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La banca española, a la cola en solvencia de toda Europa

La Autoridad Bancaria Europea alerta del deterioro registrado y avisa de la incertidumbre económica y del incremento de los créditos bajo vigilancia especial

José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
Hugo Gutiérrez

Un año más, la banca española queda en el vagón de cola de las entidades del Viejo Continente en términos de solvencia, según se recoge en el ejercicio anual de transparencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). En concreto, las diez entidades del país analizadas tuvieron una ratio de capital CET1 fully loaded del 12,3% hasta junio de este año. Es decir, el peor de los 26 países del ejercicio (releva a los griegos como farolillo rojo) y casi tres puntos por debajo de la media comunitaria (15%).

En términos generales, se ha producido un deterioro en los últimos meses: la media ha retrocedido medio punto desde el 15,5%. Esto, por una parte, está provocado porque los bancos han vuelto a retribuir a sus accionistas con reparto de dividendo en efectivo o a través de recompras de acciones, una estrategia que estuvo vetada por el Banco Central Europeo (BCE) durante la pandemia para reforzar la capitalización del sector financiero en un momento de incertidumbre extrema. La clasificación la lideran los grupos financieros de Islandia: cerraron junio con un nivel de capital del 20,3%. Le siguen los de Estonia (19,4%) y los de Luxemburgo (19,1%).

Este retroceso es algo que preocupa a los organismos internacionales. Principalmente por las dudas sobre la evolución de la economía y los problemas que se puedan derivar en el flujo del crédito. Si vienen mal dadas, la banca necesitará un colchón suficiente para capear el temporal y evitar así que la posible subida de la morosidad por los problemas de familias y empresas no afecte tanto al sector como en la Gran Recesión. “Los bancos deberían prepararse para un posible deterioro de la calidad de los activos y fortalecer sus sistemas de vigilancia y sus controles”, ha explicado la EBA este viernes.

Precisamente la mora es otra de las métricas analizadas y en la que la banca suele fijar su mirada. Los impagos son uno de los mejores termómetros que existen para adelantarse a la tormenta económica. Por el momento, sigue en mínimos: la media europea se sitúa en el 1,8% (en España, según los datos del Banco de España, está en el 2,8%). Aunque ya existen algunas señales preocupantes por la vía de los créditos bajo vigilancia especial: estos ascendieron en junio al 9,5% en Europa, siete décimas por encima del dato del mismo mes de 2021 y el nivel más alto desde 2018, cuando se iniciaron estos análisis. Unos préstamos en riesgo de los que también ha alertado el supervisor bancario español en varias ocasiones, sobre todo los vinculados a los créditos avalados por el ICO.

Mejora la rentabilidad, pero sigue bajo la lupa

En cuanto a la rentabilidad, que ha subido del 7,4% al 7,8% en Europa, el organismo tampoco las tiene todas consigo. De hecho, habrá casos en los que este nivel quede incluso por debajo del coste de capital: “Aunque la rentabilidad bancaria ha mejorado, sigue siendo incierto cómo evolucionará en un contexto de menor crecimiento del PIB y subida de los tipos de interés”, recoge el comunicado de la institución que preside José Manuel Campa. Por ello, reclama que se refuerce capital para evitar nuevos contratiempos si llega la temida (y anunciada) recesión. En este apartado, la banca española sí puede sacar pecho, con una tasa ligeramente superior al 10% por encima de la media del Viejo Continente.

Pese a ello, la línea seguida por la EBA, por el BCE y por el Banco de España es la prudencia, algo que remarcan en cada comparecencia de cara a los próximos trimestres. Esto se traduce en la necesidad de dotar más provisiones para cubrir posibles insolvencias. Siempre con el matiz de que en esta ocasión la banca está mejor pertrechada que en la crisis de 2008, aunque no por ello resta importancia a esa relevancia de aumentar el colchón de capital.

El sector financiero español está así entre la espada y la pared. Por un lado, quiere sacar pecho de unos muy buenos resultados para este año y recompensar a sus accionistas. Algo que necesitan además para tratar de remontar su cotización en Bolsa, en todos los casos por debajo del valor en libros, excepto con Bankinter. Sin embargo, los supervisores mantienen el pulso para que deriven buena parte de las nuevas ganancias derivadas de la subida de tipos a reforzar su solvencia.

Kutxabank, el mejor banco español en nivel de capital

Por entidades, Kutxabank vuelve a ser el banco español con mejor nivel de solvencia (16,6%), el único además por encima de la media europea. Le sigue Cajamar (13%), Unicaja (12,8%), BBVA (12,5%), Ibercaja (12,4%), Sabadell (12,3%), CaixaBank (12,2), Banco Santander (12,1%), Abanca (12%) y Bankinter (11,7%).

Estos valores, sin embargo, no significan obligatoriamente que exista un problema en cuanto a los niveles de capital en todos los casos. En realidad, los supervisores bancarios determinan el nivel necesario entidad a entidad en función de sus características. Es decir, la exigencia no es la misma para todos los grupos. Pese a ello, la situación de solvencia del sector financiero español sigue teniendo un amplio margen de mejora.

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Sobre la firma

Hugo Gutiérrez
Es periodista de la sección de Economía, especializado en banca. Antes escribió sobre turismo, distribución y gran consumo. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS tras pasar por el diario gaditano Europa Sur. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Máster de periodismo de EL PAÍS y Especialista en información económica de la UIMP.

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