como explica Cinco Días en este análisis sobre el sector, de las 52 provincias españolas, solo 11 tienen en la actualidad un convenio que estará vigente en 2023. Hay escenarios dispares: en la Comunidad Valenciana se ha unificado el texto de las tres provincias y se ha aprobado un incremento salarial del 8% en el periodo 2022-2024, que se une al alza del 3,25% aprobado el año pasado. Sin embargo, en otros territorios el escenario es muy diferente: en Madrid entró en vigor en octubre un incremento del 2%. La pérdida de poder adquisitivo ha conducido a movilizaciones como la de las dependientas de Inditex en A Coruña.

Hostelería

La hostelería vive una situación parecida: no hay un convenio estatal, sino un crisol de acuerdos provinciales. Así, en Asturias han pactado un incremento del 15% en los próximos cinco años, mientras que en Baleares el acuerdo no termina de concretarse (los sindicatos piden un incremento del 10% para 2023). Sí hay un convenio estatal que se aplica a la restauración moderna (es decir, a franquicias como McDonalds, Burger King o Tagliatella) y recoge un incremento a partir de julio de 2023 de en torno al 3% en las tablas salariales. También hay un acuerdo nacional de restauración colectiva (grandes eventos como bodas) que va más allá: las retribuciones han crecido un 3% este año y lo harán un 2,5% en 2023 y en 2024.

Banca

En banca, el escenario es diferente en función de la patronal a la que esté asociada la entidad. Para CaixaBank, Unicaja y el resto de entidades agrupadas en CECA (herederas de las antiguas cajas de ahorro) el convenio establece un incremento del 0,75% en 2022 y otro 1% desde enero de 2023. Las asociadas en la Asociación Española de Banca (AEB) —Santander, BBVA, Sabadell o Bankinter— han acordado con los sindicatos un aumento del 4,5% para el año que viene, mientras que el incremento en 2022 ha sido del 1%.

Oficina de CaixaBank.
Oficina de CaixaBank.

Energéticas

Dentro del entorno empresarial energético, Repsol, que emplea a 17.000 trabajadores, cuenta con un acuerdo marco que determina un incremento salarial del 75% del IPC; Iberdrola (9.800 trabajadores) incrementó un 3% los salarios en 2022 y aún se desconoce cuánto crecerán en 2023, ya que depende de los resultados de la compañía. De forma adicional, para el 50% de la plantilla la empresa agrega otro incremento de entre el 1% y el 3% por méritos y una paga extra de 1.000 euros para todos los trabajadores. Endesa (9.300 trabajadores), por su parte, ha incrementado un 1% el sueldo de su plantilla en 2022 y, según convenio, aplicará la misma subida en 2023. Aunque el incremento terminará siendo mayor, en torno al 5%, ya que incluye una cláusula de revisión vinculada al IPC. Naturgy (4.000) firmó recientemente un nuevo convenio colectivo con los sindicatos que contempla subidas de entre un 1,25% y un 3% hasta 2024, con posibilidad de mayores incrementos en el salario base de los dos primeros años en función de los resultados de la compañía. En las estaciones de servicio destaca el acuerdo firmado en noviembre entre los sindicatos y la patronal AEVECAR, que recoge un incremento del 5% en 2022 con efectos retroactivos, un 2% en 2023 y otro 2% en 2024.

Telecomunicaciones

El sector de las telecomunicaciones, por su parte, ha proyectado subidas para los próximos años, pero bajo distintas modalidades. Orange España ha pactado con los sindicatos CC OO, UGT y USO la prórroga por dos años del convenio colectivo, que incluye la aplicación de una subida salarial equivalente al IPC real de 2022 para los trabajadores que cobren un salario fijo igual o menor de 37.573 euros. Lo que arroja hasta ahora una subida proyectada del 6%. A quienes reciban una remuneración superior, la compañía les incrementará en, al menos, un 2% su salario fijo, sin perjuicio de que este incremento pueda ser mayor por voluntad de la empresa. Este acuerdo afecta a Orange Espagne, Orange España Comunicaciones Fijas y Simyo.

Sin embargo, Telefónica aún no ha resuelto la cuantía de una subida que, por convenio, recibirán los 18.000 empleados con los que cuenta. El actual reglamento incorpora cláusulas de revisión para evitar que sus empleados pierdan poder adquisitivo. Pero las negociaciones con los sindicatos para abordar la definición de las cuantías no comenzarán hasta el próximo año. En la construcción, en cambio, patronal y sindicatos definieron en mayo un acuerdo de nivel estatal en el que se establecía una subida del 10% para el próximo trienio. CNC, CC OO y UGT-FICA pactaron una elevación de los salarios del 4% para 2023, un 3% en 2024 y otro 3% en 2025. Aun así, las centrales no descartan que puedan producirse mejoras en los acuerdos provinciales.

Industria

Con la industria ocurre una situación particular que la distingue del resto de sectores. Sus actividades están bajo el paraguas de un convenio estatal en el que no se negocian los salarios, sino otras condiciones laborales. Estos dependen de los 50 convenios provinciales que existen, cada uno con sus particularidades. En el sector químico, donde se concentran 300.000 trabajadores, se firmó una subida salarial del 1% para 2021 y del 2% para 2022 y 2023.

Automoción

Algo similar a la industria sucede con la automoción, donde tampoco existe un convenio sectorial (cada compañía negocia sus condiciones con los trabajadores de forma individual), aunque según Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles, la mayoría de ellos contemplan cláusulas que ligan los sueldos con la inflación. Renault, por ejemplo, decidió congelarlos en 2021 y 2022, pero llevará a cabo una actualización de acuerdo con el IPC en 2023 más un 0,5% adicional, y otro medio punto por la consecución de beneficios. Seat firmó un nuevo convenio con un planteamiento similar para el próximo año, mientras que los 6.000 empleados de la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) irán recibiendo distintos pagos de forma lineal hasta 2026 (de entre 1.000 y 2.500 euros al año) después de que la compañía decidiera congelarlos hasta 2026.

Agricultura y ganadería

El campo español no contempla un convenio estatal que cobije a sus trabajadores, sino varios provinciales que se encuentran algo desactualizados, según denuncian los sindicatos. En este entorno, las subidas del salario mínimo ejercen de palanca para forzar una actualización de las remuneraciones que se sitúan por encima. De ahí que el próximo incremento que prepara el Gobierno para 2023 vaya a retocar nuevamente la pirámide salarial de la agricultura.

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