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El nuevo cheque de 200 euros tributará en el IRPF

Hacienda matiza que el grueso de beneficiarios se librará del pago por no estar obligado a presentar la declaración

declaracion renta 2024
Una sede de la Agencia Tributaria, en abril durante la pasada campaña de declaración del IRPF.Marta Fernández (Europa Press)
Laura Delle Femmine

Se dice que el diablo está en los detalles. El Gobierno acaba de dar luz verde a un nuevo paquete enfocado a paliar el impacto de la inflación sobre el bolsillo de las familias, que incluye multitud de distintas medidas. Entre ellas, un nuevo cheque de 200 euros para los hogares que menos ingresos tienen: rentas inferiores a los 27.000 euros y patrimonio por debajo de los 75.000, excluida la vivienda habitual. Pero algunos contribuyentes tendrán que pagar impuestos sobre esta transferencia. Fuentes ministeriales confirman que la ayuda, con la cual el Ejecutivo espera llegar a 4,2 millones de hogares y aliviar sus bolsillos, tributa como ganancia patrimonial en el impuesto sobre la renta (IRPF).

El cobro del cheque deberá incluirse en la declaración de la renta que se presente en 2024, relativa al ejercicio de 2023, ya que la ayuda podrá empezar a solicitarse a partir del próximo 15 de febrero hasta el 31 de marzo. Esta transferencia computará en la base general del IRPF, y no en la tarifa del ahorro, por no proceder de una transmisión previa. Fuentes ministeriales matizan que, aunque la ayuda tribute desde el primer euro, si el contribuyente no está obligado a declarar no habrá tributación efectiva sobre ella. Añaden, además, que la mayoría de los perceptores se verá beneficiada por la rebaja del IRPF a las rentas inferiores a los 21.000 euros aprobada en los Presupuestos de 2023, que supone un ahorro medio anual de 400 euros.

La ley del IRPF establece que, hasta los 15.000 euros de renta, no se aplican retenciones. Además, exime de presentar la declaración a aquellos contribuyentes con sueldos brutos inferiores a los 22.000 euros anuales —15.000 si tienen dos pagadores—.

En cambio, el umbral fijado para tener derecho al cheque es por hogar, y no por contribuyente. Esto significa que, a la hora de calcular el nivel de ingresos y patrimonio, se tienen en cuenta las rentas y bienes poseídos por todos los residentes en el domicilio —a 31 de diciembre de 2022—, siempre y cuando se trate de un mismo núcleo familiar. El decreto que aprueba la ayuda deja claro que no computan en ese máximo de 27.000 euros de renta y 72.000 de patrimonio los ingresos de otras personas con las que eventualmente se comparta la vivienda. Solo sumarán aquellos del cónyuge o de la pareja de hecho, los hijos y descendientes y los ascendientes hasta segundo grado. De esta forma, los perceptores del cheque que vivan solos y cobren entre 22.000 (o 15.000) y 27.000 euros tributarán por ello en la declaración de la renta, mientras que habrá que analizar caso por caso cuando se trate de familias de dos o más miembros de bajos ingresos.

Pocas exenciones

Luis del Amo, secretario general del Registro de Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas (REAF-CGE), subraya que es norma general que las ayudas públicas y las subvenciones tributen en el IRPF, salvo que la ley especifique lo contrario. Y eso ocurre en contados casos. Por ejemplo, con las becas, el ingreso mínimo vital y las prestaciones de las comunidades y entidades locales para atender a colectivos en riesgo de exclusión social. Además, el fiscalista avisa de que la percepción del cheque podría forzar a presentar la declaración de la renta, aunque el nivel de ingresos percibidos sea inferior a los umbrales fijados en la ley del IRPF.

“Esos límites se aplican solo a ciertos tipos de renta”, puntualiza. En general, la norma exige que se trate de rendimientos íntegros del trabajo; si a estos se suman ingresos de naturaleza distinta, como ganancias patrimoniales, el umbral se reduce considerablemente, a 1.000 euros en conjunto. El decreto que aprueba el cheque, en cambio, prevé que puedan solicitarlo solo los asalariados o autónomos que estuvieran dados de alta en la Seguridad Social u otra mutualidad durante 2022, y los parados beneficiarios de una prestación por desempleo durante el mismo ejercicio. “Por ello, en la mayoría de los casos podría surgir la obligación de declarar”, interpreta Del Amo.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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